31 de diciembre de 2008
SIONISMO "DE LA GALERA"
29 de diciembre de 2008
NO ME VENGAS CON EL SIONISMO
28 de diciembre de 2008
BLOQUEADA POR SPAM
Los robots de Blogger han detectado que su blog presenta características de blog no deseado. Puesto que usted es una personal real que lee esta información, su blog probablemente no es un blog no deseado. La detección automática de contenido no deseado es inexacta y le pedimos disculpas por este positivo falso.
Hemos recibido tu solicitud de desbloqueo el 28 de diciembre de 2008. En nombre de los robots, te pedimos disculpas por haber bloqueado tu blog, ya que no se trata de spam. Ten un poco de paciencia mientras estudiamos tu blog y verificamos que no es spam.
Bueno, pude publicar, parece que se solucionó. Espero.
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NO SE SOLUCIONÓ DEL TODO, YA PUEDO PUBLICAR ENTRADAS, PERO SIGO "MARCADA COMO SPAM". ¿QUÉ SIGNIFICARÁ ESO?
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27 de diciembre de 2008
Gualeguaychú las quiere todas
Gualeguaychú reconoció que al no contar con el apoyo de Colón y Concordia, no se dispone de suficiente gente para cortar los tres puentes. Ademàs Uribarri, gobernador de Entre Rìos, dijo que implementará toda la acción política necesaria para evitar los cortes.
Por otro lado, los productores rurales se reunirán el 5 de enero para definir si continúan con los cortes de ruta en rechazo a los anuncios de Cristina. Pero los organizadores del Carnaval de Gualeguaychú hablaron con Alfredo De Angeli para convencerlo de los efectos nefastos de los cortes en el turismo de la región. De Angeli les dijo que él también consideraba que "no es el momento" para volver a las rutas y que llevará el pedido de que no haya cortes a la Asamblea de productores rurales.
25 de diciembre de 2008
¡ Regalito de Año Nuevo para vos !
(clickeá en el regalo)
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24 de diciembre de 2008
Un cuento de Navidad
Mi nene era muy chiquito, recién ese año se había dado cuenta del personaje de Papá Noel. Su papá se disfrazaba y hacía las delicias de todos los chicos. Le habíamos dicho que iba a venir Papá Noel, con una bolsa de regalos.
Esa Navidad la pasamos en Pinamar, en lo de unos amigos que tenían una casa al lado del Mar. El pino inmenso que estaba frente al parque de la casa, había sido cubierto de luces y bolas de colores metálicos. La Navidad de los ricos tiene mucho espectáculo, este árbol de Navidad no era comprado en el Once, como el que yo ponía en casa.
Faltaban unos días para que llegue la Navidad. Mi nene me preguntaba todos los días ¿Cuándo viene Papá Noel, mamá? Falta poco, le contestaba, viene cuando venga Navidad. Y así todos los días. Esperá que llegue Navidad. Papá Noel viene cuando viene Navidad. ¿Y cuándo viene Navidad? Me preguntaba entonces. Le hice un cuadrito con los días que faltaban para que llegue Navidad. Cada día tachábamos un cuadrito.
Llegó el momento. La emoción lo desbordaba. Su papá disfrazado, entró por el Parque al living de la casa, donde estaban todos los chicos esperando ansiosos. Papá Noel tenía miedo de que su hijo lo descubriera. Se habìa puesto algodón por toda la cara, y emitía una voz grave para pasar por el verdadero Papá Noel.
El hijo se le acercó y lo empezó a escudriñar y a mirar alrededor de él. De pronto le empezó a tirar de la bata roja y a preguntarle por Navidad. ¿Por què no vino Navidad? Le inquiría preocupado. ¿No viniste con Navidad? Seguía preguntando. El padre me miraba desconcertado por la pregunta absurda, como diciendo sacámelo de abajo porque me va a hacer caer el disfraz.
Yo lo tomé de un bracito, lo aparté, y entendiendo la confusión que se le hizo por la literalidad con la que los chicos entienden lo que se les dice, le dije: Navidad no es una persona, “estamos" en Navidad. Mi hijo me contestó: ¡No mamá, estamos en Pinamar!
