Se puede entender por qué en estos cuatro meses del problema con el campo, no se habló ni una palabra de Pablo Llonto. No salió en la televisión. No se escuchó hablar de su libro. Está todo muy claro. Pero ahora vamos a tener que empezar a mover el asunto. Porque el Gobierno parece que tampoco puede, siendo que Pablo tiene entre sus manos, uno de los elementos fundamentales del enfrentamiento de Clarín contra el Gobierno.
¿Quién es Pablo Llonto? ¿No oíste hablar de él? Es una lástima. Te va a interesar oír hablar de Pablo. La buena gente del periodismo que lo conoce, tiene una especie de devoción religiosa por él, por lo que hizo, por lo que hace, por cómo es, y por cómo vive. ¿Dónde está Pablo Llonto? No está muy lejos.
Si entrás al portal de Majul, Hipercrítico, lo vas a ver en la lista de colaboradores. Dice así:
Pablo Llonto - Deportes
Pablo Llonto nació el 12 de abril de 1960 en San Martín provincia de Buenos Aires, tal vez por ello conserve cierto fanatismo liviano por Chacarita. Debutó a los 15 en un diario de Trujillo, Perú, con malas crónicas deportivas desde la Argentina. Ingresó en octubre de 1978 a la sección deportes de Clarín, pasó luego por Política de aquel diario hasta 1991 en que la empresa impidió su ingreso; escribió en las secciones Política y deportes de las revistas Somos, Noticias, Veintitrés, El gráfico, Un caño, Llegás, Selecciones, Caras y caretas, Gatopardo; en los diarios El Expreso y La Razón; Relató boxeo en los canales 9, ATC y Telefé; radio en La Red, Libertad y Radio de las Madres. Es abogado de Derechos Humanos. Tiene 4 hijos. E Mail: pllonto@gmail.com Esta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verla.
En Hipercrítico dice que en 1999 Clarín le impidió el ingreso al diario. ¿Sabés por qué? ¿Vos te acordás de la pelea de Magdalena Ruiz Guiñazú con Rolando Graña en lo de Mirta Legrand? ¿Te acordás que Magdalena se hizo la republicana contra Graña porque el tipo había censurado a TVR cuando trajeron al arrepentido del caso de las coimas en el Senado? ¿Te acordás lo que le contestó Graña a Magdalena? Fue el jueves 18 de agosto de 2007.
--Rolando Graña: Magdalena, vos nunca dijiste nada sobre la huelga de Clarín porque trabajás en una radio. Nunca dijiste una sola noticia.
--Magdalena: ¿Cómo sabés?
--Graña: Porque lo recordamos.
--Magdalena: Hubo un motivo, no señor, incluso en una asamblea se examinaron caso por caso cómo se habían hecho los despidos, y por qué, y estaban dentro de la ley. Me acuerdo perfectamente.
La huelga de Clarín de la que habló Graña era la del año 2000. La empresa de la viuda de Noble (sospechada de apropiarse de dos hijos de desaparecidos) había despedido a 117 trabajadores y a toda la Comisión Interna Gremial que llevaba 3 meses de electa y estaba a punto de presentar un petitorio con todos los reclamos laborales. El silencio de aquel momento de Magdalena, como el de tantos otros periodistas "famosos", fue similar al silencio que guardaban en los primeros años de la dictadura cuando, conocedores de la represión, las desapariciones, la tortura y los centros clandestinos, nada decían en sus programas llenos de rating.
En esa huelga participó Pablo Llonto, que perteneció a la redacción de Clarín por 13 años, entre los años 1978 y 1991. Desde el año 1984 fue elegido delegado de la Comisión Interna. En 1991 la empresa le impidió entrar al edificio, pero a pesar de ello, fue nuevamente reelegido como representante gremial hasta 1999. Cuentan que Llonto se traía un banquito, y desde la puerta de calle atendía las cuestiones gremiales de sus compañeros.
Pablo Llonto, además de periodista de amplio espectro, es dueño de una cultura política y popular profunda y de intensas convicciones de lucha por la causa de los Derechos Humanos, en la que como abogado representa a diversas causas importantes. Es también el artífice del arresto de Patti, como abogado de la familia de Diego Muñiz Barreto, el ex diputado del PJ asesinado por la dictadura. "Llonto es un hombre íntegro. Para los que no lo saben, no cobra un mango. Labura a pulmón, aún cuando no le sobra ni una moneda para tomarse el bondi. Pero él no busca ni plata, ni gloria, sólo la satisfacción de la justicia. Eso es lo que lo hace enorme." Así dicen de él sus compañeros periodistas. Es viudo muy joven con 4 hijos chicos. Va a buscarlos a la escuela y tiene una empleada doméstica que lo ayuda a criarlos.
