El pluralismo mal entendido. La igualdad mal entendida.
¿Ser igual o ser diferente?
Seamos insistentes y reiterativos en la crítica a este concepto de la igualdad mal entendida y no nos resignemos hasta conseguir que se entienda lo que corresponde. La tergiversación del concepto de igualdad es otra de las cuñas que nos ponen nuestros enemigos de la derecha, con toda intención de que la igualdad bien entendida no se alcance nunca.
No hay otro modo de pintar al mundo entero que pintando la propia aldea. Es en esas pinturas de distintas aldeas donde se encuentra el hilo que conecta significados y signos. Los lenguajes son distintos entre regiones. Pero las palabras se traducen, salvo algunas que como excepción hacen a la regla.
No hay modo de ser universal sin ser particular. El universo se compone de particularidades, de partes diferentes entre sí. Es cierto que hay partículas que son iguales entre sí, pero el universo no se forma nunca sólo con ellas. No hay universo simple. Todo universo es complejo. La suma o aglomeración de partículas iguales no dan por resultado algo complejo, sino simple. Cuando se habla de universalidad, necesariamente se habla de complejidad.
La totalidad más abarcativa se forma siempre de partes diferentes. El cuerpo humano tiene diferentes órganos, y los órganos se forman de diferentes tejidos. Un tejido particular de un órgano particular se forma de células iguales. Este tejido particular, con su particularidad indispensable, forma parte de la organización total y función general del cuerpo humano. Cada tejido es parte indispensable del todo. Desde su especificidad, lo particular garantiza la existencia de lo universal.
Hay quienes aspiran a la homogeneidad y a eso le quieren llaman igualdad. Son capaces de inventar la unidad métrica universal y llamarla el "unímetro", y describir al universo como la suma de partículas iguales que se miden en "unímetros". Usan un lenguaje tramposo por medio del cual declaman la anulación de las diferencias. Los incautos creen en ese lenguaje poético que los atrapa. Igualar no es sólo aceptar, permitir, tolerar las diferencias. Es mucho más que eso. Es exaltar la diferencia como esencia de lo humano. No se puede ser igual si no se es diferente.
No hay modo de ser plural sin ser parcial entre parcialidades. Donde no se pueda ser parcial no existe el pluralismo. No hay otro modo de ser una parte de un todo que ser una parte diferente de otras partes. Si para ser parte de un todo, hay que ser igual, entonces el diferente está excluído, o está obligado a mimetizarse por cuestiones de fuerza o interés; obligado a dejar de ser como es para ser igual al modelo dominante.
Igualar no es anular las diferencias. Borrar las diferencias es imponer una parte sobre las otras. Igualar es aceptar la existencia de las diferencias entre las partes. Homogeneizar es impedir las diferencias y aniquilar la esencia de cada sector para consitutir una amalgama sin particularidades que las distingan.
Las opiniones en el universo social deben ser distintas, si no, no hay libertad. La pluralidad es el pensamiento diferente en lugares diferentes y en el espacio común. Los iguales entre sí comparten un espacio propio, legítimo, parcial y diferente. No se puede decir que "cada espacio debe ser plural" porque es un contrasentido. La pluralidad se da por encima de los espacios parciales. Asegurar la existencia de los espacios parciales es lo que asegura la pluralidad que se establece en el espacio común.
Para el caso de 6,7,8, debe hablarse de un programa de televisión que comunica el pensamiento parcial, de una parte de la sociedad, que representa a personas que no tenían espacio propio en forma natural, antes de que se lo proveyera el Estado por el Canal Público. Porque los medios de comunicación privados existentes difunden un pensamiento parcial que representa un sector social enfrentado con los intereses parciales que defiende el programa 6,7,8.
La idea de que el Estado debe representar a todas las partes de la misma manera es errada. El Estado no puede proveerle una silla de ruedas a todos los ciudadanos porque se la provea a los paralíticos. Por eso, a los que no tenemos espacio en los medios más poderosos, el Estado nos ofreció el programa 6,7,8. Los demás tienen su voz representada en los medios privados.
El programa 6,7,8 es pluralista porque comparte el universo de la comunicación plural desde su parcialidad en un espacio propio. Y no necesita ni debe para ello invitar a la oposición, ni al que piense diferente. Es pluralista porque al espacio general de la información y el debate de ideas, al espacio universal de las voces que se escuchan, les provee de un elemento que antes del programa le faltaba, les provee de una voz que estaba silenciada. Así es como 6,7,8 es pluralista siendo parcial.
Y además el programa es pluralista porque debate de frente a las otras ideas, porque no las distorsiona ni oculta, porque las desafía con argumentos racionales y veraces. No en cambio la voz de los medios privados que como se demuestra diariamente en el programa, distorsionan, mienten, ocultan, ignoran. Ellos son los que no son pluralistas, porque llevan adelante una parcialidad que oculta sus intereses verdaderos y la viste de palabras ilegítimas como la "defensa de la libertad de expresión".
La crítica de la falta de pluralidad del programa 6,7,8, es un despropósito que quiere acallar la voz que se emite por ese programa, para que sólo se escuche la voz parcial de un sólo sector, que encima exige un pluralismo que se encarga de enterrar.
