ESCENARIO DESPUÉS DE UN GOLPE.
El que no quiera ver que se haga el ciego. Ayer tuvimos la escenografía montada, en tiempo real. Sólo hace falta hacer una mínima inducción para ver el peligro sobre el que estamos montados los argentinos. La radiografía del golpe a Correa muestra el agujero negro del poder escondido detrás de estos policías usados por el golpismo. Acá los hemos llamado "destituyentes".
Falta poco para las elecciones, y la derecha -y requechos varios- atesoran el sueño de ganar y hacer, con la ley en la mano, lo mismo que hubieran hecho a la legislación con un golpe militar: un borrón y cuenta nueva, pisoteando cada logro kirchnerista, dejando al país otra vez servido al imperialismo.
La subida de cualquiera de la derecha, incluso del radicalismo, fabricaría, salvo por el salvajismo de las armas, un escenario político muy parecido a un golpe. Si Alfonsín fue frágil,"Alfonsinito" parece de manteca. Apareció a la luz recien después de la muerte del padre, y a nadie se le pasa que sólo existe por el apellido. Y en el radicalismo pululan, además, alimañas, fieras y sabandijas, como Gerardo Morales, Oscar Aguad y Judas Iscariote Cleto Cobos de Mendoza.
Si no gana Kirchner, gana la derecha.
Permitámonos decir, aunque sea entre nosotros, la verdad decantada del estiércol que usó la oposición para sepultarla ante la opinión pública mediatizada.
El respeto del Estado por la ley y la democracia, por los mecanismos constitucionales, por los derechos humanos, por los derechos civiles, ha sido único en la historia de la Argentina con los gobiernos de los Kirchner. Esta es la verdad más calumniada de todas. Por eso la derecha insiste tanto en la calumnia, porque en realidad es todo lo contrario.
Nunca antes de Kirchner supimos qué pasaba con el Indec. A nadie le preocupó nunca. Ni en la Dictadura. Hicieron del Indec su bandera. Los números del Indec los volvieron locos, como si fueran ellos mismos los acreedores de la Argentina en lugar de lo que son: sus lacayos.
Jamás hemos visto tanta transparencia en el regimen institucional. Jamás hemos visto en un gobierno tantas figuras de valor y calidad intelectual. Y tantos aliados de la misma envergadura: personas capaces de elaborar discursos que nos emocionan, que nos enorgullecen. Pensemos en los discursos de Rossi en el Congreso, en sus discusiones en televisión. Pensemos en la preparación académica de Marco del Pont. En la cultura política, seriedad y verba de Silvia Vázquez. En Heller y Sabatella. En Carlos Raimundi. En Víctor Hugo Morales. Me saco el sombrero.
Y jamás hemos visto tanta incompetencia como la de la oposición. A la que nos hemos cansado de humillar sin pretenderlo. Que se ha puesto en ridículo tantas veces, tantas noches de risa prodigadas gratuitamente a la producción de Gvirtz de 6,7,8. Sólo recordemos episodios como el de la magnífica Marco del Pont yendo al Congreso y no permitiéndosele su defensa. Y luego al Ministro Amado Boudu, darle catilinarias a Gerardo Morales. Ni qué hablar de los discursos plagados de servilismo ideológico vacío, como los de la dupla Silvana & Pato, las mucamitas del monopolio.
Si hubiera un golpe, o la derecha ganara las elecciones:
¿Te animás a seguir esta lista? ¿Te animás a pensar qué haría un gobierno que no fuera kirchnerista, surgido de las próximas elecciones? ¿Te animás a poner en concreto qué le espera a la Argentina si no gana Kirchner? Te escucho.
Dijo Almita:
El que no quiera ver que se haga el ciego. Ayer tuvimos la escenografía montada, en tiempo real. Sólo hace falta hacer una mínima inducción para ver el peligro sobre el que estamos montados los argentinos. La radiografía del golpe a Correa muestra el agujero negro del poder escondido detrás de estos policías usados por el golpismo. Acá los hemos llamado "destituyentes".
Falta poco para las elecciones, y la derecha -y requechos varios- atesoran el sueño de ganar y hacer, con la ley en la mano, lo mismo que hubieran hecho a la legislación con un golpe militar: un borrón y cuenta nueva, pisoteando cada logro kirchnerista, dejando al país otra vez servido al imperialismo.
