La operación

Los acontecimientos generados en los EEUU han logrado que se tenga la sensación de que por lo menos una de las dos cosas es cierta, o las dos: o la operación de la valija con dinero para Cristina, o la operación de los EEUU contra Cristina.

Es decir, de las dos formas se ha instalado la idea de “operación”.

La negativa a la extradición, cosa que es práctica de los EEUU, requirió como excusa la existencia de un asunto interno de mayor importancia que el que respondía al pedido argentino. La "operación" montada allí para justificar la no extradición resulta demasiado rebuscada. Toda esa historia de la amenaza de los ex-socios de A. Willson es muy increíble. Pero además, el asunto de la "declaración" de uno de ellos, que increíblemente no es Willson, acerca de que el dinero era para Cristina, tiene todo el componente de mandar veneno en un misil etéreo. Es decir la operación viene con regalo, y tiene mensaje.

El mensaje es a la vez sarcástico e ingenuo, aquí va a tener menos consecuencias de las que suponen allá. Aquí estamos acostumbrados a la idea de que los votos no nos dan mucha seguridad de nada. Acá las operaciones ya no asustan a nadie. Se gritan a viva voz, las hace el gobierno contra la oposición, la oposición contra el gobierno, los medios contra el gobierno, los medios contra la oposición.

EEUU, en cambio, entra en crisis porque Clinton dice una mentira estúpida como que no tuvo relaciones con M.Lewinsky. Acá Mendez echó de una patada a su mujer de la Quinta de Olivos, no pasó nada. No, no somos iguales que ellos, ni tan ingenuos, ni tan influenciables.

El mensaje además retransmite esa idea que una vez se lanzó sobre el pueblo norteamericano con el asesinato de Kennedy. Que existe un poder superior, internacional, oculto, que te perdona la vida, si quiere, mientras tanto, si te portás bien, te deja jugar a la democracia.

Chocolate por la noticia. Todos aquí vimos la película. Y todos aquí sabemos de la existencia de ese poder. Y también sabemos que por eso así estamos.