EN RESPUESTA A UN COMENTARIO DE JP DEL POST ANTERIOR
JP
No quiero estar ausente de este último comentario, y de las cosas que exponés sobre el trato que te da DiegoE.
Primero: todos tenemos áreas enormes de ignorancia, todos. Cuanto más se avanza en el conocimiento, se tiene mayor percepción de la dimensión de lo que se ignora. Cuando te volvés experto en algo en particular, recién ahí tomás medida de lo que todavía no sabés del tema, antes no te dabas cuenta. El que no entiende del tema es el que más fácil opina, porque no sabe, ni lo que se sabe, ni lo que no se sabe. Saber que no se sabe, es ya una situación de privilegio del conocimiento.
Los más ignorantes de la sociedad, los brutos, creen que lo saben todo, que pueden opinar de todo, se creen sinceramente capacitados para ser presidente de la Nación. No lo digo por vos, lo digo por esos tipos que tienen la solución a todos los problemas "matando a unos cuantos", vos los habrás oído. Además han sido también generales "de la Nación", como Videla y sus secuaces. Ellos han podido llegar a mandar sobre la vida de todos los argentinos. Así que no se trata de individuos sin importancia, hay que tomarlos en cuenta, todo el tiempo. Y no se trata sólo de las capas bajas sin instrucción las que pueden padecer de brutalismo. También los militares y los curas y los rabinos y los presidentes de La Rural con apellidos castellanos de linaje, o con apellidos italianos que poblaron tanto las verdulerías como las Universidades.
De ese piso de la escala del conocimiento se va subiendo encontrando a los que quieren aprender pero no distinguen bien de dónde tienen que tomar el conocimiento, y con la lectura de un diario poderoso, o aferrados a lo impuesto como opinión pública por la televisión, por las artes de la manipulación o las de la propaganda , ya sienten que poseen la certeza respecto de un tema. Así fuimos muchos engañados tantas veces, mientras íbamos creciendo en edad. Todos alguna vez fuimos ingenuos.
Muchos como yo, que tengo seis décadas de vida, que tengo memoria hasta del 55 en que echaron a Perón, cuando yo tenía 7 años, hemos transitado un camino de piedras con filo, donde nos hemos lastimado hasta llagarnos. Pero con mi edad, hay muchas personas que siguen diciendo las mismas estupideces. A ellos la experiencia no les sirve porque no tienen método de pensamiento, repiten como loros el pensamiento impuesto y se olvidan de todo lo que deberían recordar.
Entre toda esta gama hay más. Hay quienes aún con mucha erudición, no son criteriosos, son puristas, exigentes de la perfección o nada.
Si todo el mundo tuviera una formación de la que deviene un método de pensamiento, donde entra tanto el conocimiento como el criterio de lo posible, sería el paraíso, pero no es así. Y peor. Todavía tenemos que enfrentarnos a los que mienten con intención consciente, tanto como a los que no quieren "saber" porque lo que defienden son intereses mezquinos, no ideas.
En esta maraña estamos algunos discutiendo con honestidad ideas y criterios. Es muy difícil la situación de ver que alguien está francamente equivocado porque no sabe lo que tiene que saber y opina. Es muy difícil cuando se discute de política, porque si la discusión fuese sobre música clásica, nada sería tan dramático. Pasa que en la discusión política se juega la vida de personas de carne y hueso con nombre y apellido. Un error de entendimiento hace caer algún número estadístico que significa más pobres, o más muertos.
Los que estamos al pie del cañón en los blogs, robándole horas a nuestra vida personal, hemos encontrado una tribuna para discutirle el discurso hegemónico a los medios que logran hacer caer gobiernos y defienden intereses mezquinos de sectores privilegiados del país. Tratamos de difundir y adquirir ideas y datos del conocimiento para disputar esta batalla que no es una charla del five o'clock tea entre damas de Londres en el Siglo XIX, sino una batalla por nuestro futuro que se está jugando aquí y ahora dramáticamente.
Eso del diálogo y el consenso es la mayor hipocresía que tiene el discurso de los que están "crispados" por Cristina. Ellos, los ladrones de nuestra vida, los que nos robaron los sueños, nos están preparando todo el tiempo la celada para que todo lo logrado se deshaga. Y nosotros, como Diego E o yo, o tantos otros que la vemos claro, por suerte, nos solemos poner nerviosos.
