El incidente ocurrió pasadas las 9, en la Escuela Normal Nº 5 "Héroes de Malvinas", en Crámer 2136. "Estábamos en el recreo y se empezó a ver humo en el primer piso —contó Débora, de 1º año, en diálogo con Radio Del Plata—. Era insoportable el olor: nos dolía la nariz y empezamos a toser". Después se enteró de que alguien había tirado cinco bengalas de humo en el primer piso y otras dos en la planta baja.
De Cromañón son culpables la Sociedad Rural, los militares, Menem y sus amigos empresarios, involucrando también al curioso partido que se dice peronista, pero a pesar de ello llevó a la candidatura a presidente a un individuo que vendió los restos del patrimonio del Estado. De un Estado que fue poderoso en la era peronista del primer gobierno de Perón. De un Estado que la alta burguesía y los militares del úlitmo medio siglo se encargaron de destruir sin desmayo y que un peronista, nada menos, terminó de deshacer para siempre. Porque el Estado que hoy tenemos no es aquél, sino uno nuevo que nació milagrosamente de las cenizas.
Ellos son los culpables, y por supuesto el FMI, de que hubiera a fin de siglo XX, en nuestro querido suelo, una juventud rockera que había encontrado nada menos que en la bengala y en la pirotecnia su modo de gastar en estallidos desafiantes y luminosos, la energía sin consumir, acumulada por falta de trabajo, por falta de plata, por falta de ilusiones, por el país que estábamos viviendo, sin futuro a la vista.
Este símbolo juvenil que fue la bengala, además del llamado de atención escandaloso, está entreverado con una dosis cierta de riesgo, que denuncia el poco valor con el que se mide a la vida propia. A pocos meses de Cromañón, hubo que evacuar una Escuela en el barrio de Belgrano por estallido de bengalas dentro del edificio escolar. Hubo alumnos con principio de asfixia y hubo caos. Las bengalas se tiraron como manifestación de protesta contra la presencia de Bush en el país (¡!).
http://www.clarin.com/diario/2005/11/04/laciudad/h-05415.htm
Dicen que la bengala estallaba en cualquier lado donde hubiera juventud de nivel popular, así fuera en un recital de la correcta Soledad. Dicen que era un signo con el cual habían hecho simbiosis de sentido, del cual no hubieran podido prescindir hasta las últimas consecuencias. Recital de Callejeros era igual a juventud oyendo letras que sangran por las heridas de las ilusiones vanas, y era igual a bengala que estalla.
Haciendo un poco de historia reciente de cómo fuimos a parar con nuestros huesos a Cromañón, tenemos que mirar cómo fue y cómo llegó a nuestros días el Estado Argentino. Porque efectivamente las muertes de Cromañón son culpa del Estado, que abandonó a su suerte a todos sus habitantes. Lo importante es saber quiénes son los responsables de lo que pasó con el Estado Argentino; esos son los responsables de las muertes de los chicos de Cromañón. Esos son los verdaderos responsables. No es Ibarra, no es Chabán, no es Callejeros.
Ese Estado destruído por la alta burguesía argentina, que fue corrupto en todos los tiempos, con una corrupción endémica que no es secreto para nadie que haya vivido una cuántas décadas, fue recibido por Ibarra, en la Ciudad, primero, y por Kirchner, después, en la Nación, en estado de descomposición. Descuajeringado, arruinado, desnaturalizado, quebrado, abandonando a la deriva a todos sus ciudadanos, cuanto menos ricos, más desgraciados.
Me consta, porque tengo un local de comercio, que los Inspectores Municipales fueron siempre el rostro más descarnado e inmediato de la corrupción estatal, una mafia enquistada en el esqueleto del Estado que sobrevivió autárquicamente a todos los gobiernos del signo que fueran. Destinados al incumplimiento de sus funciones y al cobro de la coima para perdonar cualquier ilícito, juntaban plata cada uno por su cuenta, y la repartían con el Jefe de Inspectores en alguna esquina o bar. En alguna jornada, toda la recaudación iría para alguien un poco más arriba, o un poco más al costado, como el Comisario, cuando se trataba de inspeccionar prostíbulos, por ejemplo. (El Comisario de la séptima de hace unos cuantos años, se terminó casando con "la gallega", la dueña de un hotel-prostíbulo de cuarta, que funcionaba cruzando la esquina de la óptica.)
