Paloma es víctima de una profunda, fangosa y tenebrosa tragedia humana, expuesta en el programa de Rial. Conocemos el aborto que afecta al embrión y le impide llegar a desarrollarse como un ser humano nacido. Pero además hay un aborto social, que afecta al ser humano desde el momento de la concepción, y luego sigue afectándolo nacido y crecido, por toda su vida y le impide desarrollarse como una persona digna, afectando hasta su identidad.
Es curioso pero la sociedad rechaza a ciertos niños nacidos en situación irregular, una situación que afecta la moral de la familia, de los vecinos, de la sociedad.
Alguien que fue concebido "contra la regla moral" puede tener que llevar una cruz de por vida. La dura sociedad le marca la frente y el niño crece entre parámetros anormales que tejen una madeja incompresible para la formación de su psiquis y su integración social.
Paloma Fort me robó el corazón. Porque de alguna manera -mucho menos grave que ella,-padecí la irregularidad de mi nacimiento, devenida de la viudez no consolidada de mi padre por la inexistencia del cadaver de su primera esposa para certificar su muerte. Ella murió en la guerra. en Europa. De esa manera se selló la irregularidad, que se acrecentó con la aparición con vida de una hija que se dio por muerta. Pero dejemos mi caso y sigamos con Paloma.
Paloma es la hija de Aschira, una astróloga vulgar que se hizo conocida en la televisión hace unos años. Aschira fue una mujer joven y bella que en España enamoró a Felipe Fort, el anciano dueño de la Fábrica FelFort y se casó con él. Se llevaban muchos años entre sí, tal vez cuarenta. Felipe Fort tenía más de setenta. Todo da a pensar, lo verán después, que Aschira se casó sólo por el dinero.
No acostumbramos a pensar en cómo será la vida de un hijo concebido por una mujer que sólo le importa el dinero del marido, y que tiene ese hijo para consolidar sus relaciones con el hombre y crear un vínculo hereditario permanente. Este es el caso. Todo lo contrario del ideal de la madre que tenemos internalizado como ícono. ¿Cómo será la vida de ese hijo?
Al tiempo de casados nació la única hija del matrimonio, Paloma. Fue normalmente inscripta y reconocida por su padre en los papeles, así que lleva legítimamente su apellido. El caso es que Felipe Fort, lleno de bondad, un día le entregó a Aschira para su guarda las acciones de la fábrica, para que si él muriera, Paloma pudiera heredarlo, ya que la empresa pertenecía a quien tuviera las acciones. Felipe Fort tenía otros hijos, uno de ellos Carlos Fort. No está claro si le dio todas las acciones o una parte.
La cuestión es que Aschira intentó echar a Felipe Fort de la fábrica y quedarse con ésta. Felipe Fort se separó de Aschira y litigó en Tribunales hasta que el Juez le dio por ganado el litigio y desplazó a Aschira de su pretensión. Pero el día de la sentencia a su favor, rodó muerto por las escaleras de Tribunales, en la calle. No existe documento de autopsia que certifique la causa de la muerte.
De más está decir que la familia Fort repudió a Aschira y no la volvió a ver, ni a ella ni a Paloma, que inocente creció sin entender bien por qué no veía a su famila paterna. La madre le explicaba que no la querían. Esa explicación grosera e impiadosa, deja un agujero negro en la mente y el corazón de una niña que va creciendo.
Pero acá no termina la maraña.
Según confesó Aschira esta semana, tal parece que pudo no haber sido Felipe Fort, sino Carlos, el hijo de Felipe Fort, el que concibió a Paloma. Lo que significa que Aschira engañó al pobre hombre con su propio hijo, y el hijo embarazó a la mujer de su padre, creando un entretejido de secretos inconfesables. Aschira no sabe si su hija es de Felipe o de Carlos. Pero el padre nominal de Paloma es Felipe Fort. Aunque ahora Paloma puede solicitar un ADN para confirmar de quién es hija.
Esa madre engañó a todos a su alrededor y trató a Paloma de la misma manera. Véanla ustedes explicar su angustia. Vean su rostro amargo. Escuchen su padecimiento. Y obvien el asunto dinero. Que acá, lo digo por experiencia, lo que mata a Paloma es no haber podido ser amada ni siquiera por su propia madre.
Hasta aquí la historia de una niña que llegó a mujer y busca desovillar todas sus incógnitas sociales e identitarias. Lo interesante lo cuenta ella personalmente. Es una gran experiencia escucharla.
Me quedo yo ahora con el trasfondo de una familia burguesa empresaria argentina que, como la de García Belsunce (financista) entierra muertos sin autopsia, como la de Fort, genera monstruosidades como Ricardo Fort, que sólo gracias a su dinero es mediático; como la familia Macri, que genera un cachivache como Mauricio, que sólo gracias a su dinero llegó a Intendente, y que puede ser Presidente (¡la boca se me haga a un lao!).
Y una reflexión más. Cuando viene al mundo una criatura no esperada, no amada desde el vientre, que no es fruto de la ilusión materna, que no encaja en las relaciones sociales, puede ocurrir con ella un verdadero aborto social.
El hijo debe venir al mundo, soñado por los padres antes de ser concebido.
Si no es así, viene de mala entraña, y le espera una vida difícil. Por eso debe existir el derecho al aborto cuando una mujer no quiere tener un hijo. Es mucho más humano no traerlo si no se lo desea No es el caso de Aschira, dispuesta a usar a su hija como objeto de extorsión.
