La penalización del aborto es una ley genocida.
El genocidio continúa ahora mismo, no seas cómplice!!!
¡¡¡ LEY DE ABORTO LIBRE Y GRATUITO !!!
La Argentina ha empezado a saldar las deudas de la Justicia y juzga a los asesinos del Proceso. El Inadi vigila que no haya discriminación a las minorías de cualquier origen. Los discapacitados tienen un lugar en la preocupación de las Autoridades que deben tomarlos en cuenta. Y si no lo hacen tienen a la Justicia para exigirlo. Los homosexuales han sido reivindicados y nadie hace más chistes con ellos.
¿Y la mujer? ¿En qué se avanzó con la mujer?
No somos una minoría, pero seguimos siendo discriminadas y cada vez más. Porque no tenemos todavía una ley de aborto libre y gratuito.
HABLEMOS DE LA CULTURA MACHISTA COMO RESPONSABLE DE LA FALTA DE UNA LEY DE ABORTO LIBRE Y GRATUITO, Y DEJEMOS DE ECHARLE LA CULPA SÓLO A LA PRESIÓN DE LA IGLESIA CATÓLICA
Hablemos de la exposición que se hace de los cuerpos de las mujeres en televisión, revistas y hasta en las propagandas, eso que ya es paisaje normal y parece que nadie puede oponerse al espectáculo a costa de parecer retrógrado. Eso es una cultura machista.
Se sigue con la difusión de los cuerpos perfectos, no solamente flacos y musculosos fruto de dietas y gimnasio permanente, sino además mutilados por operaciones que agregan tetas y nalgas artificiales a flacuras que traslucen los huesos detrás de las "tetas" de plástico, redondas como pelotas de fútbol colgando de la percha en el escote bajo la nuez. Eso es cultura machista.
Mareados los varones, tengan la cultura que tengan, hablan de "minas", todavía, haciendo gala de un lunfardo que ya no existe, con la impostación del varón ar-gen-tino (como diría Jorge Luz). Y la verdad es que el uso de la palabra MINA para denominar a la mujer, habría que terminarlo, como se terminó con la palabra maricón. Se acabaron los cafishios de todas las mujeres, ya los hombres no mantienen a la mayoría de ellas. Pelean la vida cargando los hijos, muchas veces solas. Y muchas veces acompañando con amor al compañero sin trabajo o con sueldos bajos.
La mujer que es llamada MINA, como las MINAS de las rocas que dan minerales para explotar, no le importa ni siquiera a Solanas. Al Solanas que defiende los recursos naturales de la Argentina, ni siquiera se le ocurrió que la mujer podría ser considerada, aunque más no sea, un "recurso natural" de la Argentina, y dejar de ser tratada con el nombre de MINA. Pero no, queda muy bien, queda muy bien que los compañeros de militancia incluso, hablen de las MINAS queriendo decir: mujeres. Si las mujeres fueran el 10 por ciento de la población, hubieran presentado ya una queja en el Inadi por el modo en que las tratan desde el habla hasta en la mitología más arcaica que permanece en la cultura.
Los homosexuales lograron que se dejen de hacer chistes imitándolos para burlarlos. Se dejó de usar totalmente la palabra maricón, o marica. A la mujer todavía no le han conferido esa deferencia. Se dice de ella en cualquier momento que es una hembra, en una calificación antisimétrica a la de macho, porque este último sería un apelativo culturalmente positivo y el otro un calificativo denigrante que reduce a la mujer a cuerpo de animal. La mujer tiene "lomo". El varón la monta. Todavía se usa el verbo íntimo que apela al coito en forma transitiva, pero sólo del varón a la mujer. La mujer "es montada" por el varón. El varón "se la" monta. Vení que " te voy a" dice el macho, con toda holgura de pecho. O le pregunta ¿querés que te...? Sólo cuando quiere hacerse servir da la orden de hacer el coito usando la forma transitiva del verbo asumiéndose como objeto. De acuerdo al habla, si él es objeto, es para ser servido, si es ella el objeto es para servirse de ella.
Y aparece Maradona poniendo el "pene" como metáfora en su boca señoreando en la Argentina.
Habla a boca de jarro como un verdadero conejillo de Indias de Freud, demostrando que todavía supervive el prestigio del pene real, del órgano que como dice el diccionario, es una excrecencia masculina, negándole al pobre Lacan la extensión del falo a otros objetos que no son precisamente la excrecencia. Simone de Beauvoir se quejó con Freud de la no esencialidad del prestigio del pene, de su circunstancialidad relativa al capitalismo. Pero ella se creía que el mundo iba avanzando hacia el socialismo. No se imaginó que el capitalismo seguía como fierro por décadas y décadas, manteniendo al pene como elemento de prestigio y dominación. Pobre Simone, en qué mundo de ilusiones maravillosas vivió aún en medio de la peor guerra conocida.
