por Discepolín Reloaded
Sacudite esa convicción de ser impotente. Eso es lo que te impide ser Nëstor Kirchner. La muerte de este hombre tiene que conmoverte, pero no sólo con lágrimas. Tiene que sacudirte. Tiene que despertarte. Cada uno de nosotros, debe ser como él. Empujar la vida con ferocidad. Arrasar. Ser un marginal.
Vos creés que ser un marginal es siempre malo. Lo malo es estar cerca del margen inferior. Pero estar cerca del margen superior es bueno, allí se ubican los valiosos. Entre los valiosos, los más grandes, los que cambian la historia del mundo, son los que empujan los márgenes para arriba.
Néstor empujaba los márgenes superiores para arriba.
Einstein. Descartes. Jesús. Moisés. San Martín. Perón. Evita. Néstor Kirchner. Todos ellos odiaban el "no se puede". La vida les plantó los márgenes superiores y ellos se dedicaron a atravesarlos.
Hoy Néstor está muerto. Se fue. No está más. No va a volver.
¿Y vos te vas a quedar ahí llorando? ¿O lo vas a imitar? ¿Vos vas a cambiar tu vida o no? ¿Vos vas a empezar a arrasar o no?
¿Querés que te diga la verdad? La Presidenta es igual que Néstor. Ya lo demostró. Pero antes eran dos. Y ahora no es lo mismo. La falta de Néstor es una catástrofe. Sí, lo lamento. Si no te das cuenta estás en el limbo. Las acciones del Grupo Clarín aumentaron tremendamente. Los buitres están sacando filo al pico. Y vos vas a ser la carne.
No te sientes a esperar que Cristina haga ella sola lo que hacía junto a Néstor. De hecho se terminó la idea de rotar el modelo entre los dos y asegurarlo en el tiempo. Eso tranquiliza a los opositores, que hoy pueden volver a soñar con llegar al poder, aunque sea sólo por fuerza de los impedimentos constitucionales: Cristina no puede hacer más que dos períodos consecutivos. Ahí se les aparece la oportunidad que les permite fabricar una hipótesis de llegada. Eso no está mal.
No está mal que los opositores puedan soñar con el recambio democrático. Lo que está mal es que los kirchneristas perdamos el poder, porque nos vamos al tacho todos menos los ruralistas. Y volvemos al pasado más atroz, el del punto cero del 2001. Para lo cual va a hacer falta represión. Sin derechos humanos. Como en Honduras, donde ser periodista crítico es arriesgar la vida.
Por eso te digo que te sacudas el polvo, que no esperes el milagro, que no esperes que venga otro hombre providencial. Ese vino y se fue. Ahora tenés que copiarlo. Sí, copiarlo. Seas lo que seas en la vida. Así seas el tipo que recoge la basura en una empresa contratada y seas un asalariado tercerizado. Así seas un militante, o un dirigente aliado del kirchnerismo, o un diputado del Frente para la Victoria.
Tres cosas te hacen falta para ser Néstor Kirchner:
1) una enorme rabia contra los hijos de puta que son actores de la injusticia social, 2) un motor para inventar estrategias de mínima y de máxima, que los eludan en el peor de los casos o que les corten las mañas para siempre en el mejor, según como te den las fuerzas, y 3) mirar el límite superior del círculo en el que estás colocado, ya sea en el que te han encerrado desde afuera, o en el que estás adentro por voluntad, cuidando tu quintita o defendiendo tu identidad, y salir a buscar alianzas por afuera para extender la lucha, involucrándote con todos los que padecen contigo una tragedia similar.
Si San Martín no hubiera cruzado el límite de los Andes, lo hubieran mandado a la horca como hicieron con los revolucionarios que fueron derrotados porque no supieron ampliar la lucha. Por eso la Revolución de Mayo fue la única que no fue derrotada. Por eso el motor de Néstor lo llevó a ser Secretario de Unasur. El primer presidente de América del Sur, como dijo Chávez.
Despertate, Mordisquito, te lo digo por tu bien.
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