¿CÓMO REACCIONARÁ GUALEGUAYCHÚ SI EL LAUDO FAVORECE AL URUGUAY? ¿ACATARÁ EL ECOLOGISMO EL FALLO?
Faltan pocos días para que una cuestión ríspida quede lejos de ser resuelta sea cual fuere el fallo, salga a favor en contra de la Argentina, a favor o en contra del Uruguay.
El recurso de apelar a la Corte de La Haya, además de ser una decisión ejecutiva, proveyó de paños fríos estirando provisoriamente el tiempo en un conflicto que parece irresoluble, y que tendrá consecuencias muy difíciles de sortear recién a partir del fallo. No sólo para las relaciones entre ambos países, que deberían estar conjugándose en el esfuerzo de construir una Sudamérica unida, sino para las difíciles relaciones del Gobierno argentino con los demandantes ecologistas cuyo fuego es avivado por políticos de la oposición que utilizan el ecologismo para enfrentarse al Gobierno.
En el Uruguay están esperando con callado suspenso el fallo de la Corte de La Haya donde se tramita la denuncia que hizo la Argentina contra ese país de violar el Estatuto del Río Uruguay. La Corte debe decidir si el gobierno uruguayo actuó en tiempo y forma en informar a la Argentina sobre la instalación de Botnia.
El 14 de enero Cristina Fernández y Mujica se encontraron en la Casa Rosada y acordaron crear una comisión binacional para el tratamiento del laudo. El momento de crear esa comisión había sido acordado para inmediatamente después de asumir Mujica, pero luego la intención quedó relegada para después de conocerse el fallo. Hace poco en Chile, Mujica dijo secamente: "Ahí veremos".
El no haber podido cumplir con el acuerdo de formar de antemano la comisión binacional antes de que el fallo ponga más distancia entre los dos países, preanuncia que la tarea será más ardua de realizar después, con el encono de una de las dos partes, y en especial de la del Uruguay que resulta aguijonada por los cortes ecológico-piqueteros en la frontera.
El problema hoy no es Botnia, sino el corte del puente San Martín que une Fray Bentos con Gualeguaychú.
Se abre dentro de poco un nuevo foco de conflicto contra el Gobierno Nacional en territorio argentino. Contra un gobierno que ha decidido no reprimir y se verá tal vez en la disyuntiva más peligrosa si el laudo es favorable al Uruguay, que exigirá al Gobierno argentino aplicar la fuerza para evitar, ya no un conflicto interno, sino uno internacional.
Nuevos problemas se le agregarán pronto a Cristina Kirchner en medio de la crisis de gobernabilidad a la que la somete la encarnizada oposición, en un año que económicamente se presenta brillante, según todos los pronósticos.
Faltan pocos días para que una cuestión ríspida quede lejos de ser resuelta sea cual fuere el fallo, salga a favor en contra de la Argentina, a favor o en contra del Uruguay.
El recurso de apelar a la Corte de La Haya, además de ser una decisión ejecutiva, proveyó de paños fríos estirando provisoriamente el tiempo en un conflicto que parece irresoluble, y que tendrá consecuencias muy difíciles de sortear recién a partir del fallo. No sólo para las relaciones entre ambos países, que deberían estar conjugándose en el esfuerzo de construir una Sudamérica unida, sino para las difíciles relaciones del Gobierno argentino con los demandantes ecologistas cuyo fuego es avivado por políticos de la oposición que utilizan el ecologismo para enfrentarse al Gobierno.
En el Uruguay están esperando con callado suspenso el fallo de la Corte de La Haya donde se tramita la denuncia que hizo la Argentina contra ese país de violar el Estatuto del Río Uruguay. La Corte debe decidir si el gobierno uruguayo actuó en tiempo y forma en informar a la Argentina sobre la instalación de Botnia.
El 14 de enero Cristina Fernández y Mujica se encontraron en la Casa Rosada y acordaron crear una comisión binacional para el tratamiento del laudo. El momento de crear esa comisión había sido acordado para inmediatamente después de asumir Mujica, pero luego la intención quedó relegada para después de conocerse el fallo. Hace poco en Chile, Mujica dijo secamente: "Ahí veremos".
El no haber podido cumplir con el acuerdo de formar de antemano la comisión binacional antes de que el fallo ponga más distancia entre los dos países, preanuncia que la tarea será más ardua de realizar después, con el encono de una de las dos partes, y en especial de la del Uruguay que resulta aguijonada por los cortes ecológico-piqueteros en la frontera.
El problema hoy no es Botnia, sino el corte del puente San Martín que une Fray Bentos con Gualeguaychú.
Se abre dentro de poco un nuevo foco de conflicto contra el Gobierno Nacional en territorio argentino. Contra un gobierno que ha decidido no reprimir y se verá tal vez en la disyuntiva más peligrosa si el laudo es favorable al Uruguay, que exigirá al Gobierno argentino aplicar la fuerza para evitar, ya no un conflicto interno, sino uno internacional.
Nuevos problemas se le agregarán pronto a Cristina Kirchner en medio de la crisis de gobernabilidad a la que la somete la encarnizada oposición, en un año que económicamente se presenta brillante, según todos los pronósticos.
2 comentarios:
Todo un tema el de los delincuentes de Gualeguaychú, pero lo que tendría que hacer la Presidenta, es mas que obvio dado su cargo, es hacer cumplir las leyes argentinas, entre ellas el Código Penal y la Constitución Nacional. Además de liberar a la Justicia para que los perjudicados puedan demandar económicamente a los perjudicantes. Esta más que claro que el problema no es la papelera, sino los delincuentes que se han apoderado de un paso que es de todos.
Absolutamente de acuerdo Puentes Libres. Los bandidos se han apoderado del puente.
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