Diego E es cabrón, pero tiene motivo. Primero porque tiene a la vista los intereses mezquinos que las ideas equivocadas defienden a veces sin querer . Segundo porque sabe que las ideas siempre defienden intereses y que aunque el interlocutor no tenga consciencia de lo que está defendiendo, ni tenga consciencia de lo que está arriesgando, es peligroso en su error. Diego E tiene motivo para enojarse.
Mirá JP, la bronca que yo le tengo a Solanas no se la tengo ni a la psicópata de Carrió. Solanas es un escandalizador de profesión, no tiene límite el abuso que hace de la situación que le reditúa votos a su lista de cuatro gatos locos, y siempre fue para todos un tipo creíble. La traición de un hermano es mayor que la del enemigo natural. Yo sé que el tema de la minería le reditúa porque la gente es sensible al tema. Y sé que le importa un pito el tema puntual, porque lo toma para su proyecto global de Socialismo Nacional, el mismo que le quiso enchufar a la fuerza al viejo Perón y se resisitió. Solanas es un enfermo de soberbia, un desorbitado que juega a la ruleta rusa con el mejor gobierno que tuvimos algunos en toda nuestra larga vida. Y encima arrastra tras de él a tipos de valor que le creen. Con Solanas yo no discutiría, le gritaría si lo veo por la calle, algún insulto.
Yo no tengo en cambio contra vos JP, ninguna bronca porque te dirigiste siempre con amabilidad, aunque defendés cosas sin sostén del conocimiento. Creo en tu honestidad, aunque podrías haber estado engañándonos, tomándonos el pelo, siendo un troll pagado por Clarín para poner cuñas en el debate. Pero no lo creo así, porque si no, no hubieras escrito este último comentario donde te sentís agraviado. Los trolls se terminan riendo y burlando de su hazaña.
Diego E no te trató así a vos, porque no nos conocemos ni estamos viéndonos la cara, sino estamos detrás de un nick con el que disolvemos el valor del ataque personal.
Diego E no te atacó a vos, sino a los intereses que estás defendiendo sin darte cuenta.
JP
No quiero estar ausente de este último comentario, y de las cosas que exponés sobre el trato que te da DiegoE.
Primero: todos tenemos áreas enormes de ignorancia, todos. Cuanto más se avanza en el conocimiento, se tiene mayor percepción de la dimensión de lo que se ignora. Cuando te volvés experto en algo en particular, recién ahí tomás medida de lo que todavía no sabés del tema, antes no te dabas cuenta. El que no entiende del tema es el que más fácil opina, porque no sabe, ni lo que se sabe, ni lo que no se sabe. Saber que no se sabe, es ya una situación de privilegio del conocimiento.
Los más ignorantes de la sociedad, los brutos, creen que lo saben todo, que pueden opinar de todo, se creen sinceramente capacitados para ser presidente de la Nación. No lo digo por vos, lo digo por esos tipos que tienen la solución a todos los problemas "matando a unos cuantos", vos los habrás oído. Además han sido también generales "de la Nación", como Videla y sus secuaces. Ellos han podido llegar a mandar sobre la vida de todos los argentinos. Así que no se trata de individuos sin importancia, hay que tomarlos en cuenta, todo el tiempo. Y no se trata sólo de las capas bajas sin instrucción las que pueden padecer de brutalismo. También los militares y los curas y los rabinos y los presidentes de La Rural con apellidos castellanos de linaje, o con apellidos italianos que poblaron tanto las verdulerías como las Universidades.
De ese piso de la escala del conocimiento se va subiendo encontrando a los que quieren aprender pero no distinguen bien de dónde tienen que tomar el conocimiento, y con la lectura de un diario poderoso, o aferrados a lo impuesto como opinión pública por la televisión, por las artes de la manipulación o las de la propaganda , ya sienten que poseen la certeza respecto de un tema. Así fuimos muchos engañados tantas veces, mientras íbamos creciendo en edad. Todos alguna vez fuimos ingenuos.