Todas las entradas. Año por año. Mes por Mes
Diciembre 2008
- SIONISMO "DE LA GALERA" -NO ME VENGAS CON EL SIONISMO -BLOQUEADA POR SPAM - Gualeguaychú las quiere todas -¡Regalito de Año Nuevo para vos! -Un cuento de Navidad - Por qué (continuación) - ¿Por qué converso con las personas en la óptica? -Ezequiel Meler, Feliz Cumpleaños - Campaña Estúpida -Bush, un zapato para el asador -Flor de Artepolítica - Megaproyecto de Cristina en Rusia - "La foto" - Más fotos - ¡Qué Reunión Bloguera! - VENÍ CON LUZ DE DÍA - Que todos los fenómenos populares... - Una furtiva lágrima -
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23 de diciembre de 2008
¿Por qué...? (continuación)
Una prueba "casera" de la visión, en bùsqueda de defectos refractivos:
Lo primordial es comparar entre los dos ojos la visión a distancia: saber si un ojo ve mejor que el otro y si la diferencia es muy grande. Una diferencia entre los ojos amerita ir al oculista y hacerse anteojos. En algunos casos, es cuestión de usarlos unas horas al dìa, para evitar que uno de los ojos pierda actividad y para asegurar que el ojo de menor efectividad continúe aportando percepción, equilibradamente a la visiòn conjugada de ambos ojos.
Prueba de lejos:
Taparse un ojo con la mano ahuecada, dejándolo abierto. Leer un cartel de publicidad bien lejano, o una señalización de la calle, o el número de enfrente, y comparar con el otro ojo. Buscar letras pequeñas. Si hay una diferencia entre los ojos, hay que ir al oculista. Pedirle a otras personas que lean con los dos ojos abiertos y comparar nuestra vision con la de ellos. Si alguien que ve mejor que nosotros, hay que ir al oculista. El que ve mejor no tiene un "don" especial. El ve bien y nosotros no.
Hay que aprovechar para hacerlo siempre que se viaje en auto o en colectivo con los niños, en el transcurso de todo su crecimiento, y en especial cuando ha habido un cambio de altura del niño. Hay que tomarlo como una diversión, no dramatizar, no amenazar con llevar al oculista al que no vea bien, reprimirse de decir "te voy a llevar al oculista", eso arruinaría para siempre el juego. Si un niño ve mejor que el otro, llevar al otro al oculista, sí o sí, no vincularlo con el juego, hacerlo como una cosa de rutina. Sin dramatizar, por favor.
Prueba de cerca: (también para los niños)
Se pude tomar un prospecto médico y pegarlo en una superficie vertical, o usando la computadora de la siguiente manera: Copiar un texto en el procesador de textos, y colocarle a la letra el tamaño más pequeño que podamos ver con los dos ojos. Acercarse al texto hasta que se vea borroso. Allí tapar un ojo y el otro y comparar. Alejarse hasta que se vea bien, volver a comparar con cada ojo. En cualquier caso si se descubre diferencia entre los ojos, ir al oculista.
La distancia a la que se debería ver bien la letra pequeña es a la altura del codo, extendiendo los brazos a los costados de la computadora, como agarrando la pantalla con las puntas de los dedos, poniendo la cabeza a la distancia de los codos. Si un adulto tiene que alejarse para ver mejor, entonces tiene presbicia si es mayor de cuarenta años, o tiene hipermetropía si es menor. En cualquier caso de éstos dos, hay que ir al oculista.
Los niños, según la edad, pueden ver más cerca que un adulto. Pero si solamente ven bien acercándose demasiado a la pantalla, a unos diez centímetros por ejemplo, y si se alejan ven mal, es seguro que tienen miopía. Si se acercan cinco centímetros y se les pone muy borroso, pueden tener hipermetropía. La hipermetropía es tan importante por sus efectos como la miopía. Los niños hipermétropes ven muy bien de lejos, pero no tan bien de cerca, y algunos muy mal; ellos no se interesan por la lectura porque hacen mucho esfuerzo, son alumnos distraídos con sus tareas y prefieren los juegos al aire libre. Los niños miopes al contrario, rehuyen del aire libre y suelen refugiarse en la lectura.
