Nadie descifra el curioso aspecto projudaico de Milei. Si entendieran se darían cuenta de lo que nadie se da cuenta y tal vez solo podés leerlo acá: Milei es un antisemita furioso.
Lo explico. En principio apelo a la figura del capataz, que lo define como un traidor de su clase y rendido a los pies del patrón. Milei reverencia al capitalista pero él es y fue siempre un empleado. En el Capitalismo hay dos formas de participar en el mercado: como capitalista o como asalariado, el capital y el trabajo. Milei siendo un empleado, no habiendo tenido ni un kiosco ni empresa, reverencia al capitalista y defiende los intereses del mismo, cuando debería defender los propios de él como asalariado. Por eso yo apelo a la figura del Capataz: un traidor de su clase a favor de la clase que lo explota.
Como capataz ideológico que es reverencia al poder económico. He aquí que reverencia en particular al Estado de Israel, disfrazándose de devoto de la religión judía. Lo hace porque como antisemita está convencido que los judíos son el máximo poder económico y tienen el proyecto religioso de dominio universal. Nadie que no sea antisemita cree de verdad que los judíos son el mayor poder universal . El Estado de Israel fascina al capataz ideológico antisemita. Pero Milei NO SE CONVIRTIÓ ni lo haría porque en el fondo de su alma los judíos le repugnan.
Comete esta mandarina.
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