Esa es la “militancia de Internet” más interesante, la que finalmente quedará y tendrá existencia creciente en la red. Hay allí un flujo de creatividad creciente que busca su lugar en la virtualidad de la Web como el único soporte realmente existente y eso sí, como en la prehistoria de la radio a galena, la tele en blanco y negro o los diarios de papel, sólo algunos, ni pocos ni muchos, solo algunos lo lograrán.
Con ésto Artemio quiere decir que los otros blogs pasarán. Sin embargo, los que pasarán junto a los que quedarán hacen el fenómeno de la blogosfera. El asunto es que Artemio ha puesto el clavo en dónde está la diferencia entre unos y otros.
Como yo estaba de acuerdo con el pensamiento de Artemio (en este tema) antes de escrito el artículo, y veo la diferencia entre mi blog y los que "quedarán", tengo claro que mi blog es uno de los que "pasarán". Y más, estuve a punto de dejarlo, faltó un poquito "así" para que lo deje, pero algo pasó.
Desde el comienzo supe y dije que mi interés por Internet era la capacidad de juntar a la gente fuera de Internet, en la vida real, material, no virtual. Que también es una virtud. Porque una de las mayores dificultades de la vida ha sido siempre vincular a la gente afectada por los mismos intereses. Y eso es muy importante para la vida, poder formar colectivos que adquieran fuerza en el número, con el objeto de presionar desde el número y salir del aislamiento donde todas las injusticias se consagran en la impunidad.
Ahora, tomar a Internet como fin en sí mismo, como único soporte realmente existente para los afanes de expresarse en la red, es otra cosa, bien distinta. Éstos últimos van a desarrollar a Internet como Medio específico entre la oferta de otros Medios ya conocidos.
Yo sé perfectamente que mi blog no es uno de ellos, y como dije, estuve a punto de dejarlo. Sin darlo de baja por supuesto, ya que hay mucho trabajado en este blog. Pero ocurrió un fenómeno impensado. Descubrí que había una cantidad de gente que leía mi blog, que privadamente me escribió y me manifestó la necesidad personal de que continúe. Gente que no conozco personalmente.
En particular la primera persona que me escribió, abrió su interior y me relató que visita mi blog todos los días, a una hora especial, que lee todo lo que escribo y que cuando no escribo recorre lecturas que ya leyó. Y me mencionó con tanto fervor la lectura aledaña que es la historia de mi hermana Golde, que aparecía como testimonio en una página Web y ahora la trasladé a mi blog, que ésto me dio una visión fuerte del compromiso personal que tengo con este blog, compromiso que no me había dado cuenta que tenía.
Muchas otras también hicieron algo parecido. Movidas por la necesidad de que yo no abandone mi blog, me dieron pruebas de sus lecturas, se dieron como la obligación de hacerse visibles como entidad aparte del conflicto que armé en la blogosfera con un post, del que no me arrepiento para nada, pero que ya borré porque considero que este blog adquirió ahora otro valor y merece mantener la estética que tuvo siempre, en homenaje a las palabras leídas, escritas por mis lectores, que no imaginaba, sinceramente.
Así que ésto terminó muy bien. Muy bien. Y aún sabiendo que mi blog no abre ningún camino especial para desarrollar este Medio, vamos a continuar con mucha más alegría que siempre, tengo muchas cosas para contar.
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