De Angeli llegó a la conclusión de que la única forma de ganarle al Gobierno es produciendo desabastecimiento. Como él ya no puede hacerlo, porque pierde la simpatía del público, entonces comete el crimen "por encargo". Inventa a estos camioneros que enloquecieron y los hace ir a la televisión y anunciar su crimen: vamos a cortar la ruta a todos, si no soy yo no pasa nadie.
El ardid funciona. Y comienza el desabastecimiento. Pero cuando el Gobierno decide reprimir a estos camioneros aparece De Angeli en la ruta y lo lleva detenido. Entonces, queda claro que los camioneros no están solos. Que si De Angeli está en la ruta es tan responsable como los camioneros de desabastecer. Resultado: ahora no puede desabastecer ni con los camioneros locos, porque fue escrachado ante las cámaras su presencia en la ruta, y certificada su identidad en la detención.
Se puede entender que el Gobierno hizo el operativo para eso: para escrachar la presencia de De Angeli en la ruta, para desarticular la coartada de De Angeli, y evitar el desabastecimiento. De hecho, la "nueva" convocatoria a paro incluye la declaración de cortar la ruta pero dejar pasar a los "lácteos y productos perecederos", con lo que la gravedad queda sin efecto.
Podríamos decir que esto se termina, que no da para más. Ya De Angeli no tiene modo de presionar demasiado. Bien por el Gobierno.