Los adultos mayores de cuarenta a cuarenta y cinco años, todos tienen presbicia, aunque vean bien de cerca. Porque si ven bien de cerca es porque están compensados por una miopìa que los afecta de lejos. Porcentajes ínfimos de la población pueden ver bien de lejos y de cerca después de los cuarenta y cinco años. Después de los cuarenta todos tienen que ir al oculista cuando no ven bien de cerca.
Las personas mayores (60 para arriba) que empiezan a ver mejor de cerca, están felices, pero eso es signo de que está empezando a crearse una catarata incipiente. Hoy no hay drama con eso. Pero hay que saberlo. La catarata puede no avanzar en una década, pero es raro, a veces avanza rápido. Consultar al oculista, e ir monitoreando el avance de la catarata, por lo menos una vez al año.
Todas las abuelas de antaño bordaban en punto cruz. Eso fue vulgarmente signo de que la abuela veía como un lince. Pero no es cierto. La abuela bordaba en punto cruz, pero no veìa una vaca a un metro de distancia. La abuela tenía unas cataratas impresionantes, y lo ùnico que podía hacer bien, era bordar. ¡Ojo!
20 de diciembre de 2008
Por qué converso tanto con las personas en la Óptica
En cuatro décadas conocí miles de personas. Serán muchas más que una por día, tal vez el promedio sea 4 o 5. Pero me refiero a conocer, a conocer un poco más profundamente. Digamos que 2 por semana.
Sí, porque en mi óptica nos ponemos a conversar con la persona, me interesa su vida, porque yo le resuelvo un problema a una persona, no a un par de ojos. Los que no son clientes de mi óptica dirán ¿cómo un óptico puede resolverle un problema a una persona? Dirán: la receta la hace el médico, yo me elijo el armazón que me gusta. ¿Qué hace el òptico? Cumple con la orden de la receta. Entonces ¿cómo puede decir Eva que le resuelve un problema a una persona.
Si alguno de mis clientes estuviera leyendo esta entrada, seguramente daría fe de lo que voy a explicar. Todo empezó cuando el país se hizo pomada y entró el gran capital a la Medicina a subvertir el orden de las cosas como eran antes de ahora. Hace mucho tiempo.
Cuando yo me recibí, los oculistas atendían en su mayoría en sus consultorios. Las personas no tenían Medicina Prepaga. O iban a los hospitales públicos, o pagaban una consulta particular. Las personas eran pacientes de tal determinado Oculista. Los Oculistas atendían a los pacientes casi una hora por persona. Las consultas nunca fueron baratas, pero tampoco nada imposible. La gente consideraba justo el valor de lo que se llamaba “el honorario”, por los servicios que el profesional le brindaba. Todavía quedan pacientes unidos a esa relación con sus oculistas particulares. Muchos siguen la relación, a pesar de tener Medicina Prepaga. Pero se trata de Oculistas de más de 60 años, y de pacientes de esa edad o más.
Las generaciones más jóvenes no lograron establecer un vínculo con un Oculista, salvo pocas excepciones de personas con problemas muy serios. Los especialistas van rotando de Obra Social, dejan de pertenecer a la cartilla, o incluso habiendo continuado en la cartilla, el poco tiempo del que disponen para la consulta, la poca paga que se les hace, no los deja dedicarse al paciente como era antes, ni fundar una relación donde el médico se acuerda del nombre del paciente cuando lo vuelve a ver. Quince minutos por persona, a toda velocidad, y que pase el que sigue.
Un día, hace mucho tiempo, cuando irrumpieron los Sanatorios con Medicina Prepaga, las recetas de muchos oculistas empezaron a ser deficientes. Los anteojos no salían bien. La gente no estaba conforme, tenía otra expectativa del resultado y se decepcionaba. La fórmula de muchos colegas era responder “se tiene que acostumbrar”. A mí eso no me conformó. Pero me sentía impotente. ¿Qué hacer?
