Un médico de un Servicio Privado de Psiquiatría, reportó a un periodista de un diario de la Argentina, que entre el mes de febrero y marzo de 2009, se incrementó constantemente la solicitud de atención a domicilio de urgencia psiquiátrica.
Once personas adultas sufrieron ataques de pánico, como reacción a la inseguridad que se está viviendo, pasando a ser diagnosticadas de agorafobia o de claustrofobia, enfermedades de larga evolución.
Entre las once personas atendidas, sólo dos de ellas tienen nivel de estudios terciarios, y casualmente sólo esas dos personas, cumplieron con la recomendación del médico, de dejar de mirar los canales de televisión donde transmiten noticias, y escuchar en la radio solamente música. El resto no cumplió con la recomendación, porque dice que tiene más miedo todavía, si no se entera de las noticias.
Los dos pacientes que cumplieron con la recomendación del médico, han dejado de sentir agorafobia, por lo que se entiende que la enfermedad no está en el sustrato de su personalidad, sino que fue reactiva a la difusión de las noticias.
Esas dos personas fueron convocadas por la dirección del Servicio de Psiquiatría, a integrar un grupo terapéutico, junto a las otras personas afectadas por el pánico y agorafobia, con el fin de instar al resto a dejar de ver en la televisión noticias sobre criminalidad.
La primera reunión ocurrió el 3 de marzo próximo pasado. De las personas convocadas concurrieron solamente siete, contando los dos recuperados. De entre las personas que concurrieron solamente dos cumplieron con la recomendación, y en los días siguientes comenzaron a sentirse recuperadas de la enfermedad.
La segunda reunión ocurrió el día de ayer, 11 de marzo, a la que concurrieron solamente las cuatro personas recuperadas, y como una de ellas es de profesión abogado, les propuso al resto presentar un recurso de amparo a la Justicia para exigir al Estado una Ley de Radiodifusión que reduzca el tiempo de difusión de crímenes en los noticieros y en los avances de la televisión, estableciendo un porcentual de tiempo limitado, fijo y máximo, decisión que devenga de integrar también a la consideración informes de peritos psiquiátricos.
La empresa médica de ese servicio de Psiquiatría se integró a través de su dirección a la demanda, y todos juntos piden al Juez la protección de sus identidades y del nombre de la institución médica.
El grupo demandante se comunicó con el periodista a quien se habían presentado los informes de la situación el día 2 de marzo próximo pasado, y que al mismo tiempo había sido invitado a concurrir a la reunión a producirse al día siguiente 3 de marzo a la que no concurrió, para saber por qué no había sido publicado el informe.
El periodista contestó que el diario no se había interesado en su concurrencia a la reunión y que su editor había recibido la orden de retener esos informes hasta próximo aviso, dando una explicación que él mismo consideraba una excusa, que se reclutarían informes de estadísticas mayores, para elaborar próximamente una nota de más profundidad informativa.
Dado que las empresas periodísticas son a su vez multimedios que poseen canales de televisión, es de esperar que no difundan a la población los informes médicos que limitarían su actividad mercantil, la cual incrementa los ingresos por publicidad si las noticias son de carácter criminal, sensacionalista y macabro.
Difunda usted este mail entre sus personas conocidas, por la salud de su familia, y hasta que no haya una Ley que racionalice el sensacionalismo y el daño que ocurre sobre la población, mantenga preferentemente apagada la televisión en lugar de dejarla encendida todo el tiempo.
Tome en cuenta que la televisión, a diferencia de otros medios, tiene un poder invasivo máximo sobre la persona, porque penetra a través de la vista y los oídos al mismo tiempo, a diferencia del diario y de la radio. La radio lo hace sólo por los oídos y el diario sólo por la vista. En estos dos últimos casos, hay mayor intervención de la voluntad tanto para el acceso como para el egreso. La televisión tiene poder de cautividad, y debilita el libre albedrío, tanto para el acceso como para el egreso.
Tome en cuenta que el poder de captación sensorial máximo que tiene la televisión es peligroso, y que los modos de manipulación para cautivar el interés de un teleespectador pasivo se han desarrollado exhaustivamente.
(Nota de la Redacción: Este mail es falso, producido como ejemplo de cómo se puede armar un informe manipulatorio, en el marco de una operación política, para mandar por mail y alarmar a los incautos lectores. Si usted envía este mail, hágalo sin borrar esta aclaración, para que el lector pueda quedar amparado de los futuros mails alarmistas que reciba, con el objeto de aumentar su estado irracional respecto de la Inseguridad, en el marco de una operación política contra el Gobierno, emprendida a todas luces por los medios de difusión, entre los que la televisión es su principal agente de inteligencia)