Todos los argentinos celebramos la existencia de la República Argentina. Celebramos lo que nos da la Argentina con su existencia.
Por un lado están algunos, una minoría hacendada, celebrando los éxitos económicos, la fortuna, la tierra fértil, el trigo que hizo ricos a los abuelos, la soja que hace ricos a los nietos. Celebrando la buena vida que da la enorme riqueza.
En círculo a este grupo también celebran las otras fortunas asociadas al "campo": la de los grandes diarios que están a su servicio, la de los financistas que consiguen intereses para el capital acumulado, la de los magnates de los negocios asociados al estado y la obra pública, la de los políticos que se hicieron ricos gestionándoles privilegios a estos grupos, la de los que reciben el derrame de riqueza que demanda servicios dispendiosos. Un ejambre de riqueza que con todo no alcanza más que para una minoría.
Todos ellos celebran la riqueza que les da la Argentina.
Por otro lado estamos nosotros, la mayoría. Algunos menos pobres que otros. Otros, que no tienen nada.
Entre nosotros también hay diferencias sustanciales. Si tomamos nuestro grupo que conforma la inmensa mayoría, podríamos a su vez dividirnos en dos grupos si
Tienen vivienda propia o alquilan. No tienen vivienda fija.
Tienen auto. Viajan en colectivo.
Durmen con aire acondicionado o ventilador. Se mueren de calor.
Tienen lavarropas automático o lavan a mano y secan con Ko-hi-norr. Lavan a mano y cuelgan.
Comen bien. Comen mal.
Si les duele un diente lo arreglan o lo sacan y ponen un postizo. Se sacan los dientes y dejan el agujero.
Si tienen vivienda el techo es de material, las paredes tienen revoque y los pisos cobertura. El techo es de chapa, las paredes no están revocadas y los pisos son de tierra o cemento.
Pueden planificar la cantidad de hijos. No pueden.
¿QUÉ SIENTE EL POBRE DE POBREZA MÁXIMA SOBRE SU ARGENTINIDAD? ¿CELEBRARÁ EL BICENTENARIO?
¿O MIRARÁ CÓMO FESTEJAN LOS OTROS SIN SABER DE QUÉ SE TRATA?
En círculo a este grupo también celebran las otras fortunas asociadas al "campo": la de los grandes diarios que están a su servicio, la de los financistas que consiguen intereses para el capital acumulado, la de los magnates de los negocios asociados al estado y la obra pública, la de los políticos que se hicieron ricos gestionándoles privilegios a estos grupos, la de los que reciben el derrame de riqueza que demanda servicios dispendiosos. Un ejambre de riqueza que con todo no alcanza más que para una minoría.
Todos ellos celebran la riqueza que les da la Argentina.
Por otro lado estamos nosotros, la mayoría. Algunos menos pobres que otros. Otros, que no tienen nada.
Entre nosotros también hay diferencias sustanciales. Si tomamos nuestro grupo que conforma la inmensa mayoría, podríamos a su vez dividirnos en dos grupos si
Tienen vivienda propia o alquilan. No tienen vivienda fija.
Tienen auto. Viajan en colectivo.
Durmen con aire acondicionado o ventilador. Se mueren de calor.
Tienen lavarropas automático o lavan a mano y secan con Ko-hi-norr. Lavan a mano y cuelgan.
Comen bien. Comen mal.
Si les duele un diente lo arreglan o lo sacan y ponen un postizo. Se sacan los dientes y dejan el agujero.
Si tienen vivienda el techo es de material, las paredes tienen revoque y los pisos cobertura. El techo es de chapa, las paredes no están revocadas y los pisos son de tierra o cemento.
Pueden planificar la cantidad de hijos. No pueden.
¿QUÉ SIENTE EL POBRE DE POBREZA MÁXIMA SOBRE SU ARGENTINIDAD? ¿CELEBRARÁ EL BICENTENARIO?
¿O MIRARÁ CÓMO FESTEJAN LOS OTROS SIN SABER DE QUÉ SE TRATA?