Lo peor era cuando la receta estaba francamente equivocada, cuando la persona decía: ¡ah no, yo no veo nada con ésto! Entonces venía mi drama. No querían pagar el anteojo, porque obviamente estaba mal. Pero yo no tenía la culpa, había cumplido fielmente con la receta. Llevarse el anteojo sin pagar para ir al Oculista a que diga quién tuvo la culpa, yo no lo podía permitir, por demasiadas razones. El Oculista, si se daba cuenta de que había cometido un error, no lo reconocía nunca. Decía que los anteojos están mal hechos, que estaban mal “centrados”. Y con eso, CON ESO, habían encontrado el modo de zafar. El centrado no es la graduación. Estaban diciendo que la graduación estaba bien, pero que otra cosa, algo que el paciente no entendía, que parecìa gravísimo que se llamaba “el centrado”, estaba mal. El paciente volvía a la óptica diciendo lo que decía el médico. Pero el óptico decía que “el centrado” estaba bien. Entonces el paciente se retiraba y no volvía nunca más al médico aquel NI AL ÓPTICO. Abandonaba a los dos.
Me pasó con buenos clientes, con gente que había confiado en mí, y que ahora me abandonaba, en la injusticia más absoluta, y ante mis ojos se iba abriendo el panorama de una situación ingobernable, que no podía continuar.
Yo debía involucrarme en la receta oftálmica. Yo debía poder encontrar DÓNDE ESTABA EL ERROR DE UN OCULISTA, cuando eso sucedía. Pero no me habìan enseñado refracción, estaba prohibido para los ópticos involucrarse en la refracción, era exclusividad del Oculista.
Si lograba identificar el error de un oculista, iba a tener un as en mi mano. Cuando el cliente dijera que no veía bien con los anteojos, con el error identificado por mí, el Oculista iba a estar entre la espada y la pared, debía reconocer el error y arreglarse con el problema que se le armaba con el paciente.
La cuestión era que yo quedara a salvo de semejante injusticia, que yo no perdiera un cliente inmerecidamente, y también salvar al cliente de una maquinación deleznable. La plata perdida no era mi problema, yo era capaz de pagar nuevos cristales con tal de salvarme de una mentira.
Entonces me compré una Caja de Pruebas, que es una caja con una serie de cristales de graduaciones de todo tipo, que el Oculista usa para hacer la refracción. Y comencé a comprar libros sobre refracción, y a estudiar. Y no quedaba nunca satisfecha con lo que leía. Profesores de Universidades de EEUU, nombres famosos, y no estaba satisfecha. Estoy segura de que los grandes profesores guardan para sí los secretos de la refracción. Que es algo muy refinado, como una técnica cualquiera que hasta para hacer un huevo frito lleva el color de su dueño.
Lo que explican no alcanza, es insuficiente. Hablan también de la “destreza que se adquiere con el tiempo”, en fin. Uno compra libros para ahorrar tiempo, no para que le digan que bueno, con el tiempo va a aprender.
Asì que me puse a pensar la problemàtica por mi cuenta, y a resolver por mí misma, los problemas que se presentaban en develar los defectos refractivos del ojo. No se olviden que yo estudié Ciencia y Método Cientìfico en la Facultad de Ciencias Exactas, y mi adiestramiento mental en orden al método científico no se perdió nunca.
Yo quería un método. Para mí las cosas serias requieren de método, no acepto las improvisaciones ni las intuiciones. Necesitaba elaborar un método preciso y riguroso. Y lo logré. Llevó su tiempo, pero lo logré. Llevó el tiempo necesario, el tiempo que exige cualquier investigación. Su propio tiempo. Dos años pasaron de intensas experiencias y conclusiones.
Cuando me convencí de que debìa hacerlo sola, comencé a seguir un plan de investigación. Las problemáticas tienen un orden de dificultad. De acuerdo al orden de dificultad establecí un orden de resolución. Fui encandenando una serie de pasos que avanzaban desde la menor dificultad hacia la mayor. Siempre acotando la problemàtica, hasta alcanzar el punto óptimo, inmejorable, de cada paso, antes de pasar al siguiente.
Yo sabía que además de por mí, era por el bien de la gente. Así que, cada persona que traía una receta, recibía el convite de mi parte, a comprobar si la receta era correcta o si tenìa algún error. Cuando tenía sentado al paciente frente a los optotipos de la pared, antes de comprobar la receta del mèdico, implementaba mi técnica en desarrollo, a ver si yo llegaba por las mías al mismo resultado que el Oculista.
