Mark Richard, un abogado del Departamento de Justicia de EEUU que murió en 2009, editó en el año 2006 la versíon final de un informe sobre la entrada de nazis al país con conocimiento de las autoridades, pero murió sin verlo publicado en los medios, lo que era su sueño. El informe secreto de 600 páginas, que acaba de filtrarse a la prensa, documenta sobre funcionarios de inteligencia que ofrecieron refugio a nazis y colaboradores después de la Segunda Guerra Mundial.
El New York Times fue el primero en obtener una copia que el Departamento de Justicia había tratado de mantener en secreto. También aparece en la Web de National Security Archive, un grupo de investigación de la Universidad George Washington de Washington D.F.
El informe habla de la OSI, la oficina de investigaciones especiales del Departamento de Justicia que se creó en 1979 para deportar nazis. Documenta que funcionarios estadounidenses reclutaron nazis bajo la orden de fachada de reclutar "científicos" que había dado el presidente Harry Truman. Se asegura que a los nazis "los funcionarios del Gobierno ciertamente les garantizaron la entrada a pesar de que conocían su pasado".
A Arthur Rudolph, miembro del partido nazi y director de una fábrica de cohetes donde se obigaba a trabajos forzados, le fue permitida su entrada en 1947 porque era interés de los EEUU su conocimiento sobre cohetes.
Otto Von Bolschwing, colaborador de Adolf Eichmann, el creador de la solución final, para los judíos, fue contratado como agente de la CIA. Hay un documentación donde se intercambian opiniones sobre qué hacer si se descubre su pasado nazi, si "negarlo o explicarlo". En 1981 el departamento de Justicia tuvo intención de deportar al nazi pero murió ese año. Desde su creación, la OSI deportó más de 300 nazis.
Tras editar la versión final en 2006, Richard pidió a altos funcionarios del Departamento de Justicia que publicasen el Informe, que él consideraba una pieza crucial de la Historia, pero su solicitud fue denegada.
Ayer domingo el New York Times reveló el informe. Seguramente ha de ser un documento que sacudirá a muchos ilusos y resultará incomprensible para los que ven en el cine de la Segunda Guerra la vocación norteamericana por la lucha contra el nazismo y el fascismo.
De esos elementos terminó nutriéndose la CIA y la política de la guerra fría norteamericana.
El New York Times fue el primero en obtener una copia que el Departamento de Justicia había tratado de mantener en secreto. También aparece en la Web de National Security Archive, un grupo de investigación de la Universidad George Washington de Washington D.F.
El informe habla de la OSI, la oficina de investigaciones especiales del Departamento de Justicia que se creó en 1979 para deportar nazis. Documenta que funcionarios estadounidenses reclutaron nazis bajo la orden de fachada de reclutar "científicos" que había dado el presidente Harry Truman. Se asegura que a los nazis "los funcionarios del Gobierno ciertamente les garantizaron la entrada a pesar de que conocían su pasado".
A Arthur Rudolph, miembro del partido nazi y director de una fábrica de cohetes donde se obigaba a trabajos forzados, le fue permitida su entrada en 1947 porque era interés de los EEUU su conocimiento sobre cohetes.
Otto Von Bolschwing, colaborador de Adolf Eichmann, el creador de la solución final, para los judíos, fue contratado como agente de la CIA. Hay un documentación donde se intercambian opiniones sobre qué hacer si se descubre su pasado nazi, si "negarlo o explicarlo". En 1981 el departamento de Justicia tuvo intención de deportar al nazi pero murió ese año. Desde su creación, la OSI deportó más de 300 nazis.
Tras editar la versión final en 2006, Richard pidió a altos funcionarios del Departamento de Justicia que publicasen el Informe, que él consideraba una pieza crucial de la Historia, pero su solicitud fue denegada.
Ayer domingo el New York Times reveló el informe. Seguramente ha de ser un documento que sacudirá a muchos ilusos y resultará incomprensible para los que ven en el cine de la Segunda Guerra la vocación norteamericana por la lucha contra el nazismo y el fascismo.
De esos elementos terminó nutriéndose la CIA y la política de la guerra fría norteamericana.