"Medios de Comunicación" es una expresión poco feliz, que deberíamos desterrar de nuestro lenguaje, porque la comunicación es bidireccional, y en la actualidad son unidireccionales, sin réplica, y por carecer de la ida y vuelta que tiene la Comunicación, consagran exactamente todo lo contrario: la incomunicación humana.
Por lo tanto hoy deberíamos llamarlos Medios de Incomunicación, Medios de Desorientación, Medios de Arbitrariedad Informativa, Medios Formadores de Opinión Parcial, Medios de Manipulación.
Este es un flagelo que está asolando al mundo entero, no solamente a la Argentina. La modernidad nos ha encontrado con leyes preparadas para situaciones no tan complejas como las actuales. La única forma de lograr que estos Medios morigeren su influencia es impedir la concentración. Mantener la diversidad de opiniones en la cartelera de opciones mediáticas debería ser una aspiración de las leyes.
No hay que dejar crecer un capitalista de Medios por encima de los demás, por más que tenga méritos comerciales para crecer. El negocio de los Medios no es un negocio más. Puede llegar a ser un negocio peligroso, que atente contra la Democracia. En otro rubro el mejor desplaza a la competencia y es justo. En la cuestión de la Información y la formación de Opinión, esa ley del mercado no debe continuar sin limitación. Hay que limitar el crecimiento de un Medio sobre los demás. En este caso la competencia igualitaria asegura la diversidad de opiniones, por lo tanto, la efectividad de la Democracia.
Es cierto , los Medios de capital concentrado son un Ejército de Ocupación para control de la ciudadanía. Pero, en toda la historia, los Ejércitos de Ocupación, no han tenido la cantidad de efectivos suficientes para apostar un soldado en cada casa, como sucede con éste. El Ejército de ocupación nazi, el mayor aparato de ocupación conocido, no pudo hacerlo ni lo intentó.
Desde que existe la televisión, eso empezó a ser posible. Es cuestión nada más que de apoderarse de las señales televisivas. Las armas con las que los Ejércitos de Ocupación modernos se apoderan de las señales televisivas se llaman "dinero". Es necesario tener mucho dinero para captar la audiencia general. Es cierto que hay que tener talento, pero con dinero el talento se consigue, se recluta, se paga, y se pone al servicio del sector económico al que pertenecen los dueños de los medios.
Hay que entender que nunca antes existió un Medio tan cautivador de la persona como la televisión. La radio no invadía el cuerpo ni lo paralizaba, En cambio la televisión que entra por los oídos y la vista, atrapa físicamente al espectador, lo sienta, lo inhabilita para pensar, porque capta la mayoría de sus sentidos. Con la radio el espectador podía desplazarse por la casa, ser capturado por otra situación. Pero la televisión impide cualquier otra actividad. Las imágenes cada vez son más bellas, los recursos de sonido cada vez más inteligentes, cautivan la voluntad. La televisión es un soldado en cada casa, de ese Ejército de Ocupación.
"UN MEDIO TELEVISIVO QUE CONCENTRA LA AUDIENCIA ES UN EJÉRCITO DE OCUPACIÓN CON UN SOLDADO EN CADA CASA"
Por lo tanto hoy deberíamos llamarlos Medios de Incomunicación, Medios de Desorientación, Medios de Arbitrariedad Informativa, Medios Formadores de Opinión Parcial, Medios de Manipulación.
Este es un flagelo que está asolando al mundo entero, no solamente a la Argentina. La modernidad nos ha encontrado con leyes preparadas para situaciones no tan complejas como las actuales. La única forma de lograr que estos Medios morigeren su influencia es impedir la concentración. Mantener la diversidad de opiniones en la cartelera de opciones mediáticas debería ser una aspiración de las leyes.
No hay que dejar crecer un capitalista de Medios por encima de los demás, por más que tenga méritos comerciales para crecer. El negocio de los Medios no es un negocio más. Puede llegar a ser un negocio peligroso, que atente contra la Democracia. En otro rubro el mejor desplaza a la competencia y es justo. En la cuestión de la Información y la formación de Opinión, esa ley del mercado no debe continuar sin limitación. Hay que limitar el crecimiento de un Medio sobre los demás. En este caso la competencia igualitaria asegura la diversidad de opiniones, por lo tanto, la efectividad de la Democracia.
Es cierto , los Medios de capital concentrado son un Ejército de Ocupación para control de la ciudadanía. Pero, en toda la historia, los Ejércitos de Ocupación, no han tenido la cantidad de efectivos suficientes para apostar un soldado en cada casa, como sucede con éste. El Ejército de ocupación nazi, el mayor aparato de ocupación conocido, no pudo hacerlo ni lo intentó.
Desde que existe la televisión, eso empezó a ser posible. Es cuestión nada más que de apoderarse de las señales televisivas. Las armas con las que los Ejércitos de Ocupación modernos se apoderan de las señales televisivas se llaman "dinero". Es necesario tener mucho dinero para captar la audiencia general. Es cierto que hay que tener talento, pero con dinero el talento se consigue, se recluta, se paga, y se pone al servicio del sector económico al que pertenecen los dueños de los medios.
Hay que entender que nunca antes existió un Medio tan cautivador de la persona como la televisión. La radio no invadía el cuerpo ni lo paralizaba, En cambio la televisión que entra por los oídos y la vista, atrapa físicamente al espectador, lo sienta, lo inhabilita para pensar, porque capta la mayoría de sus sentidos. Con la radio el espectador podía desplazarse por la casa, ser capturado por otra situación. Pero la televisión impide cualquier otra actividad. Las imágenes cada vez son más bellas, los recursos de sonido cada vez más inteligentes, cautivan la voluntad. La televisión es un soldado en cada casa, de ese Ejército de Ocupación.
"UN MEDIO TELEVISIVO QUE CONCENTRA LA AUDIENCIA ES UN EJÉRCITO DE OCUPACIÓN CON UN SOLDADO EN CADA CASA"