La subida de cualquiera de la derecha, incluso del radicalismo, fabricaría, salvo por el salvajismo de las armas, un escenario político muy parecido a un golpe. Si Alfonsín fue frágil,"Alfonsinito" parece de manteca. Apareció a la luz recien después de la muerte del padre, y a nadie se le pasa que sólo existe por el apellido. Y en el radicalismo pululan, además, alimañas, fieras y sabandijas, como Gerardo Morales, Oscar Aguad y Judas Iscariote Cleto Cobos de Mendoza.
Si no gana Kirchner, gana la derecha.
Permitámonos decir, aunque sea entre nosotros, la verdad decantada del estiércol que usó la oposición para sepultarla ante la opinión pública mediatizada.
El respeto del Estado por la ley y la democracia, por los mecanismos constitucionales, por los derechos humanos, por los derechos civiles, ha sido único en la historia de la Argentina con los gobiernos de los Kirchner. Esta es la verdad más calumniada de todas. Por eso la derecha insiste tanto en la calumnia, porque en realidad es todo lo contrario.
Nunca antes de Kirchner supimos qué pasaba con el Indec. A nadie le preocupó nunca. Ni en la Dictadura. Hicieron del Indec su bandera. Los números del Indec los volvieron locos, como si fueran ellos mismos los acreedores de la Argentina en lugar de lo que son: sus lacayos.
Jamás hemos visto tanta transparencia en el regimen institucional. Jamás hemos visto en un gobierno tantas figuras de valor y calidad intelectual. Y tantos aliados de la misma envergadura: personas capaces de elaborar discursos que nos emocionan, que nos enorgullecen. Pensemos en los discursos de Rossi en el Congreso, en sus discusiones en televisión. Pensemos en la preparación académica de Marco del Pont. En la cultura política, seriedad y verba de Silvia Vázquez. En Heller y Sabatella. En Carlos Raimundi. En Víctor Hugo Morales. Me saco el sombrero.
Y jamás hemos visto tanta incompetencia como la de la oposición. A la que nos hemos cansado de humillar sin pretenderlo. Que se ha puesto en ridículo tantas veces, tantas noches de risa prodigadas gratuitamente a la producción de Gvirtz de 6,7,8. Sólo recordemos episodios como el de la magnífica Marco del Pont yendo al Congreso y no permitiéndosele su defensa. Y luego al Ministro Amado Boudu, darle catilinarias a Gerardo Morales. Ni qué hablar de los discursos plagados de servilismo ideológico vacío, como los de la dupla Silvana & Pato, las mucamitas del monopolio.
Si hubiera un golpe, o la derecha ganara las elecciones:
- suspenderían los juicios contra los represores
- indultarían y abrirían las puertas de las cárceles
- no aparecerían más nietos
- dejarían a las Madres y a las Abuelas sin apoyo, les disputarían su legitimidad, las perseguirían por haber apoyado al kirchnerismo
- anularían la ley de Medios
- anularían la AUH
- volverían a saquear las reservas del Banco Central
- instrumentarían el modelo económico que esperaba el imperialismo para después del 2001
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¿Te animás a seguir esta lista? ¿Te animás a pensar qué haría un gobierno que no fuera kirchnerista, surgido de las próximas elecciones? ¿Te animás a poner en concreto qué le espera a la Argentina si no gana Kirchner? Te escucho.
Dijo Almita:
- Barajarían nuevos jueces para todas las instancias. Sacarían a muchos.
- Quemarían "accidentalmente" todos los datos existentes en el Banco Nacional de Datos Genéticos (esa, de una)
- Perseguirían a quien hubiera sido considerado blogero K
- Idem estudiantes de las tomas
- Devolverían el futbol a TyC
- Le plantarían algo a Diego y lo mandarían en cana
- pondrian a las Fuerzas Armadas como interlocutor valido en temas institucionales
- Volverían las AFJP,
- el correo a los Macri,
- el agua a los franceses
- reprivatizarían Aerolíneas Argentinas.
- Dejaría de existir el ONCCA.
- Seguramente se buscaría alguna flexibilización laboral apoyados en los Gordos y Barrionuevo, con la patita pseudoprogre de Micheli.
- ¡Volveríamos a pedir plata al FMI !
- Y si nos ofrecen entrar al ALCA, con mucho gusto.
- Se "revalorizaría el rol de las FFAA y de seguridad" para "garantizar la seguridad interior y reprimir el narcotráfico".
- Y fundamentalmente, se dejaría atrás el pasado...