Después del arresto de Patti, fue convocado a hablar por teléfono a la radio con Magdalena Ruiz Guiñazú, y protagonizó el tan mentado diálogo en el que Magdalena lo ataca ferozmente sin saber que además de abogado era quien es. Ese diálogo es antológico y nadie debería dejar de escucharlo. El audio está acá. Y la trascripción acá.
A través de este diálogo Pablo Llonto intenta establecer la relación entre la sospecha sobre la identidad de los hijos de la dueña de Clarín, asunto que él lleva adelante, y todas las cosas que pasaron y pasan en el país, pero Magdalena no lo deja. La experiencia de escuchar cómo Magdalena ampara al poder siniestro es inigualable. Por eso hay que oír este audio.
Pablo entiende como pocos el entramado de los males que aquejan a la Argentina. “Nadie puede gobernar en la Argentina sin el apoyo del grupo Clarín”, dice. Para explicar eso escribió "La Noble Ernestina", el libro más impactante y menos difundido en años. En el reportaje "El poder tiene cara de mujer" que le hace Jairo Straccia a Pablo se lee:
“El que se pelea con Clarín deja de ser periodista”, comentó algún trabajador de prensa en una universidad pública hace unos años. El pánico de revisar la actuación del grupo o de sus principales referentes empresarios no tiene paralelo en el país. No sólo los empleados de los incontables medios informativos dejan de lado esta posibilidad, sino que en gran número, desde todos los espacios se obvian las maniobras y conductas que hechas por cualquier otro sujeto habrían sido motivo de informes especiales. El temor al cuco se llama “silencio”.
Ni siquiera Fontevecchia actuó contra su otrora archi-enemigo Clarín en el enfrentamiento contra el Gobierno, sino que le fue a la par, como un sabueso disciplinado en busca de la presa para el amo, a pesar de que recién salido el fenecido primer diario Perfil, los avisadores recibieron una oferta por la exclusividad, por lo que Perfil se quedó sin avisos, lo que lógicamente precipitó su caída, trayendo el desastre para centenas de trabajadores.
Hay que buscar el libro "La Noble Ernestina". Extrañamente, el aviso de Internet de la Librería Santa Fe, parece desalentar la compra, "equivocando" el anuncio de su temática. El aviso no dice que la investigación del autor revela cómo una bailarina de flamenco se ha convertido en el peso más pesado del empresariado local, y cuáles son las consecuencias de un camino tan arrasador, y que una editorial que le diera el respaldo a semejante obra en esta Argentina de la dependencia, fue posible gracias a la existencia de la cooperativa editora Astralib, y de la imprenta Chilavert, recuperada por sus operarios. Lean ustedes lo que dice el aviso en su lugar. Es muy sugestivo.
¿Quién es Pablo Llonto? ¿No oíste hablar de él? Es una lástima. Te va a interesar oír hablar de Pablo. La buena gente del periodismo que lo conoce, tiene una especie de devoción religiosa por él, por lo que hizo, por lo que hace, por cómo es, y por cómo vive. ¿Dónde está Pablo Llonto? No está muy lejos.
Si entrás al portal de Majul, Hipercrítico, lo vas a ver en la lista de colaboradores. Dice así:
Pablo Llonto - Deportes
Pablo Llonto nació el 12 de abril de 1960 en San Martín provincia de Buenos Aires, tal vez por ello conserve cierto fanatismo liviano por Chacarita. Debutó a los 15 en un diario de Trujillo, Perú, con malas crónicas deportivas desde la Argentina. Ingresó en octubre de 1978 a la sección deportes de Clarín, pasó luego por Política de aquel diario hasta 1991 en que la empresa impidió su ingreso; escribió en las secciones Política y deportes de las revistas Somos, Noticias, Veintitrés, El gráfico, Un caño, Llegás, Selecciones, Caras y caretas, Gatopardo; en los diarios El Expreso y La Razón; Relató boxeo en los canales 9, ATC y Telefé; radio en La Red, Libertad y Radio de las Madres. Es abogado de Derechos Humanos. Tiene 4 hijos. E Mail: pllonto@gmail.com Esta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verla.
En Hipercrítico dice que en 1999 Clarín le impidió el ingreso al diario. ¿Sabés por qué? ¿Vos te acordás de la pelea de Magdalena Ruiz Guiñazú con Rolando Graña en lo de Mirta Legrand? ¿Te acordás que Magdalena se hizo la republicana contra Graña porque el tipo había censurado a TVR cuando trajeron al arrepentido del caso de las coimas en el Senado? ¿Te acordás lo que le contestó Graña a Magdalena? Fue el jueves 18 de agosto de 2007.
--Rolando Graña: Magdalena, vos nunca dijiste nada sobre la huelga de Clarín porque trabajás en una radio. Nunca dijiste una sola noticia.
--Magdalena: ¿Cómo sabés?
--Graña: Porque lo recordamos.