¿Ser igual o ser diferente?
Seamos insistentes y reiterativos en la crítica a este concepto de la igualdad mal entendida y no nos resignemos hasta conseguir que se entienda lo que corresponde. La tergiversación del concepto de igualdad es otra de las cuñas que nos ponen nuestros enemigos de la derecha, con toda intención de que la igualdad bien entendida no se alcance nunca.
No hay otro modo de pintar al mundo entero que pintando la propia aldea. Es en esas pinturas de distintas aldeas donde se encuentra el hilo que conecta significados y signos. Los lenguajes son distintos entre regiones. Pero las palabras se traducen, salvo algunas que como excepción hacen a la regla.
No hay modo de ser universal sin ser particular. El universo se compone de particularidades, de partes diferentes entre sí. Es cierto que hay partículas que son iguales entre sí, pero el universo no se forma nunca sólo con ellas. No hay universo simple. Todo universo es complejo. La suma o aglomeración de partículas iguales no dan por resultado algo complejo, sino simple. Cuando se habla de universalidad, necesariamente se habla de complejidad.
La totalidad más abarcativa se forma siempre de partes diferentes. El cuerpo humano tiene diferentes órganos, y los órganos se forman de diferentes tejidos. Un tejido particular de un órgano particular se forma de células iguales. Este tejido particular, con su particularidad indispensable, forma parte de la organización total y función general del cuerpo humano. Cada tejido es parte indispensable del todo. Desde su especificidad, lo particular garantiza la existencia de lo universal.
Hay quienes aspiran a la homogeneidad y a eso le quieren llaman igualdad. Son capaces de inventar la unidad métrica universal y llamarla el "unímetro", y describir al universo como la suma de partículas iguales que se miden en "unímetros". Usan un lenguaje tramposo por medio del cual declaman la anulación de las diferencias. Los incautos creen en ese lenguaje poético que los atrapa. Igualar no es sólo aceptar, permitir, tolerar las diferencias. Es mucho más que eso. Es exaltar la diferencia como esencia de lo humano. No se puede ser igual si no se es diferente.
No hay modo de ser plural sin ser parcial entre parcialidades. Donde no se pueda ser parcial no existe el pluralismo. No hay otro modo de ser una parte de un todo que ser una parte diferente de otras partes. Si para ser parte de un todo, hay que ser igual, entonces el diferente está excluído, o está obligado a mimetizarse por cuestiones de fuerza o interés; obligado a dejar de ser como es para ser igual al modelo dominante.
Igualar no es anular las diferencias. Borrar las diferencias es imponer una parte sobre las otras. Igualar es aceptar la existencia de las diferencias entre las partes. Homogeneizar es impedir las diferencias y aniquilar la esencia de cada sector para consitutir una amalgama sin particularidades que las distingan.
Las opiniones en el universo social deben ser distintas, si no, no hay libertad. La pluralidad es el pensamiento diferente en lugares diferentes y en el espacio común. Los iguales entre sí comparten un espacio propio, legítimo, parcial y diferente. No se puede decir que "cada espacio debe ser plural" porque es un contrasentido. La pluralidad se da por encima de los espacios parciales. Asegurar la existencia de los espacios parciales es lo que asegura la pluralidad que se establece en el espacio común.
Para el caso de 6,7,8, debe hablarse de un programa de televisión que comunica el pensamiento parcial, de una parte de la sociedad, que representa a personas que no tenían espacio propio en forma natural, antes de que se lo proveyera el Estado por el Canal Público. Porque los medios de comunicación privados existentes difunden un pensamiento parcial que representa un sector social enfrentado con los intereses parciales que defiende el programa 6,7,8.
La idea de que el Estado debe representar a todas las partes de la misma manera es errada. El Estado no puede proveerle una silla de ruedas a todos los ciudadanos porque se la provea a los paralíticos. Por eso, a los que no tenemos espacio en los medios más poderosos, el Estado nos ofreció el programa 6,7,8. Los demás tienen su voz representada en los medios privados.
El programa 6,7,8 es pluralista porque comparte el universo de la comunicación plural desde su parcialidad en un espacio propio. Y no necesita ni debe para ello invitar a la oposición, ni al que piense diferente. Es pluralista porque al espacio general de la información y el debate de ideas, al espacio universal de las voces que se escuchan, les provee de un elemento que antes del programa le faltaba, les provee de una voz que estaba silenciada. Así es como 6,7,8 es pluralista siendo parcial.
Y además el programa es pluralista porque debate de frente a las otras ideas, porque no las distorsiona ni oculta, porque las desafía con argumentos racionales y veraces. No en cambio la voz de los medios privados que como se demuestra diariamente en el programa, distorsionan, mienten, ocultan, ignoran. Ellos son los que no son pluralistas, porque llevan adelante una parcialidad que oculta sus intereses verdaderos y la viste de palabras ilegítimas como la "defensa de la libertad de expresión".
La crítica de la falta de pluralidad del programa 6,7,8, es un despropósito que quiere acallar la voz que se emite por ese programa, para que sólo se escuche la voz parcial de un sólo sector, que encima exige un pluralismo que se encarga de enterrar.