Los primeros tiempos no tenía el dominio total de la cosa. No llegaba a la revelación óptima del defecto refractivo, sabìa que me faltaba avanzar. Pero estaba en el camino correcto. Iba comprobando que los primeros pasos estaban bien implementados, pero para lo que yo quería faltaba método que elaborar. Yo quería un mètodo que me llevara a conseguir la visión perfecta o la mejor visión posible de una persona, a una refracción perfecta, de un modo indudable, por un método científico.
Ya podía detectar el defecto del oculista y podía corregirlo, pero no podía mejorarlo, no podía seguir adelante, no podìa saber si la persona podìa llegar a ver mejor todavía. Y yo sabìa que eso era lo que habìa que conseguir. Que no conseguir la mejor visión posible de una persona, era un absoluta inmoralidad.
Para ese entonces encontrar los defectos de una receta ya fue un gran triunfo. Decirle al paciente que la receta tenía un error, antes de hacer el anteojo, me salvó de enormes disgustos. Y me trajo muchos nuevos clientes. El paciente, asombrado de la situación, en esas ocasiones, solía y (suele) decir ¿entonces para qué fui al Oculista?
¿Por qué es una inmoralidad no conseguir la visión perfecta o en su defecto, la mejor visión posible de una persona? La respuesta a esta pregunta abre un panorama fenomenal de la influencia de la visión en la vida del ser humano, pone sobre la mesa un enorme espectro de consecuencias anímicas, psíquicas y también físicas.
Dejar a mitad de camino la calidad visual de una persona es imperdonable, por cosas que explicaré en detalle más adelante, por ahora digo que es de la mayor impunidad, ya que no existe oficialmente un rango que califique el punto óptimo de una refracción. No existe una prueba que demuestre que el refraccionista consiguió lo mejor de la refracción y que nada mejor es posible. No existe porque a nadie le importa calificarse a sí mismo. Nadie está interesado en ponerse un yugo al cuello. Por eso no existe. Se prefiere el libre albedrío, que salga como se pueda, sin saber si pudo ser mejor. El refraccionista abandona según sea la ocasión. Nada lo obliga a seguir más adelante. Se para cuando quiere, cuando está cansado, cuando no sabe más. Cuando su conciencia le dice que ya es suficiente.
Dejar a mitad de camino la calidad visual de una persona es imperdonable, porque lo que se hace de ese modo es limitarla, limitar la calidad de su trabajo, limitar la calidad de una percepción que puede ser fundamental para un científico, para un artista, que puede ser la causa de haber perdido el empleo, de ser ineficiente, de no prestar atención, de no conseguir concentración en una tarea, de dormirse leyendo, de creer que se ha perdido el interés por la lectura, por el cine, de estar deprimido, de ser pesimista, de tener una contractura muscular, de tener acidez estomacal, ùlcera, pánico, paranoia, autismo, obsesión, neurosis, dispersión, autodesvalorización, etc.
El hecho más insólito con el que me encontré estudiando la situación, es con la fuerza opositora del propio paciente. El y su subjetividad empañan el panorama. Todos creen que saben si ven bien o mal. Todos creen que su propia calificación es la justa. Éste es un hecho tan lamentable, y tan clarificador hasta visto desde el punto filosòfico, que así como hizo Freud cuando descubrió el fenómeno de la transferencia, así yo lo integré a mi lucha contra el paciente cuando es su peor enemigo creyendo que sabe lo que dice. Cuando un paciente dice que no ve bien con el anteojo, a veces falla el oculista, pero a veces sobran las expectativas, y otras veces, el paciente cree que ve bien cuando ve mal. Hay algunos que no ven nada y dicen que ven bien. Otros que ven bien, y dicen que no ven nada. Y en general, todo el mundo que cree que ve bien, no se da cuenta que no tiene con qué comparar. Profundizaré en ésta temática.
Los casos que yo he visto en mi vida limitados innecesariamente por falta de precisión en la refracción, o por subjetividad errada de la persona, han sido algunas veces de terror. Imagínense ustedes un neurocirujano, que tenía la corrección sin los astigmatismos, algo que le bajaba la visión de 10 décimas a 7, y que condenaba toda su visión a una imagen enfocada pero algo difusa en cierto ángulo. Cuando yo le descubrí la faltante y alcanzó las 10 décimas, lo primero que hizo fue decir lo siguiente: ¿Y yo operé así toda la vida?