Estos son los videos:
1)http://www.youtube.com/watch?v=FDGTPL1DhVg
2)http://www.youtube.com/watch?v=lx_cn1hbYQM&feature=related
3)http://www.youtube.com/watch?v=QovIe5r5IYc&feature=related
4)http://www.youtube.com/watch?v=-8VMTk9XF_E&feature=related
5)http://www.youtube.com/watch?v=s1Rv_G1DUxE&feature=related
Es curioso pero la sociedad rechaza a ciertos niños nacidos en situación irregular, una situación que afecta la moral de la familia, de los vecinos, de la sociedad.
Alguien que fue concebido "contra la regla moral" puede tener que llevar una cruz de por vida. La dura sociedad le marca la frente y el niño crece entre parámetros anormales que tejen una madeja incompresible para la formación de su psiquis y su integración social.
Paloma Fort me robó el corazón. Porque de alguna manera -mucho menos grave que ella,-padecí la irregularidad de mi nacimiento, devenida de la viudez no consolidada de mi padre por la inexistencia del cadaver de su primera esposa para certificar su muerte. Ella murió en la guerra. en Europa. De esa manera se selló la irregularidad, que se acrecentó con la aparición con vida de una hija que se dio por muerta. Pero dejemos mi caso y sigamos con Paloma.
Paloma es la hija de Aschira, una astróloga vulgar que se hizo conocida en la televisión hace unos años. Aschira fue una mujer joven y bella que en España enamoró a Felipe Fort, el anciano dueño de la Fábrica FelFort y se casó con él. Se llevaban muchos años entre sí, tal vez cuarenta. Felipe Fort tenía más de setenta. Todo da a pensar, lo verán después, que Aschira se casó sólo por el dinero.
No acostumbramos a pensar en cómo será la vida de un hijo concebido por una mujer que sólo le importa el dinero del marido, y que tiene ese hijo para consolidar sus relaciones con el hombre y crear un vínculo hereditario permanente. Este es el caso. Todo lo contrario del ideal de la madre que tenemos internalizado como ícono. ¿Cómo será la vida de ese hijo?
Al tiempo de casados nació la única hija del matrimonio, Paloma. Fue normalmente inscripta y reconocida por su padre en los papeles, así que lleva legítimamente su apellido. El caso es que Felipe Fort, lleno de bondad, un día le entregó a Aschira para su guarda las acciones de la fábrica, para que si él muriera, Paloma pudiera heredarlo, ya que la empresa pertenecía a quien tuviera las acciones. Felipe Fort tenía otros hijos, uno de ellos Carlos Fort. No está claro si le dio todas las acciones o una parte.
La cuestión es que Aschira intentó echar a Felipe Fort de la fábrica y quedarse con ésta. Felipe Fort se separó de Aschira y litigó en Tribunales hasta que el Juez le dio por ganado el litigio y desplazó a Aschira de su pretensión. Pero el día de la sentencia a su favor, rodó muerto por las escaleras de Tribunales, en la calle. No existe documento de autopsia que certifique la causa de la muerte.
De más está decir que la familia Fort repudió a Aschira y no la volvió a ver, ni a ella ni a Paloma, que inocente creció sin entender bien por qué no veía a su famila paterna. La madre le explicaba que no la querían. Esa explicación grosera e impiadosa, deja un agujero negro en la mente y el corazón de una niña que va creciendo.
Pero acá no termina la maraña.
Según confesó Aschira esta semana, tal parece que pudo no haber sido Felipe Fort, sino Carlos, el hijo de Felipe Fort, el que concibió a Paloma. Lo que significa que Aschira engañó al pobre hombre con su propio hijo, y el hijo embarazó a la mujer de su padre, creando un entretejido de secretos inconfesables. Aschira no sabe si su hija es de Felipe o de Carlos. Pero el padre nominal de Paloma es Felipe Fort. Aunque ahora Paloma puede solicitar un ADN para confirmar de quién es hija.
Esa madre engañó a todos a su alrededor y trató a Paloma de la misma manera. Véanla ustedes explicar su angustia. Vean su rostro amargo. Escuchen su padecimiento. Y obvien el asunto dinero. Que acá, lo digo por experiencia, lo que mata a Paloma es no haber podido ser amada ni siquiera por su propia madre.
Hasta aquí la historia de una niña que llegó a mujer y busca desovillar todas sus incógnitas sociales e identitarias. Lo interesante lo cuenta ella personalmente. Es una gran experiencia escucharla.
Me quedo yo ahora con el trasfondo de una familia burguesa empresaria argentina que, como la de García Belsunce (financista) entierra muertos sin autopsia, como la de Fort, genera monstruosidades como Ricardo Fort, que sólo gracias a su dinero es mediático; como la familia Macri, que genera un cachivache como Mauricio, que sólo gracias a su dinero llegó a Intendente, y que puede ser Presidente (¡la boca se me haga a un lao!).
Y una reflexión más. Cuando viene al mundo una criatura no esperada, no amada desde el vientre, que no es fruto de la ilusión materna, que no encaja en las relaciones sociales, puede ocurrir con ella un verdadero aborto social.
El hijo debe venir al mundo, soñado por los padres antes de ser concebido.
Si no es así, viene de mala entraña, y le espera una vida difícil. Por eso debe existir el derecho al aborto cuando una mujer no quiere tener un hijo. Es mucho más humano no traerlo si no se lo desea No es el caso de Aschira, dispuesta a usar a su hija como objeto de extorsión.
Estos son los videos:
1)http://www.youtube.com/watch?v=FDGTPL1DhVg
2)http://www.youtube.com/watch?v=lx_cn1hbYQM&feature=related
3)http://www.youtube.com/watch?v=QovIe5r5IYc&feature=related
4)http://www.youtube.com/watch?v=-8VMTk9XF_E&feature=related
5)http://www.youtube.com/watch?v=s1Rv_G1DUxE&feature=related