Porque entre los dos proyectos que se te presentan para apoyar, este es el mejor proyecto. Que no sólo incluye a todo el territorio del país, a todas las Provincias, a toda la Nación Argentina, sino a todos los países sudamericanos que confluyen y reconocen ser parte del mismo proyecto.
Si no querés perder la unidad lograda en la integración Sudamericano, apoyá a este proyecto. Otra opción significa romper esa integración. Y exactamente al revés de lo que dice la otra opción, es con NUESTRO PROYECTO con el que vas a estar integrado al mundo. Con el otro, te vas a separar del destino común que estamos forjando con Brasil.
Hoy se inauguró la Embajada Argentina en Brasilia. Allí la Presidenta Dilma Rousseff explicó claramente cómo se hizo todo lo posible para separar a los dos países, desde hacer una trocha distinta para ambos ferrocarriles para evitar la continuación de un eventual ferrocarril que traspusiera la frontera. ¿Lo sabías? ¿Sabías hasta qué extremo las finanzas internacionales le temen a nuestra unión? ¿Te das cuenta desde cuándo?
Por favor, no te pierdas de ver y escuchar el discurso de Dilma Rousseff y luego también el de Lula. Si no se te cae una lágima, entonces sos de piedra, o tal vez apuestes a formar parte del negocio financiero internacional que salva a los grandes y hunde a los pobres. Vos sabrás.
Si por el contrario, te invade la alegría de sentirte integrado a un futuro honroso que trae dignidad hasta al último habitante de nuestros países, entonces sabrás que hay una única opción para tus votos.
De aquí al final de año, deberás apoyar a uno de dos proyectos.
Uno va en detrimento de la vida de millones de personas y en favor de muy pocas. Ese, le llama "integrarse al mundo" a seguir los lineamientos neoliberales en economía, a bajar el gasto público, jubilaciones, subsidios, seguros de empleo, salud pública, educación pública. Y a bajar el impuesto a los ricos para favorecerlos. De esa manera, las cuentas del Estado serán más sólidas, dicen. Pero cuando el Estado sigue ese lineamiento y las cosas van cada vez peor, tienen la excusa de acusar al gobierno de corrupción y quieren reemplazarlo por otro honesto, que volverá a lo mismo, eternamente.
Ellos son los que desnutren al Estado y ellos mismos lo corrompen. Sólo que tienen un chivo emisario para echarle la culpa, como Menem. Porque Menem era corrupto, claro, pero el país no se cayó por la corrupción de Menem nada más, sino por la política neoliberal que ya mostró que siempre falla, y porque ellos "usaron" y "alentaron" la corrupción de Menem para llevarse todas las riquezas que teníamos y dejarnos en la miseria, mientras nos vendían basura ideológica neoliberal que algunos todavía no se dieron cuenta de que es una estafa.
El otro proyecto, le llama "integrarse al mundo" a juntarse en un proyecto de países que quieren forjar su destino común defendiéndose del proyecto neoliberal que los acecha como el buitre. Quieren forjar su destino creando trabajo, invirtiendo parte importante del ingreso del Estado al gasto en ayuda al menos favorecido, mejorando su superviviencia, abonando la salud pública, pagando jubilaciones a todos, subsidios a los menos favorecidos, mejorando la calidad de la educación.
Un proyecto concentra la riqueza y promete, jura y perjura que eso traerá derrame hacia los pobres, y que así mejorarán su vida. Pero eso no sucede. Ellos se encargan de que no suceda. En lugar de gasto público nos crean deuda con entidades internacionales de crédito, deuda que luego es impagable. Ese crédito es para hacer obra pública que luego se acusa de haber sido dilapidado por la corrupción de los títeres que ellos mismos ubican en la Presidencia, o que corrompen si fue inocentemente votado por el Pueblo, y se aseguran de que se convierta en títere suyo, y les consagre sus privilegios a cambio de coimas.
El otro proyecto evita la dependencia del crédito externo, busca financiarse con recursos propios, defiende el valor y la estabilidad de su moneda como parte de una estrategia para favorecer el mercado de exportación competitivo, porque ideológicamente cree que lo que produce desarrollo no es el derrame de los ricos sino la distribución de la riqueza que sólo puede hacer el Estado.