Otro caso que me conmovió fue el de un violinista clásico, el concertino de un orquesta importante, que había perdido su concentración emocional para la ejecución dedicado a la concentración para el enfoque. Pero él no se habìa dado cuenta que tenía este problema. El creia sinceramente que habìa empezado a fallar como ejecutante.
Desde que le conseguí el enfoque perfecto, empezó a relajarse y poder integrarse a la orquesta. Me contó que el Director le llamaba la atención sobre su interpretación, que lo humillaba frente a los demás, preguntándole ¿en què mundo está flotando?, si está sordo, que no podía ser el concertino estando sordo. Tenía problemas de visión y parecìa sordo. He aquí la punta del hilo de la madeja. Nadie se daba cuenta de que no veía, ni siquiera él mismo.
La visión es algo tan extraordinario, algo que tiene que ver con toda la persona, algo que la puede modificar profundamente, que puede determinar su carácter, sobre todo en la infancia, cuanto menor se es, así como cuanto mayor es el problema, mayor es la influencia de la vista en toda la vida de una persona.
El caso más extraordinario de todos, el màs conmovedor, es el de una nena de 7 años, diagnosticada de autismo, condenada a ser autista aunque no lo era, sólo porque nadie se habìa dado cuenta de que era miope, ni siquiera el oculista. Y yo lo descubrí. Tengo ese orgullo, tengo esa medalla que nadie me entregó, pero que la tengo guardada como el mayor de los trofeos. Le cambiè el destino a una nena, le hice un torniquete a la impunidad del oculista. Y de paso les cuento: el papá de la nena le rompió la cara. Prometo hacer un post con “El caso de la nena que no era autista”, no lo van a poder creer.
Bueno, todo esto vino para explicarles por qué yo converso tanto en mi óptica.
De las primeras conversaciones, a veces sale alguna conversación aledaña, sobre polìtica, sobre arte, sobre lo que sea que haya surgido aparte del tema de los anteojos. Esas conversaciones aledañas, junto con la original, me hacen conocer muchas historias. La gente cuenta cosas. La gente necesita hablar. Que la escuchen. Y a mí también me gusta hablar, y si encuentro una persona con la que hay comunicación, hablamos, y a veces fundamos una relación que perdura en el tiempo, que genera una lealtad del cliente hacia mí, y una corriente de simpatía mutua. Y cariño, mucho cariño, mucha felicidad de volver a vernos, cada vez que necesitan cambiar los anteojos.
Esos clientes, con los que converso además de lo que me interesa como óptica, de otras cosas, son clinetes especiales. Llegan y me paro para darles un beso y un abrazo sentidos, y siento que me quieren y yo los quiero.
Lo curioso es que ahora este blog también se ha convertido en un medio de relación con mis clientes especiales. Hoy vinieron Benjamín y Liliana a retirar los anteojos de Liliana. Son una pareja que atiendo hace años, son dos personas con las que conversamos de otros temas . Benjamín leyó los Cuentos de la Óptica y tiene su preferido.
19 de diciembre de 2008
18 de diciembre de 2008
Campaña Estúpida
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Pupi Espinoza:
La frase "ya lo sabés", puede inducir a error a mis lectores haciendo suponer cosas que no son. De tu frase sólo se puede inducir que manifestaste una opinión, que suponés que yo la leí, y suponés que yo me advertí de ella. Pero son meras suposiciones tuyas. Es casi seguro que yo no haya leído algo que vos hayas escrito, o que de haberlo leído, no lo haya registrado.
Ahora, pasemos a la controvertida afirmación de que "yo no permití la concurrencia de los lectores" a la Reunión Bloguera. Simplemente, NO CONVOQUÉ a los lectores. Mal puedo haber impedido la concurrencia de quien no convoqué.
Estuvo claro para la totalidad de los lectores, que son miles en Artepolítica, que la reunión era de blogueros. Estuvo claro desde el título elegido "Reunión Bloguera". Pero no soy culpable de quienes hayan tomado la iniciativa de convocarlos por su cuenta, induciéndolos a error, sin hacerse cargo el que invitó de trabajar para conseguir lo que pretendía ponerme sobre mis hombros.
