¿CRISTINA ECHÓ A TAIANA POR UNA INFORMACIÓN "ERRADA" DE CLARÍN?
Yo no sé si es cierto, pero supongamos que sí.
En la edición del viernes Clarín anunció una falsedad a la que hoy domingo llama desliz o error: que la Presidenta acordó que Brasil integre el monitoreo de la Planta de Botnia. Una información falsa que se inmiscuye para mal en la delicada negociación.
Como el "error" informativo está además acompañado de la reserva de la fuente, se abre por sí una sola y perturbadora sospecha: la traición de Taiana, ya que es fácilmente comprobable que Taiana recibió en su despacho a Clarín y que ésto resultó ocultado.
Pero Taiana no hizo nada en secreto. Hoy dice el mismo Clarín con "inocencia", que la entrevista ocurrió en el marco rutinario de las relaciones de Cancillería con los medios. ¿Por qué entonces Clarín debía reservarse la fuente el viernes? Es digno de pensarse como en el marco de una patraña, con intención de sembrar cizaña entre Taiana y la Presidenta.
Según cuenta el periodista de la nota de hoy, la Presidenta llamó a Taiana indignada preguntándole si fue él quien dió esa información falsa. .
"Cristina le atribuyó la noticia que daba Clarín. - –¿Vos le dijiste a Clarín que queremos que Brasil monitoree la planta de Botnia? –No, respondió Taiana–. Yo no he dicho eso. Debe ser un error.
La Presidenta no creyó en la palabra de su canciller. Le reprochó lo que consideró una conducta “desleal” y le dijo que había dejado de confiar en él."
Yo le preguntaría al periodista Walter Curia que hizo la nota, si conoce que Shakespeare se ocupó del tema de la influencia premeditada y sigilosa en las sospechas de traición. Le diría que Shakespeare sólo se ocupó de temas importantes, y éste es uno, el de la patraña que siembra la cizaña. El drama se llama "Otelo, el moro de Venecia".
Shakespeare lo ubicó en un pobre hombre envidioso, pero vale también, como todo gran tema, para entidades de poder como el de un monopolio sádico y destructivo, capaz de todos estos mecanismos de operación y con fácil acceso a las más sofisticadas herramientas, como tener un ejército mercenario de operadores que firman notas periodísticas.
Yo le preguntaría a Walter Curia si no le da verguenza de ser periodista y firmar una nota donde está a la vista la operación del diario. Y si no le da verguenza decir que:
"El desenlace demuestra la irracionalidad con el que el kirchnerismo maneja sus relaciones con la prensa. La Presidenta, sus colaboradores, jamás consideraron la posibilidad de que aquella frase de la edición de Clarín fuera un malentendido o resultado de un error ajeno a su ministro."
Le diría a Walter Curia que:
Espero de todo corazón que un día salga en Clarín "por error" que su esposa está embarazada del portero sin revelar la fuente, y que usted se entere de que su mujer se encontró la semana pasada con el periodista que firmó la nota y no le dijo nada. Seguro que lo primero que piensa es que fue un error del diario, claro.
Yo no sé si todo esto es cierto. Pero quisiera por favor que ningún funcionario le diera una sola entrevista más al diario Clarín.
Yo no sé si es cierto, pero supongamos que sí.
En la edición del viernes Clarín anunció una falsedad a la que hoy domingo llama desliz o error: que la Presidenta acordó que Brasil integre el monitoreo de la Planta de Botnia. Una información falsa que se inmiscuye para mal en la delicada negociación.
Como el "error" informativo está además acompañado de la reserva de la fuente, se abre por sí una sola y perturbadora sospecha: la traición de Taiana, ya que es fácilmente comprobable que Taiana recibió en su despacho a Clarín y que ésto resultó ocultado.
Pero Taiana no hizo nada en secreto. Hoy dice el mismo Clarín con "inocencia", que la entrevista ocurrió en el marco rutinario de las relaciones de Cancillería con los medios. ¿Por qué entonces Clarín debía reservarse la fuente el viernes? Es digno de pensarse como en el marco de una patraña, con intención de sembrar cizaña entre Taiana y la Presidenta.
Según cuenta el periodista de la nota de hoy, la Presidenta llamó a Taiana indignada preguntándole si fue él quien dió esa información falsa. .
"Cristina le atribuyó la noticia que daba Clarín. - –¿Vos le dijiste a Clarín que queremos que Brasil monitoree la planta de Botnia? –No, respondió Taiana–. Yo no he dicho eso. Debe ser un error.
La Presidenta no creyó en la palabra de su canciller. Le reprochó lo que consideró una conducta “desleal” y le dijo que había dejado de confiar en él."
Yo le preguntaría al periodista Walter Curia que hizo la nota, si conoce que Shakespeare se ocupó del tema de la influencia premeditada y sigilosa en las sospechas de traición. Le diría que Shakespeare sólo se ocupó de temas importantes, y éste es uno, el de la patraña que siembra la cizaña. El drama se llama "Otelo, el moro de Venecia".
Shakespeare lo ubicó en un pobre hombre envidioso, pero vale también, como todo gran tema, para entidades de poder como el de un monopolio sádico y destructivo, capaz de todos estos mecanismos de operación y con fácil acceso a las más sofisticadas herramientas, como tener un ejército mercenario de operadores que firman notas periodísticas.
Yo le preguntaría a Walter Curia si no le da verguenza de ser periodista y firmar una nota donde está a la vista la operación del diario. Y si no le da verguenza decir que:
"El desenlace demuestra la irracionalidad con el que el kirchnerismo maneja sus relaciones con la prensa. La Presidenta, sus colaboradores, jamás consideraron la posibilidad de que aquella frase de la edición de Clarín fuera un malentendido o resultado de un error ajeno a su ministro."
Le diría a Walter Curia que:
Espero de todo corazón que un día salga en Clarín "por error" que su esposa está embarazada del portero sin revelar la fuente, y que usted se entere de que su mujer se encontró la semana pasada con el periodista que firmó la nota y no le dijo nada. Seguro que lo primero que piensa es que fue un error del diario, claro.
Yo no sé si todo esto es cierto. Pero quisiera por favor que ningún funcionario le diera una sola entrevista más al diario Clarín.