En Twitter alguien pidió decir por qué hay que votar a Filmus mañana en pocas palabras. Acá lo digo: porque hay que votar el mejor proyecto entre dos absolutamente opuestos.
Si no querés perder la unidad lograda en la integración Sudamericano, apoyá a este proyecto. Otra opción significa romper esa integración. Y exactamente al revés de lo que dice la otra opción, es con NUESTRO PROYECTO con el que vas a estar integrado al mundo. Con el otro, te vas a separar del destino común que estamos forjando con Brasil.
Hoy se inauguró la Embajada Argentina en Brasilia. Allí la Presidenta Dilma Rousseff explicó claramente cómo se hizo todo lo posible para separar a los dos países, desde hacer una trocha distinta para ambos ferrocarriles para evitar la continuación de un eventual ferrocarril que traspusiera la frontera. ¿Lo sabías? ¿Sabías hasta qué extremo las finanzas internacionales le temen a nuestra unión? ¿Te das cuenta desde cuándo?
Por favor, no te pierdas de ver y escuchar el discurso de Dilma Rousseff y luego también el de Lula. Si no se te cae una lágima, entonces sos de piedra, o tal vez apuestes a formar parte del negocio financiero internacional que salva a los grandes y hunde a los pobres. Vos sabrás.
Si por el contrario, te invade la alegría de sentirte integrado a un futuro honroso que trae dignidad hasta al último habitante de nuestros países, entonces sabrás que hay una única opción para tus votos.
De aquí al final de año, deberás apoyar a uno de dos proyectos.
Uno va en detrimento de la vida de millones de personas y en favor de muy pocas. Ese, le llama "integrarse al mundo" a seguir los lineamientos neoliberales en economía, a bajar el gasto público, jubilaciones, subsidios, seguros de empleo, salud pública, educación pública. Y a bajar el impuesto a los ricos para favorecerlos. De esa manera, las cuentas del Estado serán más sólidas, dicen. Pero cuando el Estado sigue ese lineamiento y las cosas van cada vez peor, tienen la excusa de acusar al gobierno de corrupción y quieren reemplazarlo por otro honesto, que volverá a lo mismo, eternamente.
Ellos son los que desnutren al Estado y ellos mismos lo corrompen. Sólo que tienen un chivo emisario para echarle la culpa, como Menem. Porque Menem era corrupto, claro, pero el país no se cayó por la corrupción de Menem nada más, sino por la política neoliberal que ya mostró que siempre falla, y porque ellos "usaron" y "alentaron" la corrupción de Menem para llevarse todas las riquezas que teníamos y dejarnos en la miseria, mientras nos vendían basura ideológica neoliberal que algunos todavía no se dieron cuenta de que es una estafa.
El otro proyecto, le llama "integrarse al mundo" a juntarse en un proyecto de países que quieren forjar su destino común defendiéndose del proyecto neoliberal que los acecha como el buitre. Quieren forjar su destino creando trabajo, invirtiendo parte importante del ingreso del Estado al gasto en ayuda al menos favorecido, mejorando su superviviencia, abonando la salud pública, pagando jubilaciones a todos, subsidios a los menos favorecidos, mejorando la calidad de la educación.
Un proyecto concentra la riqueza y promete, jura y perjura que eso traerá derrame hacia los pobres, y que así mejorarán su vida. Pero eso no sucede. Ellos se encargan de que no suceda. En lugar de gasto público nos crean deuda con entidades internacionales de crédito, deuda que luego es impagable. Ese crédito es para hacer obra pública que luego se acusa de haber sido dilapidado por la corrupción de los títeres que ellos mismos ubican en la Presidencia, o que corrompen si fue inocentemente votado por el Pueblo, y se aseguran de que se convierta en títere suyo, y les consagre sus privilegios a cambio de coimas.
El otro proyecto evita la dependencia del crédito externo, busca financiarse con recursos propios, defiende el valor y la estabilidad de su moneda como parte de una estrategia para favorecer el mercado de exportación competitivo, porque ideológicamente cree que lo que produce desarrollo no es el derrame de los ricos sino la distribución de la riqueza que sólo puede hacer el Estado.
En Twitter alguien pidió decir por qué hay que votar a Filmus mañana en pocas palabras. Acá lo digo: porque hay que votar el mejor proyecto entre dos absolutamente opuestos.