Es increíble que tenga que explicar algo tan primitivo como lo que se les explica a los chicos de la primaria, que es la elemental comprensión del texto.
Pero yo sé que no es falta de comprensión de texto lo que te mueve a vos a escribir este comentario, sino alguna operación maliciosa y miserable, que además de ser de un chiquitaje infame, está dirigido a una persona que está padeciendo fìsicamente, y que hizo lo que pudo con sus pocas fuerzas físicas, para reunir a los pocos blogueros que conoce y celebrar con ellos el fin de año, porque sabía que nadie más iba a hacerlo.
Que padezco físicamente, vos lo deberías saber. Pero lógicamente, tenés derecho a no haberlo registrado. Uno puede no saber lo que no le interesa saber. Aunque creo que te mandé un mail explicàndote la situación bastante claramente. Tampoco puedo pedirle ni la mínima piedad a una persona que pasó por encima de la piedad y alcanzò los niveles de crueldad necesarios para salvar a los pobres mediante las armas.
Por supuesto que no lo dije a nadie en la reunión de mis padecimientos. El cuerpo se me estaba partiendo en dos y apenas si podía soportar los dolores, y buscaba afanosamente la posición en la que no me agarraran los calambres en el torso, porque eso es lo único que no puedo ocultar a los demás.
Vengo padeciendo de ésto casi desde el momento en que empezó la cuestión del campo contra el Gobierno. Me estoy atendiendo en la Obra Social del Periodismo, con la desidia más espantosa de los médicos, con la incompetencia más atroz de una Obra Social que echa a la mitad de sus médicos, que está en una virtual quiebra, y que dejó de tener una cartilla médica. No importa, en cualquier momento llegará algún síntoma inequívoco. A mi edad no me toman en otra Obra Social, ya voy a tener a Pami, pronto.
Además, cuanto más padezco, más deseos tengo de que eso no me abrume y me impida disfrutar de la vida. Más fuerte es mi deseo de construir, cuanto menos puedo. No tengo miedo de morirme, porque la vida me atrapa, y al haber llegado hasta hoy, entrando en la etapa menos linda de la vida, me obsesiono por ganarle terreno al abatimiento y en desafiar mis propias fuerzas. Yo sigo siendo por adentro una mujer de los sesenta, con su revolución mental, con el amor libre y la dignidad de género.
16 de diciembre de 2008
Bush, un zapato para el asador !!!
13 de diciembre de 2008
Flor de Artepolítica
Grandes obras de la literatura universal del siglo XIX y principios del XX, fueron publicadas primero en folletín en los diarios. Una de ellas es el Robinson Crusoe. El proceso de publicación semanal, iba generando repercusión en los lectores, y ésto a su vez influía en el autor para continuar o cambiar el rumbo elegido. El éxito de público lector determinó a muchos editores a llevar el texto del folletín a la edición de novelas completas en libros. Así escribió Emilio Zola su Naná.
Contradicto está tratando de reemplazar al extinto personaje de Patoruzú, que aparecía en historietas, y que tenía a amplísimos sectores del público argentino cautivos de sus aventuras. Pero en lugar de hacerlo desde una historieta, lo está trayendo al mundo desde la literatura, y de la buena. El nuevo personaje parece que se va a llamar El Capitán Choripán.
¿Quién sabe lo que puede llegar a ser este personaje nacido de los blogs? ¿Quién sabe si no se convierte en un personaje famoso como Patoruzú? ¿Quién sabe si algún dibujante no lo toma como guión para hacer una nueva historieta? Por lo pronto, desde la literatura es un fenómeno emocionanate. Literatura historietada. Historieta literaria. ¿Un estilo nuevo tal vez?
Contradicto ya publicó 5 post consecutivos. Empezá por la primera del 3 de Diciembre de 2008: Historia en ciernes.
Si querés leer las entregas ya publicadas en forma consecutiva, clickeá en este link: http://artepolitica.com/author/contradicto/
Y dejá un comentario para estimular al autor, para que vea tu presencia de lector. Es sólo una sugerencia.
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10 de diciembre de 2008
MEGAPROYECTO DE CRISTINA EN RUSIA
La jefa de Estado Argentina fue recibida por Putin en el Salón Dorado de la Casa de Recepciones, ocasión en la que el primer ministro ruso destacó que "nuestras relaciones comerciales crecieron 5 veces y asciende a 1,5 mil millones de dólares".