Una vez me contó un inspector que su Jefe era una alma de Dios, que un día les pidió toda la recaudación para ayudar a un verdulero que tenía a su hija en espera de un trasplante. Este mafioso Jefe de Inspectores de Once, decía que no sentía culpa de robarle a los comerciantes, que eran todos ladrones, que le robaban "al pueblo". Me ofreció una vez un servicio que yo jamás había imaginado que mis oídos iban a escuchar la oferta. Le conté de un amigo que me había estafado, y él me largó enseguida la pregunta siguiente: ¿Querés que te lo mande matar? No, gracias, le dije, mientras se me revolvían las tripas observando la calidad del elemento que estaba en funciones en nombre de la Santa Inspección Municipal.
Me consta que Ibarra quiso, intentó, desarticular esa mafia poniendo nuevos inspectores jóvenes, pero también me consta cómo éstos fueron perseguidos por la maraña mafiosa que estaba enquistada dentro de la Municipalidad diseminada en múltiples funciones y puestitos secundarios, poniéndoles piedras en el camino para que no pudieran llevar a cabo su cometido. Me lo contó personalmente un estudiante universitario que entró con una camada de contratados por Ibarra para renovar las inspecciones. Se encontraba con horrores en las cocinas de los restaurantes, estaba asqueado, porque era un muchacho decente, entendiendo por sus propios ojos que desde cualquier época se aceptó cualquier cosa sin habilitarse correctamente.
Todos los locales habilitados que encontraba este muchacho debían haber sido clausurados inmediatamente. Pero, me decía, yo tengo órdenes de intimar a la gente y darle tiempo de que hagan su reconversión, pero me estoy cansando, ésto es más de lo que me imaginaba. Los tipos me miran, decía, como diciéndome de dónde saliste bicho raro, las reglas del juego son otras. Se nota que no me van a dar pelota, decía. Y me contaba de los cables colgando sobre ollas con comida hirviendo, de las telarañas en los techos que no habían sido nunca limpiados con un plumero, de las humedades y hongos en las paredes, de los tachos de basura infectos, de un estado tan catastrófico que era imposible de imaginar sobre todo, después de tantas inspecciones que habían tenido a través de los años, que constaban pulcramente en los Libros de Actas de estos comerciantes, donde se manifiesta que estaba todo "en orden".
Me consta que Ibarra trató por muchos medios de romper la mafia pero no pudo, y que cuando vió que la maraña era demasiado compleja, empezó por deshacerla del todo, impidiéndole a todos los Inspectores el contacto con el inspeccionado, mandando a todos y cada uno de los miembros de esas redes nefastas a salir de sus puestos y hacer otra cosa. La desaparición de esos perversos que nos chuparon la sangre toda la vida, que fue de un día para el otro, fue un oxígeno para los comerciantes que no hacemos nada con lo que peligre la vida de nadie, pero también para los que siempre violaron las reglas y ponen en peligro la vida de todos, porque ahora podían violarlas igual que antes, pero sin tener que pagar coimas. Nada era demasiado diferente para el ciudadano de a pie en esta historia que hubiera o no hubiera inspectores, que es lo pasó toda la vida. Yo, que sabía lo que son los Inspectores, pensaba en cuánta gente duerme tranquila creyendo que hay un Estado que lo protege. Nadie que no tuviera la experiencia directa se imaginó nunca lo que se cocinó siempre detrás de las inspecciones, cómo siempre se arregló todo con unos pocos pesos.
Mientras Ibarra trataba, el país se caía por efectos del menemismo. Los tiempos de la crisis económica ameritaron el esmero por cuidar otras urgencias que la inspección. Era un problema enorme poder pagar los sueldos de los empleados públicos, de los maestros, mantener los hospitales, en medio de una cesación de pago de impuestos de Ingresos Brutos generalizada en la Ciudad. Ibarra consiguió no tener que emitir cuasimoneda, único territorio donde siguió circulando el peso, cuando ni siquiera el Estado Nacional pudo sostenerlo. En todo lo más importante Ibarra fue eficiente. Pero no logró formar un Ejército de Inspectores que no fuera corrupto. Eso tarda mucho tiempo, no se hace de un día para el otro. Y la verdad, no se si podría hacerse en La Argentina, no lo creo, me es imposible siquera imaginarlo en la más remota fantasía. Es mucho más fácil formar un Ejército de Inspectores corrupto.
