La semana pasada, en el programa radial El Tren, de Gerardo Yomal y Hugo Presman, estuvo una invitada muy inteligente y culta que emitió una crítica a 678 muy parecida a la que le hizo en un post Lucas Carrasco (acá), por lo que recibió un malón de enemigos que lo querían exterminar: 200 comentarios.
La invitada de El Tren decía algo así como que la concepción de lo público no coincide con lo de estatal o gubernamental. Que el canal era público, no del gobierno, que este no debía hacer uso político de ese canal, que el canal no pertenece a ningún sector político en particular, y no debía utilizarse como vocero de la parcialidad de un Gobierno.
Creo que la crítica es justa, pero no en un contexto especial como el que vivimos. Veamos.
La situación del Gobierno de Cristina es de minusvalía comunicativa frente a la situación de privilegio que tiene la oposición política y los sectores económicos enfrentados con el Gobierno El privilegio deviene de tener a servicio del poder económico y la oposición política, al multimedio monopólico más poderoso de la Argentina y todos sus satélites.
Esta situación de desequilibrio provee de información sesgada a la población, y es en defensa de la buena información y el análisis que porviene de una información completa, que el Gobierno tiene habilitado, gracias a cierto concepto moderno del Derecho, la legitimidad para utilizar el único medio que está a su alcance, que es el canal público, administrado por el Estado. No lo es para situaciones "normales", pero sí para excepcionales como la que estamos viviendo. Sigamos.
El concepto moderno del Derecho al que me refiero, es el de la "discriminación positiva". En Wikipedia podemos leer: "La discriminación positiva o acción afirmativa es el término que se da a una acción que, a diferencia de discriminación negativa (o simplemente discriminación), pretende establecer políticas que dan a un determinado grupo social, étnico, minoritario o que históricamente haya sufrido discriminación a causa de injusticias sociales, un trato preferencial en el acceso o distribución de ciertos recursos o servicios así como acceso a determinados bienes, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de grupos desfavorecidos, y compensarlos por los perjuicios o la discriminación de la que fueron víctimas en el pasado."
Quiero decir aquí, que la discriminación informativa que hacen los medios no opera sólo contra el Gobierno, sino contra la población cuyos intereses no son los del poder económico que defienden. A la población se le niega el acceso a la información completa y se le niega la neutralidad informativa necesaria para poder formar su propio pensamiento en virtud de sus intereses.
Por eso, el programa 678 desde el canal público, se legitima en el uso parcial de un recurso público y plural, al otorgarnos a los ciudadanos un trato preferencial en el acceso a la distribución de recursos informativos que de otra manera no tendríamos. Se trata de "compensar" los desequilibrios ocurridos en la sociedad, mejorando la posición del que está en posición de desventaja.
El Gobierno Nacional sufre de un acoso mediático en su contra y no tiene cómo contestar o replicar, al modo de informar por el que se lo ataca constantemente, ocultando información positiva, difundiendo informaciones falseadas, sesgadas, opinando siempre en lugar de informar con neutralidad.
La situación de abuso informativo de los medios antagónicos, legitima lo que en otra situación bien podría considrarse abuso del Gobierno al utilizar el canal público para informar y analizar sus actos. Pero no en este contexto.
La invitada de El Tren decía algo así como que la concepción de lo público no coincide con lo de estatal o gubernamental. Que el canal era público, no del gobierno, que este no debía hacer uso político de ese canal, que el canal no pertenece a ningún sector político en particular, y no debía utilizarse como vocero de la parcialidad de un Gobierno.
Creo que la crítica es justa, pero no en un contexto especial como el que vivimos. Veamos.
La situación del Gobierno de Cristina es de minusvalía comunicativa frente a la situación de privilegio que tiene la oposición política y los sectores económicos enfrentados con el Gobierno El privilegio deviene de tener a servicio del poder económico y la oposición política, al multimedio monopólico más poderoso de la Argentina y todos sus satélites.
Esta situación de desequilibrio provee de información sesgada a la población, y es en defensa de la buena información y el análisis que porviene de una información completa, que el Gobierno tiene habilitado, gracias a cierto concepto moderno del Derecho, la legitimidad para utilizar el único medio que está a su alcance, que es el canal público, administrado por el Estado. No lo es para situaciones "normales", pero sí para excepcionales como la que estamos viviendo. Sigamos.
El concepto moderno del Derecho al que me refiero, es el de la "discriminación positiva". En Wikipedia podemos leer: "La discriminación positiva o acción afirmativa es el término que se da a una acción que, a diferencia de discriminación negativa (o simplemente discriminación), pretende establecer políticas que dan a un determinado grupo social, étnico, minoritario o que históricamente haya sufrido discriminación a causa de injusticias sociales, un trato preferencial en el acceso o distribución de ciertos recursos o servicios así como acceso a determinados bienes, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de grupos desfavorecidos, y compensarlos por los perjuicios o la discriminación de la que fueron víctimas en el pasado."
Quiero decir aquí, que la discriminación informativa que hacen los medios no opera sólo contra el Gobierno, sino contra la población cuyos intereses no son los del poder económico que defienden. A la población se le niega el acceso a la información completa y se le niega la neutralidad informativa necesaria para poder formar su propio pensamiento en virtud de sus intereses.
Por eso, el programa 678 desde el canal público, se legitima en el uso parcial de un recurso público y plural, al otorgarnos a los ciudadanos un trato preferencial en el acceso a la distribución de recursos informativos que de otra manera no tendríamos. Se trata de "compensar" los desequilibrios ocurridos en la sociedad, mejorando la posición del que está en posición de desventaja.
El Gobierno Nacional sufre de un acoso mediático en su contra y no tiene cómo contestar o replicar, al modo de informar por el que se lo ataca constantemente, ocultando información positiva, difundiendo informaciones falseadas, sesgadas, opinando siempre en lugar de informar con neutralidad.
La situación de abuso informativo de los medios antagónicos, legitima lo que en otra situación bien podría considrarse abuso del Gobierno al utilizar el canal público para informar y analizar sus actos. Pero no en este contexto.