Putin dijo que se "firmarán tratados de cooperación tradicionales y nuevos" y recordó que "Argentina produce cerca del 20 por ciento de energía con maquinas rusas". Informa Telam.
Las cifras dadas hace 10 minutos por la televisión de la CNN, son las siguientes:
El comercio bilateral ruso-argentino, en el año 2003, no llegaba a 400 millones de dólares.
Año 2003: 300 a 400 millones de dólares.
Cinco años después, llega a 1.500 millones de dólares y termina con 2.000 millones.
Fin de Año 2008: 2.000 millones de dólares.
El Megaproyecto Argentino-Ruso consiste en la construcción de un Gasoducto entre Bolivia y Argentina, que según la CNN, superaría enormemente las cifras de las anteriores inversiones rusas en la República Argentina.
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9 de diciembre de 2008
¡Qué Reunión Bloguera!
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Pino Solanas, su política buitre y la resolución de Ballesteros
Leer el post..
Cuentos de vida
Lady D también estaba embarazada de su primer hijo. El papá de mi hijo decía que nuestro bebé tenía mejor ajuar que el hijo del Príncipe Carlos. Eran épocas de todo importado, y yo, eufórica por mi maternidad, había comprado el mejor cochecito de Harrod's y las ropas y utensilios para bebé, de lo más hermosos que encontré. Leer completo...
El plomero, que aparece con su bonete inmenso sobre el cual tiene una estrella, trae consigo herramientas que como la varita mágica, sólo obedecen a su secreto conjuro. La casa es un poco vieja, me dijo al irse, la próxima vez no le va a poder cambiar el cuerito a la canilla, va a tener que cambiar los caños. La sentencia estaba echada.
Cinco años después, es decir, ahora, se volvió a romper el cuerito y volvió a gotear la ducha. Leer más...
La Susi, mi mejor amiguita, tenía una enorme muñeca de trapo que yo no conocía, y la abrazaba y la ponía en el suelo a caminar, y la muñeca blanduzca se bamboleaba sacudiendo las trenzas rubias de hilos de lana de tejer.Leer Más...
La Revolución Libertadora trajo un cambio a la Escuela. Desaparecieron los carteles que cubrían las paredes en su parte superior tocando el techo de mi aula. De letras inmensas, decían "Segundo Plan Quinquenal-Perón cumple-Evita dignifica". La palabra "quinquenal" me encandilaba con sus sonidos juguetones, y no entendía bien qué quería decir "dignifica".
La presencia de Perón y Evita se trocó por paredes ascépticas, vacías, que me impresionaron cuando volví a la Escuela, después de unos días de asueto. El retrato de San Martín lucía ahora solitario y único símbolo del aula, como frío testimonio en blanco y negro de una historia lejana, sin la companía de aquellos carteles de colores alegres, de fondo amarillo y letras rojas, que representaban cosas del presente. Leer más...
Bueno, te estaba diciendo. Resulta que me puse a leer la historia del guefilte fish, en un libro antiguo de cultura idish. Vos sabés que a mí me gustan los libros, no voy a dejar de leer libros sólo para que mi cuñada no se sienta mal. Entonces leí que el guefilte fish estaba formado por tres distintas clases de pescado por una razón. Yo siempre me pregunté cuál serìa la razón de que fuera necesario hacerlo de distintos pescados. Leer más...
Mi nene era muy chiquito, recién ese año se había dado cuenta del personaje de Papá Noel. Su papá se disfrazaba y hacía las delicias de todos los chicos. Le habíamos dicho que iba a venir Papá Noel, con una bolsa de regalos. Leer más...
Capítulo 1. El extraño caso de mi hermanito y la palmeta
Un día apareció Raid.
Un aviso novedoso decía por televisión: ¡con la palmeta NO! ¡Llegó Raid! y aparecía en un dibujo animado, una palmeta estrellando insectos en la pared enchastrada de moscas aplastadas, y luego una señorita disparando el Raid por el ambiente. Mi hermanito y yo estábamos mirando televisión, y ambos nos asombramos. Leer más...