Y llegó Cromañón. Pero Ibarra no fue destituído por Cromañón, sino porque no sirvió para armar políticamente un entramado de sostén. Estaba muy solo con su alma, creído de que tenía suficiente poder, parado sobre un endeble punto de sustentación en equilibrio inestable, desafiando la ley de gravedad, cuestión que el primer viento fuerte lo volteó.
Cromañón le vino como anillo al dedo a las fieras, y a Ibarra se lo comieron sin mucho esfuerzo. El circo de la mayor hipocresía de la Argentina fue la Destitución de Ibarra, que se condimentó con discursos para el bronce en la Legislatura. Chivo emisario Ibarra, víctima de su incapacidad de armado político para sostenerse en el poder y resistir el embate de Macri y sus cuantiosos amigos "honrados e incorruptibles". La cruzada por la Justicia y por la Venganza contra el progresismo de los derechos humanos que simbolizaba Ibarra, que se ensañó contra candidaturas honestistas como la de Pati, la del genocida Bussi, o la de la mujer de Fernando Siro, veía llegada su "hora señalada". La Destitución fue articulada por Macri, que se puso de alfombra a este Ibarra incapaz de tener la necesaria mafia para contrarrestar a este empresario heredero de su padre y ávido de revanchas históricas como la de destituir a un progresista defensor de los derechos humanos.
Claro que si Ibarra no hubiera echado a los Inspectores mafiosos, hubiera estado comprometido seriamente. Gracias a que no se hicieron esas inspecciones, es que Ibarra zafó de la responsabilidad principal y se la delegó a funcionarios de segundo orden encargados de armar las inspecciones. Si se hubieran hecho esas inspecciones, se hubieran cobrado coimas para dar el visto bueno a Cromañón como estaba. Pero no se hicieron. Entonces Ibarra no pudo ser involucrado.
Ahora, nadie se pregunta si hoy los locales de recitales tienen asegurada la habilitación correcta. Ningún TNembaum le pregunta nada a Macri de eso. ¿Se hacen inspecciones Macri? ¿Puedo mandar mis hijos a todos los lugares? ¿Cómo sé si están habilitados?
Eso sí, él cuida mucho de que no se estacione mal. En cualquier hora de la noche viene la grúa y se lleva un auto mal estacionado. Y ahí se cobra mucha plata, sin necesidad de las coimas. A Macri seguro que no le van a pasar por encima inspectorcitos con negocitos de segunda categoría. Se terminó la hora de las ratas. Llegó la hora del gato.
Después de tanta corrupción de toda la vida, después de que los militares se vinieron a llevar decenas de miles de hijos de otros padres a la muerte frente a la vista de todos nosotros, después de que se cayó la República Argentina, ahora los padres de Cromañón quieren encontrar en Chabán y en Callejeros a los culpables dolosos de sus muertos. Pobres inocentes, no entienden quiénes mataron a sus hijos.
Chabán y Callejeros no son más que chivos expiatorios, será un acto de injusticia suprema aplicar a Chabán y a Callejeros la intencionalidad de matar al considerar delito "doloso" su responsabilidad en Cromañon para darle gusto a los padres. Ellos debieron ser acusados de muerte culposa. Tanto Chabán como Callejeros. Que no haya sido así, es un hecho escandaloso, insostenible y repudiable. La Justicia argentina ha renunciado a impartir verdadera Justicia. Y eso sigue siendo la peor de las condenas para la sociedad argentina.
Que hayan sentenciado por muerte dolosa a Chabán y al manager de Callejeros no resiste la más mínima lógica ¿Cómo entender que Chabán o Callejeros puedan ser acusados por muerte dolosa? Ellos estaban adentro del lugar. Si tuvieron intención de matar, ¿también tuvieron intención de sucidarse?
Además de ver el horror de las muertes de Cromañón, ¿tenemos que ver el triste espectáculo de la Justicia? ¿Qué va a pasar en la segunda instancia? ¿Llegarán hasta la Corte Suprema? ¿Por qué no se hizo lo que correspondía de una buena vez? ¿Por qué se le dejó al Fiscal acusar por muerte "dolosa"? ¿Quién tuvo intención de matar a los chicos de Cromañón?
