Agustín Rossi, las escuchas telefónicas y el peronismo

Sin desperdicios, habla Agustín Rossi:

Aquí tenés a tu disposición la desgrabación:

El escándalo de las escuchas ilegales, protagonizado por la recientemente creada Policía Metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires, dependiente del Gobierno de Mauricio Macri, nos desnuda el pensamiento de la derecha política en la Argentina.

Usted sabe que la derecha política en la Argentina siempre se esconde, nunca muestra su ideología. En general se quiere presentar como una fuerza política "aideológica". La idea de lo "aideológico" tiene que ver con no decir realmente qué es lo que piensan sobre los temas más controvertidos, porque ciertamente esconden una ideología claramente reaccionaria.

Ha quedado demostrado con estos hechos, que son de público conocimiento, que la derecha ésta, que se aparece a veces encabezada por Macri o por De Narváez, no tiene absolutamente nada de moderno, tiene poco que ver con la idea de sociedad inscripta dentro de los cánones del Estado de Derecho, tiene poco que ver con la institucionalidad, y apela rápidamente en la medida que puede, en situaciones que la ubican con "lo peor", o con la peor tradición de la derecha política en la Argentina.

Yo creo que este elemento, que a mi criterio deja bastante complicadas las aspiraciones políticas de Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires, es un elemento que hay que tener en cuenta para el análisis políitco a futuro, y sobre todo para tener cuenta qué es lo que pasa con el Peronismo y con el Partido Justicialista.

Yo lo que siento es que este hecho, los problemas de gestión que aparecen en la Ciudad de Buenos Aires, están complicando la proyección futura de Maurcio Macri a nivel nacional. Y probablemente ese proyecto, que era desde la derecha tratar de traccionar y quebrar a un sector del peronismo, para que el peronismo acompañe un proceso político claramente con una nitidez de fuerza política de derecha, está ciertamente hoy en muchas dificultades.

Entonces hay que tener mucho cuidado, porque así como la derecha se disfraza en la gestión, diciendo que es una propuesta política que habla de las cosas comunes y de la vida común de los ciudadanos, pero que ciertamente tiene ideología y que la vemos cuando pasan este tipo de hechos, la derecha va a tratar de ir por el Partido Justicialista como ha sido en otras oportunidades. Va a tratar de mimetizarse en el peronismo, va a tratar de copar el peronismo con alguna circunstancia o con alguna alternativa. La muestra de los dirigentes del peronismo disidente con la presencia de Carlos Menem, Adolfo Rodriguez Saá, Alberto Rodriguez Saá, De Narváez; Felipe Solá, todo eso, hasta ayer socios de Mauricio Macri en las elecciones, la verdad que ubica a ese sector político claramente en un lugar del espectro ideológico muy claro y muy contundente.

A los peronistas nos fue muy mal cuando la derecha copó nuestro partido. Esto fue durante la década del noventa. No sólo nos fue mal a los peronistas porque nos hicieron casi borrar nuestra propia identidad sino que le fue mal al conjunto de la sociedad argentina.

Y yo me temo que estas limitaciones que están apareciendo en el proyecto, o en el espacio político, que lidera Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires en donde se descubre el velo de la no-ideología y aparece la ideología claramente reaccionaria de la derecha política en la Argentina, haga que la derecha en términos generales cambie su plan original que era quebrar al peronismo desde afuera, para tratar de meterse adentro del peronismo y tratar de construir un escenario de copar el Partido Justicialista.

Tenemos que estar muy atentos a este escenario, pero me parece que era claramente importante reflexionar ésto con ustedes, sobre todo ahora que hemos aprobado una reforma política y una reforma electoral que tiene objetivos muchísimos más nobles de todo lo que se dijo durante este debate, que es darle al sistema político argentino una fuerte estabilidad, darle legitimidad, permitir un financiamiento más transparente, permitir las opciones de disidencia dentro de cada uno de los oficialismos, tener muchísimo cuidado con cada una de estas cosas, que me parece que son importantes.

Lo último que quería decirle, era lo que pasó en el Senado de la Nación, que son las cosas que yo no termino de entender de la oposición en la Argentina. Hace quince días, debatimos en la Cámara de Diputados de la Nación, el proyecto de Ley que permite la extracción de ADN para los casos de delito de lesa humanidad y que habla de una metodología absolutamente no-invasiva en todos los procedimientos, salvo y cuando sea de necesidad imperiosa y no quede otra alternativa para obtener el ADN de una persona.

Debatimos en la Cámara de Diputados. La oposición votó en contra. Votó en contra la Coalición Cívica, votó en contra el radicalismo, votó en contra la derecha como el Pro. Todos condicionados por aquella frase de la Dra. Carrió, se acuerda usted cuando dijo "ésto está direccionado para los hijos de la Sra Herrera de Noble; nada más alejado.

Esto pasó en la Cámara de Diputados de la Nación. En el Senado, votaron por unanimidad, casi por consenso absoluto. Creo que hubo una sola abstención, y salió este proyecto de Ley de media sanción.

¿Qué pasa con el radicalismo? Tiene una conducción en Diputados y otra conducción en el Senado. ¿Qué pasa con la oposición? ¿Qué pasa con una oposición que no se anima a discutir los proyectos? Porque en general tienen la actitud de oponerse de entrada a cada una de las iniciativas que impulsa el Gobierno, solamente porque las impulsa el Gobierno.

Este proyecto de reforma política y de reforma electoral hubiese merecido muchos más votos, hubiese mercido mucho más consenso, si el radicalismo, si la Coalición Cívica hubieran tomado la actitud de no tener el prejuicio de compartir con el Gobierno una iniciativa que el Gobierno ha impulsado. Después nos hablan de consenso. Y cuando tienen la posibilidad de acordar con el Gobierno dicen "no", porque vamos a quedar pegados, vamos a quedar posicionados....

La verdad que me parece que necesitamos de nuestra dirigencia política, sobre todo de la dirigencia política opositora, un grado de madurez que en estos seis meses, desde el 28 de junio hasta la fecha al menos aquí en la Cámara de Diputados, no la hemos visto.

Muchas gracias.