----------------------------------------------------------------------------
Para leer toda la serie , clickear
en etiquetas "CUENTOS DE LA ÓPTICA",
y comenzar desde el post más antiguo al más reciente.
en etiquetas "CUENTOS DE LA ÓPTICA",
y comenzar desde el post más antiguo al más reciente.
-------------------------------------------------------
Una escena de la ópera Tosca, de Giacomo Puccini:Tosca ofrece soborno a Scarpia para que libere a su amante de la tortura y la cárcel. Scarpia rechaza el dinero y pide su cuerpo. Tosca dice: "¿quanto?", "¡ il prezzo !" Scarpia contesta: "A donna bella io non mi vendo, a prezzo di moneda". Tosca mata a Scarpia para no entregarse.
Cuánto. El precio. A una mujer bella yo no me vendo a precio de moneda.
Fui peor que Scarpia. Me vendí a precio de moneda. No fui como Tosca, yo entregué el cuerpo. Pero lo que entregué fue mucho más de lo que gané. Fui yo la que pagó el precio y no fue un precio de moneda.
Óptica Foto Suárez, estaba en Alvear 62, Martinez, a tres cuadras de la estación, en una calle coqueta, llena de negocios lujosos. Me llegué hasta allí, y me tomaron. Enseguida me dí cuenta de que no me daban los horarios para seguir estudiando Física. Así que me dediqué a la óptica.
Cambié el ambiente científico e intelectual por un negocio de pueblo rico, donde el dueño era conocido por el sainetero apodo de "el Chocho".
El Chocho me trató como a una princesa. Me destacó a una especie de oficina y taller, con una ventana al sol, solo para mí. Allí había una mesa de trabajo, y al lado una biseladora.
No volví a pisar la Facultad de Ciencias Exactas, en Nuñez, hasta casi cuarenta años después. No me atreví a volver por miedo a sentir demasiado dolor.
Hace poco, andábamos con el auto por la Ciudad Universitaria porque mi hijo tenía que hacer algo que no me acuerdo, y acepté el desafío de la vida, y dije que quería volver a entrar a mi facultad. No hice más que pasar la puerta grande de vidrios con emoción y alegría verdadera, cuando miré la pared lateral de marmol claro que antes estaba lisa y ahora tenía una larga lista de nombres inscriptos.
Me dispuse a leer esos nombres cuando caí en la cuenta de que se trataba de los compañeros que desaparecieron en el Proceso. ¡Qué cachetazo, por favor! Ahí estaban un montón de genios, como Alvarez Rojas, que nos dirvertía con la expresión que había acuñado para significar lo infinitesimal, decía que era "como un pedo en el cosmos".
A ellos sí que les hicieron pagar el precio, esos milicos asesinos, infinitesimales, verdaderos pedos en el cosmos humano.
Eva Row