Basta Pino Solanas. ¿Qué hiciste toooooodos estos años?¿Tenés el Ejército del Pueblo preparado? ¿Tenés el arsenal de 200 mil armas? ¿NO? ¿Y qué hiciste éstos años, el amor, la película?
ya lo sabemos los que leímos a Olmos, la deuda externa es fraudulenta, pero no hace falta hacer una auditoría ¿a quién se la presentaríamos en consideración y para qué?
¿Acaso existe el gobierno mundial que quería hacer Einstein después de que se tiró la bomba en Hiroshima y Nagasaki? No, no existe. ¿O la auditoría la vamos a presentar ante los estafadores para que ellos se pongan rojos de la verguenza y no puedan mirar más a nadie en el mundo a la cara y nos digan: muchachos tienen razón, no deben nada? ¡Vamos!
Por lo tanto, si no queremos pagar, no pagamos. Y chau. Eso es todo. Se puede hacer ¿por qué no? ¿alguien sabe algún motivo por el que no se pueda hacer un corte de manga a todos los hijos de puta que nos robaron la plata por décadas? Se puede, claro que sí. Se puede. Se puede no pagarles nada de nada. Se puede.
Guárdense la estúpida auditoría. No se paga nada y ya está.
Pero eso sí, vénganse con el pueblo en armas a tomar la Casa de Gobierno y a llenar la Plaza de Mayo y sus alrrededores, que sean por lo menos dos cientos mil con un arma cada uno, porque si vienen solitos Solanas y Lozano, aunque los acompañe Altamira y sus piqueteros, los cucos acreedores van a tener unos cuantos que se suban a un caballo y les hagan lo que a los ahorristas nos hicieron el 19 y 20 de diciembre, cuando De La Ruina obedeció a la orden de reprimir que le dieron los Bancos.
No pagar la deuda no necesita de niinguna auditoría, necesita una revolución. Háganla o déjense de poner palos a la rueda al que negocia con buenos quites y sigue en el mercado capitalista tratando de lograr un lugar menos deshonroso para el pueblo argentino. Eso es lo que pueden hacer los Kirchner. ¿No les gusta? Hagan la REVOLUCIÓN, pero no tiren primero a Cristina, porque se pueden quedar sin el pan y sin la torta, como aquel perro que tenía un hueso en la boca y se miró en el espejo del agua y vió que había un perro con un hueso reflejado, y por agarrar el hueso del reflejo perdió el propio por abrir la boca.
ya lo sabemos los que leímos a Olmos, la deuda externa es fraudulenta, pero no hace falta hacer una auditoría ¿a quién se la presentaríamos en consideración y para qué?
¿Acaso existe el gobierno mundial que quería hacer Einstein después de que se tiró la bomba en Hiroshima y Nagasaki? No, no existe. ¿O la auditoría la vamos a presentar ante los estafadores para que ellos se pongan rojos de la verguenza y no puedan mirar más a nadie en el mundo a la cara y nos digan: muchachos tienen razón, no deben nada? ¡Vamos!
Por lo tanto, si no queremos pagar, no pagamos. Y chau. Eso es todo. Se puede hacer ¿por qué no? ¿alguien sabe algún motivo por el que no se pueda hacer un corte de manga a todos los hijos de puta que nos robaron la plata por décadas? Se puede, claro que sí. Se puede. Se puede no pagarles nada de nada. Se puede.
Guárdense la estúpida auditoría. No se paga nada y ya está.
Pero eso sí, vénganse con el pueblo en armas a tomar la Casa de Gobierno y a llenar la Plaza de Mayo y sus alrrededores, que sean por lo menos dos cientos mil con un arma cada uno, porque si vienen solitos Solanas y Lozano, aunque los acompañe Altamira y sus piqueteros, los cucos acreedores van a tener unos cuantos que se suban a un caballo y les hagan lo que a los ahorristas nos hicieron el 19 y 20 de diciembre, cuando De La Ruina obedeció a la orden de reprimir que le dieron los Bancos.
No pagar la deuda no necesita de niinguna auditoría, necesita una revolución. Háganla o déjense de poner palos a la rueda al que negocia con buenos quites y sigue en el mercado capitalista tratando de lograr un lugar menos deshonroso para el pueblo argentino. Eso es lo que pueden hacer los Kirchner. ¿No les gusta? Hagan la REVOLUCIÓN, pero no tiren primero a Cristina, porque se pueden quedar sin el pan y sin la torta, como aquel perro que tenía un hueso en la boca y se miró en el espejo del agua y vió que había un perro con un hueso reflejado, y por agarrar el hueso del reflejo perdió el propio por abrir la boca.