EL CANCILLER HA INCURRIDO EN UNA FALTA A SU CARGO AL ENTROMETERSE EN LA CALIDAD JUDAICA DE LEUCO
Como judía argentina, soy doblemente víctima de la bomba de la Amia. Como judía argentina soy además víctima de la caída de las instituciones judías laicas y progresistas, que fueron cooptadas por la derecha religiosa, gracias al caos económico que sumió a toda la Argentina en 2001.
Como judía argentina soy víctima de la política institucional de la comunidad judía argentina que ahora reparte CERTIFICADOS DE JUDEIDAD, cosa que repugna a mi formación judía laica y progresista, formada al calor de las instituciones anteriores que fueron el orgullo de los judíos argentinos. Ahora unos señores religiosos fanáticos que se "hicieron" con el trabajo de generaciones laicas, deciden quien va a ser expulsado de la consideración de su origen judío tomando en cuenta su cumplimiento con la religión.
Hace poco, un ciudadano argentino fue rechazado en la Hebraica de Venezuela, por no portar el CERTIFICADO DE JUDEIDAD. La madre del joven trató de tramitar acá ese certificado, que le fue negado en la Amia porque la señora no se había casado por la vía religiosa. Personalmente paré las intenciones de la señora de llevar el caso a la vía judicial. Le expliqué que la cosa no era pelear por el CERTIFICADO, sino despreciarlo y exigir que ese CERTIFICADO desaparezca.
Al mismo tiempo que un atroz accidente en la ruta se llevaba la vida del maravilloso joven y democrático rabino de la Sinagoga de la calle Paso, quien festejaba el triunfo de haber logrado que se permita enterrar a parejas mixtas en el Cementerio de Tablada, al mismo tiempo la crueldad del destino hizo que ese CERTIFICADO DE JUDEIDAD tomara estado público limitando todas las posibilidades de los judíos de llevar adelante su modo individual de ser judío integrado a la comunidad. La excomunión no ha sido una práctica judía, salvo por gravísimas razones de orden social que afectaran a la vida del conjunto. Desde que existe ese CERTIFICADO todos estamos excomulgados salvo que lo consigamos.
En este contexto el CANCILLER viene a cuestionar la condición judía de Leuco.
Queridos compatriotas argentinos, NO CORRESPONDE. Aunque Leuco sea un hijo de la gran puta.
Como judía argentina, soy doblemente víctima de la bomba de la Amia. Como judía argentina soy además víctima de la caída de las instituciones judías laicas y progresistas, que fueron cooptadas por la derecha religiosa, gracias al caos económico que sumió a toda la Argentina en 2001.
Como judía argentina soy víctima de la política institucional de la comunidad judía argentina que ahora reparte CERTIFICADOS DE JUDEIDAD, cosa que repugna a mi formación judía laica y progresista, formada al calor de las instituciones anteriores que fueron el orgullo de los judíos argentinos. Ahora unos señores religiosos fanáticos que se "hicieron" con el trabajo de generaciones laicas, deciden quien va a ser expulsado de la consideración de su origen judío tomando en cuenta su cumplimiento con la religión.
Hace poco, un ciudadano argentino fue rechazado en la Hebraica de Venezuela, por no portar el CERTIFICADO DE JUDEIDAD. La madre del joven trató de tramitar acá ese certificado, que le fue negado en la Amia porque la señora no se había casado por la vía religiosa. Personalmente paré las intenciones de la señora de llevar el caso a la vía judicial. Le expliqué que la cosa no era pelear por el CERTIFICADO, sino despreciarlo y exigir que ese CERTIFICADO desaparezca.
Al mismo tiempo que un atroz accidente en la ruta se llevaba la vida del maravilloso joven y democrático rabino de la Sinagoga de la calle Paso, quien festejaba el triunfo de haber logrado que se permita enterrar a parejas mixtas en el Cementerio de Tablada, al mismo tiempo la crueldad del destino hizo que ese CERTIFICADO DE JUDEIDAD tomara estado público limitando todas las posibilidades de los judíos de llevar adelante su modo individual de ser judío integrado a la comunidad. La excomunión no ha sido una práctica judía, salvo por gravísimas razones de orden social que afectaran a la vida del conjunto. Desde que existe ese CERTIFICADO todos estamos excomulgados salvo que lo consigamos.
En este contexto el CANCILLER viene a cuestionar la condición judía de Leuco.
Queridos compatriotas argentinos, NO CORRESPONDE. Aunque Leuco sea un hijo de la gran puta.