Muchos como yo, que tengo seis décadas de vida, que tengo memoria hasta del 55 en que echaron a Perón, cuando yo tenía 7 años, hemos transitado un camino de piedras con filo, donde nos hemos lastimado hasta llagarnos. Pero con mi edad, hay muchas personas que siguen diciendo las mismas estupideces. A ellos la experiencia no les sirve porque no tienen método de pensamiento, repiten como loros el pensamiento impuesto y se olvidan de todo lo que deberían recordar.
Entre toda esta gama hay más. Hay quienes aún con mucha erudición, no son criteriosos, son puristas, exigentes de la perfección o nada.
Si todo el mundo tuviera una formación de la que deviene un método de pensamiento, donde entra tanto el conocimiento como el criterio de lo posible, sería el paraíso, pero no es así. Y peor. Todavía tenemos que enfrentarnos a los que mienten con intención consciente, tanto como a los que no quieren "saber" porque lo que defienden son intereses mezquinos, no ideas.
En esta maraña estamos algunos discutiendo con honestidad ideas y criterios. Es muy difícil la situación de ver que alguien está francamente equivocado porque no sabe lo que tiene que saber y opina. Es muy difícil cuando se discute de política, porque si la discusión fuese sobre música clásica, nada sería tan dramático. Pasa que en la discusión política se juega la vida de personas de carne y hueso con nombre y apellido. Un error de entendimiento hace caer algún número estadístico que significa más pobres, o más muertos.
Los que estamos al pie del cañón en los blogs, robándole horas a nuestra vida personal, hemos encontrado una tribuna para discutirle el discurso hegemónico a los medios que logran hacer caer gobiernos y defienden intereses mezquinos de sectores privilegiados del país. Tratamos de difundir y adquirir ideas y datos del conocimiento para disputar esta batalla que no es una charla del five o'clock tea entre damas de Londres en el Siglo XIX, sino una batalla por nuestro futuro que se está jugando aquí y ahora dramáticamente.
Eso del diálogo y el consenso es la mayor hipocresía que tiene el discurso de los que están "crispados" por Cristina. Ellos, los ladrones de nuestra vida, los que nos robaron los sueños, nos están preparando todo el tiempo la celada para que todo lo logrado se deshaga. Y nosotros, como Diego E o yo, o tantos otros que la vemos claro, por suerte, nos solemos poner nerviosos.
Diego E es cabrón, pero tiene motivo. Primero porque tiene a la vista los intereses mezquinos que las ideas equivocadas defienden a veces sin querer . Segundo porque sabe que las ideas siempre defienden intereses y que aunque el interlocutor no tenga consciencia de lo que está defendiendo, ni tenga consciencia de lo que está arriesgando, es peligroso en su error. Diego E tiene motivo para enojarse.
Mirá JP, la bronca que yo le tengo a Solanas no se la tengo ni a la psicópata de Carrió. Solanas es un escandalizador de profesión, no tiene límite el abuso que hace de la situación que le reditúa votos a su lista de cuatro gatos locos, y siempre fue para todos un tipo creíble. La traición de un hermano es mayor que la del enemigo natural. Yo sé que el tema de la minería le reditúa porque la gente es sensible al tema. Y sé que le importa un pito el tema puntual, porque lo toma para su proyecto global de Socialismo Nacional, el mismo que le quiso enchufar a la fuerza al viejo Perón y se resisitió. Solanas es un enfermo de soberbia, un desorbitado que juega a la ruleta rusa con el mejor gobierno que tuvimos algunos en toda nuestra larga vida. Y encima arrastra tras de él a tipos de valor que le creen. Con Solanas yo no discutiría, le gritaría si lo veo por la calle, algún insulto.
Yo no tengo en cambio contra vos JP, ninguna bronca porque te dirigiste siempre con amabilidad, aunque defendés cosas sin sostén del conocimiento. Creo en tu honestidad, aunque podrías haber estado engañándonos, tomándonos el pelo, siendo un troll pagado por Clarín para poner cuñas en el debate. Pero no lo creo así, porque si no, no hubieras escrito este último comentario donde te sentís agraviado. Los trolls se terminan riendo y burlando de su hazaña.
Diego E no te trató así a vos, porque no nos conocemos ni estamos viéndonos la cara, sino estamos detrás de un nick con el que disolvemos el valor del ataque personal.
Diego E no te atacó a vos, sino a los intereses que estás defendiendo sin darte cuenta.