--Magdalena: Hubo un motivo, no señor, incluso en una asamblea se examinaron caso por caso cómo se habían hecho los despidos, y por qué, y estaban dentro de la ley. Me acuerdo perfectamente.
La huelga de Clarín de la que habló Graña era la del año 2000. La empresa de la viuda de Noble (sospechada de apropiarse de dos hijos de desaparecidos) había despedido a 117 trabajadores y a toda la Comisión Interna Gremial que llevaba 3 meses de electa y estaba a punto de presentar un petitorio con todos los reclamos laborales. El silencio de aquel momento de Magdalena, como el de tantos otros periodistas "famosos", fue similar al silencio que guardaban en los primeros años de la dictadura cuando, conocedores de la represión, las desapariciones, la tortura y los centros clandestinos, nada decían en sus programas llenos de rating.
En esa huelga participó Pablo Llonto, que perteneció a la redacción de Clarín por 13 años, entre los años 1978 y 1991. Desde el año 1984 fue elegido delegado de la Comisión Interna. En 1991 la empresa le impidió entrar al edificio, pero a pesar de ello, fue nuevamente reelegido como representante gremial hasta 1999. Cuentan que Llonto se traía un banquito, y desde la puerta de calle atendía las cuestiones gremiales de sus compañeros.
Pablo Llonto, además de periodista de amplio espectro, es dueño de una cultura política y popular profunda y de intensas convicciones de lucha por la causa de los Derechos Humanos, en la que como abogado representa a diversas causas importantes. Es también el artífice del arresto de Patti, como abogado de la familia de Diego Muñiz Barreto, el ex diputado del PJ asesinado por la dictadura. "Llonto es un hombre íntegro. Para los que no lo saben, no cobra un mango. Labura a pulmón, aún cuando no le sobra ni una moneda para tomarse el bondi. Pero él no busca ni plata, ni gloria, sólo la satisfacción de la justicia. Eso es lo que lo hace enorme." Así dicen de él sus compañeros periodistas. Es viudo muy joven con 4 hijos chicos. Va a buscarlos a la escuela y tiene una empleada doméstica que lo ayuda a criarlos.
Después del arresto de Patti, fue convocado a hablar por teléfono a la radio con Magdalena Ruiz Guiñazú, y protagonizó el tan mentado diálogo en el que Magdalena lo ataca ferozmente sin saber que además de abogado era quien es. Ese diálogo es antológico y nadie debería dejar de escucharlo. El audio está acá. Y la trascripción acá.
A través de este diálogo Pablo Llonto intenta establecer la relación entre la sospecha sobre la identidad de los hijos de la dueña de Clarín, asunto que él lleva adelante, y todas las cosas que pasaron y pasan en el país, pero Magdalena no lo deja. La experiencia de escuchar cómo Magdalena ampara al poder siniestro es inigualable. Por eso hay que oír este audio.
Pablo entiende como pocos el entramado de los males que aquejan a la Argentina. “Nadie puede gobernar en la Argentina sin el apoyo del grupo Clarín”, dice. Para explicar eso escribió "La Noble Ernestina", el libro más impactante y menos difundido en años. En el reportaje "El poder tiene cara de mujer" que le hace Jairo Straccia a Pablo se lee:
“El que se pelea con Clarín deja de ser periodista”, comentó algún trabajador de prensa en una universidad pública hace unos años. El pánico de revisar la actuación del grupo o de sus principales referentes empresarios no tiene paralelo en el país. No sólo los empleados de los incontables medios informativos dejan de lado esta posibilidad, sino que en gran número, desde todos los espacios se obvian las maniobras y conductas que hechas por cualquier otro sujeto habrían sido motivo de informes especiales. El temor al cuco se llama “silencio”.
Ni siquiera Fontevecchia actuó contra su otrora archi-enemigo Clarín en el enfrentamiento contra el Gobierno, sino que le fue a la par, como un sabueso disciplinado en busca de la presa para el amo, a pesar de que recién salido el fenecido primer diario Perfil, los avisadores recibieron una oferta por la exclusividad, por lo que Perfil se quedó sin avisos, lo que lógicamente precipitó su caída, trayendo el desastre para centenas de trabajadores.
Hay que buscar el libro "La Noble Ernestina". Extrañamente, el aviso de Internet de la Librería Santa Fe, parece desalentar la compra, "equivocando" el anuncio de su temática. El aviso no dice que la investigación del autor revela cómo una bailarina de flamenco se ha convertido en el peso más pesado del empresariado local, y cuáles son las consecuencias de un camino tan arrasador, y que una editorial que le diera el respaldo a semejante obra en esta Argentina de la dependencia, fue posible gracias a la existencia de la cooperativa editora Astralib, y de la imprenta Chilavert, recuperada por sus operarios. Lean ustedes lo que dice el aviso en su lugar. Es muy sugestivo.
Eva Row