Prestigio, dominación y humillación con el pene, fue lo que levantó Maradona como herramienta de acción, cuando le dijo al periodismo "la tienen adentro". ¿Qué significa "la tienen adentro"? ¿Por qué "tenerla adentro" es símbolo de dominación y humillación máxima para nuestra Argentina? Está bien que uno acepta humillar al periodismo lacayo. Pero eso ya pasó, y ahora toca hablar en serio de porqué Maradona usó esa metáfora. Demás está decir que la metáfora es entendida por toda la Argentina, revelando que es un idioma común, absolutamente aceptado.
Tengo una amiga norteamericana que se hizo ciudadana argentina, y que quiere ir comprendiendo a los argentinos con todo respeto desde su particular cultura. Es muy democrática y progresista, repudia a Bush y se emociona con Evo Morales. A veces se siente inferior comparando cosas de su país y acá. Ama los medios de transporte colectivos, que acá son señal de vida solidaria según ella y allá no existen salvo en las metrópolis. Ama subirse a los colectivos y ya se conoce el recorrido de todos. Pero se asustó cuando fue la primera vez a una reunión de consorcio. Se fue llorando a su casa, pensando que había ocurrido una pelea atroz esa noche, algo que sobrepasaba una reunión de consorcio común y corriente. Después se enteró de que todas las reuniones eran así. Y no quiso ir nunca más. Pobre mujer pacífica del sur, tranquila, del campo.
Cuando escuchó lo que dijo Maradona abrió la boca y los ojos se salieron de las órbitas sin poder cerrar la boca por un rato, muda, como si le hubieran dado una puñalada. Nos matamos de la risa viéndola. No te pongas así le dijeron los amigos, ché qué te pasa, mientras se reían a carcajadas de su estúpida reacción de puritana.
Ella me contó un día que en la comunidad norteamericana de mujeres solteras que viven acá, decían que no se podía hacer el amor con un argentino, que acá no sabían hacer el amor, que eran muy machistas todos, que hacían el ridículo, que se las daban de levantadores de mujeres, y que en el sexo no servían a la mujer como ocurre en los Estados Unidos, que allá cualquier relación sexual empieza por proveer el orgasmo femenino antes del masculino, aún cuando no haya amor entre los dos y sea una relación de una noche que no se va a repetir. Parece que descubrieron después que el macho argentino pierde cuando se enamora, y se reían de que cuando un tipo se vuelve loco por una mujer, es capaz de bailarle la danza de los siete velos, cosa que allá no pasa ni por broma, que acá el varón dramatiza. Todo eso lo publican en Interet en inglés. Claro que puede no importarles a los varones argentinos lo que digan estas "MINAS" locas norteamericanas. Pero a lo mejor dicen la verdad. Habría que preguntarles a las mujeres argentinas y oir qué dicen. Tal vez tengan razón, cuadra mucho con las expresiones de Maradona.
Y me pregunto. ¿Qué señal para la mujer es esa de que el pene que está adentro humilla? ¿O me van a decir que el pene del hombre no tiene nada que ver con la mujer? Eso es lo último que se podría escuchar.
Compañera, compañero, es hora de avivarse, la cosa se puso sobre el tapete. La Argentina es inaguantablemente machista, asquerosamente machista. Compañera y compañero: eso nos hace mal a los dos, no sólo a la mujer. Acabémosla con eso de que tenerla adentro es humillante.
A Maradona no hay que criticarle que sea una bestia, él nació en Villa Fiorito, más allá de Caraza, donde dicen que no hay robos porque viven muchos chorros y no le van a ir a robar al almacenero que les conoce la cara. Me lo dijo mi ex-cuñada cuando vivía en Caraza con mi hermano médico, me dijo que toda Caraza decía lo mismo de Fiorito. Te lo juro, así me dijo, y perdón de todo corazón a la gente honesta que seguramente vive en Fiorito y que tal vez sea la mayoría. La cosa es que si los de Caraza hablan mal de los de Fiorito, siendo Caraza un desastre de miseria...me imagino que haber nacido en Fiorito habla claro de los orígenes de Maradona, y habla muy bien de él que haya llegado hasta donde llegó. Pero de ahí a que todos los argentinos se reconozcan en su lenguaje, es inaguantable.
