Macri es cacófono ¿sabías? La pobreza discursiva y la cacofonía de esta frase "el hecho que yo he hecho" ha lastimado nuestros oídos. Y la de "Un grupo que haga cosas" lastima nuestra inteligencia.
Dicen que El Quijote lo escribió Cervantes con un vocabulario de ocho mil palabras, que un novelista común maneja un vocabulario de mil, que un hombre culto quinientos, que un adolescente común, doscientos cincuenta. Creemos que Mauricio Macri usa menos términos que un adolescente. Debe andar por los cuarenta.
"Yo he descuidado mucho a mis hijos por el trabajo y he dejado que la madre los formara", dice Franco Macri en una entrevista en La Nación Parece que la madre de Mauricio tampoco se ha ocupado demasiado del niño. Yo le diría a esa señora que no llevó a su hijo Mauricio ni a un psicólogo ni a un foniatra para arreglar sus problemas de dicción, su tartamudeo insuperable, la lengua que se le traba cada dos palabras. Un hombre de tan precaria labia no está en condiciones de ser presidente de la Nación Argentina a menos de declarar el estado de emergencia oratoria.
De niño sin tratamiento, ya de adulto intenta hacer creer que tiene un discurso sintético por cuestión de estilo, pero la verdad es que se le traba la lengua por problemas emocionales infantiles irresueltos y trata de cortar ahí lo que dijo como si ya se hubiera entendido. Mauricio Macri se prepara para decir frases cortas, sobre todo sabiendo que va estar nervioso: "estuve seis horas frente al juez diciéndole que me diga el hecho que yo he hecho."
El hecho que yo he hecho suena así: elecho queyuecho.
El hecho que ha hecho Mauricio es poner gente a pinchar y escuchar teléfonos, uno de ellos del cuñado. Ahora dice que fue cosa del papá. Si Oyarbide no lo considerara implicado, la legislatura lo tiene que echar por incompetente, ya que se lo habría burlado de manera inexcusable. Para pinchar los teléfonos, se usó un juzgado de Misiones que pidió las escuchas a una víctima de la Amia a través de implicarla en una causa por el asesinato de un dentista. Demasiado.
El hecho que ha hecho Mauricio Macri el 2 de mayo, es permitir que un millonario celebre su cumpleaños en el Teatro San Martín, con tres cientos invitados disfrazados y una función para ellos solos. Un escándalo que debería conmocionar a Pino Solanas.
Dicen que El Quijote lo escribió Cervantes con un vocabulario de ocho mil palabras, que un novelista común maneja un vocabulario de mil, que un hombre culto quinientos, que un adolescente común, doscientos cincuenta. Creemos que Mauricio Macri usa menos términos que un adolescente. Debe andar por los cuarenta.
"Yo he descuidado mucho a mis hijos por el trabajo y he dejado que la madre los formara", dice Franco Macri en una entrevista en La Nación Parece que la madre de Mauricio tampoco se ha ocupado demasiado del niño. Yo le diría a esa señora que no llevó a su hijo Mauricio ni a un psicólogo ni a un foniatra para arreglar sus problemas de dicción, su tartamudeo insuperable, la lengua que se le traba cada dos palabras. Un hombre de tan precaria labia no está en condiciones de ser presidente de la Nación Argentina a menos de declarar el estado de emergencia oratoria.
De niño sin tratamiento, ya de adulto intenta hacer creer que tiene un discurso sintético por cuestión de estilo, pero la verdad es que se le traba la lengua por problemas emocionales infantiles irresueltos y trata de cortar ahí lo que dijo como si ya se hubiera entendido. Mauricio Macri se prepara para decir frases cortas, sobre todo sabiendo que va estar nervioso: "estuve seis horas frente al juez diciéndole que me diga el hecho que yo he hecho."
El hecho que yo he hecho suena así: elecho queyuecho.
El hecho que ha hecho Mauricio es poner gente a pinchar y escuchar teléfonos, uno de ellos del cuñado. Ahora dice que fue cosa del papá. Si Oyarbide no lo considerara implicado, la legislatura lo tiene que echar por incompetente, ya que se lo habría burlado de manera inexcusable. Para pinchar los teléfonos, se usó un juzgado de Misiones que pidió las escuchas a una víctima de la Amia a través de implicarla en una causa por el asesinato de un dentista. Demasiado.
El hecho que ha hecho Mauricio Macri el 2 de mayo, es permitir que un millonario celebre su cumpleaños en el Teatro San Martín, con tres cientos invitados disfrazados y una función para ellos solos. Un escándalo que debería conmocionar a Pino Solanas.