
Qué día el de ayer. La mariposa negra batiendo las alas, una verdadera polilla macabra, toda negra con agujeritos, colgándole de la cola una cadenita con un corazón negro que giraba dentro de un aro y luego un colgante con una perlita negra, y la palabra Felicidades, también en negro, con corazoncitos en lugar de los puntos de las íes, y más corazoncitos negros, más. Si quieren verla pueden pero no la copien. Métanse en Google, Imágenes y tipeen la palabra Felicidades. Aparece en el orden 36. NO LA COPIEN.
Lo que me pasó fue como una pesadilla. Fue como en una película, en la que alguien entra a una habitación y cuando quiere salir se da cuenta de que la puerta se cerró, y la manija no funciona, del otro lado no hay nadie y nunca se va a salir de esa habitación.
Me metí en Ayuda Google y aparecieron: un experto de Cádiz, luego Laura y enseguida Friendly, que estuvieron todo el día conmigo. Las instancias fueron, dentro de todo, divertidas (viéndolo hoy). Friendly se ofendió porque yo le dije que estaba siguiendo a Laura, cuando me pidió que lo pusiera de lector invitado una vez cerrado el blog al público, pueden ver toda la historia acá, más unos cuantos mails privados.
Friendly se quedó sin luz por la tormenta de ayer y se le inundó el barrio, Laura me dejaba un rato para que su marido no le pida el divorcio.
Íbamos avanzando en ese dificultoso modo de comunicación on-line cuando se trata de dar instrucciones, escalón por escalón, con tropiezos, como el que de repente Google me rechaza la entrada con una página donde dice que tengo un virus y me ofrece comprar un antivirus, pero como la comunicación también se daba por mail, pude seguirla con ambos, menos mal que tuve la precaución de meter las dos direcciones en sendos mensajes preparados por si las moscas.
La carrera lenta y fatigosa llegó a su tramo final, que fue dramático. La hora de la verdad. Después de todo, no se podía encontrar dónde estaba la mariposa en la plantilla HTML. Los últimos cien metros tenía que correrlos a toda velocidad, o no llegaba. Laura me comunica que debo utilizar mi mano como lo hace un adolescente diestro en jueguitos, rápido con el click y apuntando al segundo que la imagen de la mariposa tarda en colocarse. En ese segundo, yo debía clickear en un lugar que aparece de repente, no se puede saber bien dónde, y no sólo eso, también clickear en un archivo de una carpeta de Mis Documentos que se abre. Todo eso, en un segundo !!!
Lo intenté más de cincuenta veces, hasta que lo logré. El mail decía en letras de primera plana: ¡LO LOGRÉ LAURA !!!!
Y la mariposa se fue. En su lugar estaba el Dr. Favaloro. Ese era el archivo al que llegaba mi mano en décimas de segundo. Le tocó al Dr. Favaloro suplantar a la polilla negra. Yo lo miraba al Dr. Favaloro, con su impermeable en el brazo, mirándome tirada en mi asiento, relajándome por fin. Luego regresé a Favaloro a su descanso en paz, y coloqué de nuevo a la Casa Rosada con el helicóptero de De La Rúa remontando vuelo.
Recibí montones de mails preocupados, solidarios, y los sigo recibiendo, con intención de ayuda, ( gracias a todos !!! ). Uno en particular me pareció curioso:
"Eva: No estoy pudiendo entrar a tu página, ni tampoco lo están pudiendo hacer los demás compañeros de Prensa Canalla ni de la Comisión de Medios en Carta Abierta. Podrías destrabar éso, por favor?"
Eso me dio la idea de que mi blog ya se ha convertido en una responsabilidad. ¿Qué más puedo querer de mi blog?