A mí me importa un rábano lo que piensan de Maradona fuera del país. Me importa que los compañeros y los amigos repitan la frase de porquería que dijo Maradona. Termínenla, lo que dijo es una porquería, aunque los periodistas lacayos se lo merezcan. No sé si dieron cuenta de que ofenden a las mujeres, de que ofenden a "sus" mujeres los que las tengan, cada vez que repiten la expresión "la tiene adentro" para decir "humillo".
En la Argentina todavía se burlan por todos lados de la mujer, adjudicándole los clichés más pasados de moda. Y adjudicándose la mayoría de los varones creencias de sí mismos que no concuerdan con ninguna lógica. Hay que oir los chistes sobre la mujer para reaccionar. Que a la mujer nunca le alcanza la plata, que quiere comprarse más y más vestidos. Que la mujer habla sin parar. Que la mujer envidia a las amigas. Que las mujeres todo lo complican. Que ellas saben las cosas de la casa. Que los hombres no usan el lavarropas porque los botones no responden a los genitales masculinos. Que el hombre no se preocupa por lavar el inodoro mientras hay una mujer en casa. Que el hombre tapa sus salidas con otras minas como una picardía sin importancia.Que la mujer no lo descubra. Que como inventa mentiras para que no se entere. Que un tipo cuya mujer le mete los cuernos es despreciable. Mete los cuernos y se ríe del cornudo.
Los varones se mandan invitaciones a comer a la casa donde la que cocina es la mujer. "Venite a comer fideos caseros a casa, amasados por mi mujer", le escuché decir a alguien hace poco, invitando tal vez a un amigo de la oficina que la mujer ni conoce, sin haberle preguntado, sin pensar en por qué voy a hacer trabajar a mi mujer extra amasando fideos. Como si amasar fideos no diera trabajo. Decí que no soy yo esa mujer, porque le tiro el palo de amasar por la cabeza a mi marido si se le ocurre invitar a alguien a casa y no dejar que yo decida lo que se va a comer. si yo soy la que cocina. Pero lo que pasa es que esa mujer lo quiere, y quiere que su marido se luzca, porque tener una mujer que amasa fideos en casa es una gloria que no tiene cualquiera. Eso ocurre todavía, hoy en día, créase o no.
La mujer es cómplice ya sabemos, pero eso es así en todas las relaciones desiguales. Eso no significa que no haya que cambiar las cosas. Todo lo contrario. Eso lo hace urgente.
Pero lo peor de todo, LO PEOR, es que todavía en la Argentina la mujer que queda embarazada sin haberlo deseado, la que entra en desesperación porque no quiere tener un hijo en ese momento, o no puede por miles de razones, esa mujer, tiene que cometer un delito. Y tiene que pagar una fortuna por un raspado de morondanga, porque tiene que pagar el riesgo del médico, la clínica oculta, la situación de ilegalidad en la que ella queda cautiva. Ella tiene que pasar por esa situación clandestina y ocultarlo por el resto de su vida, llevando la carga como una culpa nunca saldada.
En los duros caminos por los que atraviesa la mujer en la cultura argentina, la hipocresía es otra faceta. Una lectora de mis posts sobre el aborto me escribió en forma anónima un día para contarme su situación desesperada. Ella se opuso con uñas y dientes a abortar porque para ella era un crimen, como le habían enseñado sus padres. Y su enamorado no reaccionó como ella esperaba, que era asumir la paternidad del hijo engendrado por accidente. Ella es una nena todavía, aunque tenga 18 años, una ilusa pobrecita. Fue obligada a abortar con unas pastillas, pero no las tomó, las dejó bajo la lengua y luego las tiró a la basura. Le dijeron que por haberlas tenido bajo la lengua el feto ya podía estar dañado y que tenía que abortar, y la llevaron de vuelta a tomar las pastillas. Presa del infortunio, sigue sintiendo que mató a su hijo.
Finalmente la mujer que está más relegada de todas, es la que vive en una covacha donde entra su compañero, tal vez circunstancial, en medio de la noche, borracho tal vez, y se le sube encima, y como los chicos duermen todos juntos en la única habitación, ella no quiere despertarlos y se deja. Y cuando queda embarazada va a lo de la vecina que le recomienda que se meta el cabo largo de un perejil.
Sesenta y ocho mil mujeres mueren al año en el mundo en países de cuarta donde no hay aborto libre y gratuito. Mueren atrozmente, dejan criaturas sin madre. Entre esos países de cuarta, está la Argentina. Desgraciadamente.
Post Data:
En el exterior la mayoría de los países civilizados proveen de aborto libre y gratuito a las mujeres que no pueden pagarlo. Las mujeres cipayas que se preocupan de lo que piensan en el exterior de lo que dice Maradona, no se preocupan de lo que piensan en el exterior sobre que todavía no tenemos aborto legal, libre y gratuito para las mujeres argentinas.