De Cromañón son culpables la Sociedad Rural, los militares, Menem y sus amigos empresarios, involucrando también al curioso partido que se dice peronista, pero a pesar de ello llevó a la candidatura a presidente a un individuo que vendió los restos del patrimonio del Estado. De un Estado que fue poderoso en la era peronista del primer gobierno de Perón. De un Estado que la alta burguesía y los militares del úlitmo medio siglo se encargaron de destruir sin desmayo y que un peronista, nada menos, terminó de deshacer para siempre. Porque el Estado que hoy tenemos no es aquél, sino uno nuevo que nació milagrosamente de las cenizas.
Ellos son los culpables, y por supuesto el FMI, de que hubiera a fin de siglo XX, en nuestro querido suelo, una juventud rockera que había encontrado nada menos que en la bengala y en la pirotecnia su modo de gastar en estallidos desafiantes y luminosos, la energía sin consumir, acumulada por falta de trabajo, por falta de plata, por falta de ilusiones, por el país que estábamos viviendo, sin futuro a la vista.
Este símbolo juvenil que fue la bengala, además del llamado de atención escandaloso, está entreverado con una dosis cierta de riesgo, que denuncia el poco valor con el que se mide a la vida propia. A pocos meses de Cromañón, hubo que evacuar una Escuela en el barrio de Belgrano por estallido de bengalas dentro del edificio escolar. Hubo alumnos con principio de asfixia y hubo caos. Las bengalas se tiraron como manifestación de protesta contra la presencia de Bush en el país (¡!).
http://www.clarin.com/diario/2005/11/04/laciudad/h-05415.htm
Dicen que la bengala estallaba en cualquier lado donde hubiera juventud de nivel popular, así fuera en un recital de la correcta Soledad. Dicen que era un signo con el cual habían hecho simbiosis de sentido, del cual no hubieran podido prescindir hasta las últimas consecuencias. Recital de Callejeros era igual a juventud oyendo letras que sangran por las heridas de las ilusiones vanas, y era igual a bengala que estalla.
Haciendo un poco de historia reciente de cómo fuimos a parar con nuestros huesos a Cromañón, tenemos que mirar cómo fue y cómo llegó a nuestros días el Estado Argentino. Porque efectivamente las muertes de Cromañón son culpa del Estado, que abandonó a su suerte a todos sus habitantes. Lo importante es saber quiénes son los responsables de lo que pasó con el Estado Argentino; esos son los responsables de las muertes de los chicos de Cromañón. Esos son los verdaderos responsables. No es Ibarra, no es Chabán, no es Callejeros.
Ese Estado destruído por la alta burguesía argentina, que fue corrupto en todos los tiempos, con una corrupción endémica que no es secreto para nadie que haya vivido una cuántas décadas, fue recibido por Ibarra, en la Ciudad, primero, y por Kirchner, después, en la Nación, en estado de descomposición. Descuajeringado, arruinado, desnaturalizado, quebrado, abandonando a la deriva a todos sus ciudadanos, cuanto menos ricos, más desgraciados.
Me consta, porque tengo un local de comercio, que los Inspectores Municipales fueron siempre el rostro más descarnado e inmediato de la corrupción estatal, una mafia enquistada en el esqueleto del Estado que sobrevivió autárquicamente a todos los gobiernos del signo que fueran. Destinados al incumplimiento de sus funciones y al cobro de la coima para perdonar cualquier ilícito, juntaban plata cada uno por su cuenta, y la repartían con el Jefe de Inspectores en alguna esquina o bar. En alguna jornada, toda la recaudación iría para alguien un poco más arriba, o un poco más al costado, como el Comisario, cuando se trataba de inspeccionar prostíbulos, por ejemplo. (El Comisario de la séptima de hace unos cuantos años, se terminó casando con "la gallega", la dueña de un hotel-prostíbulo de cuarta, que funcionaba cruzando la esquina de la óptica.)
Una vez me contó un inspector que su Jefe era una alma de Dios, que un día les pidió toda la recaudación para ayudar a un verdulero que tenía a su hija en espera de un trasplante. Este mafioso Jefe de Inspectores de Once, decía que no sentía culpa de robarle a los comerciantes, que eran todos ladrones, que le robaban "al pueblo". Me ofreció una vez un servicio que yo jamás había imaginado que mis oídos iban a escuchar la oferta. Le conté de un amigo que me había estafado, y él me largó enseguida la pregunta siguiente: ¿Querés que te lo mande matar? No, gracias, le dije, mientras se me revolvían las tripas observando la calidad del elemento que estaba en funciones en nombre de la Santa Inspección Municipal.
Me consta que Ibarra quiso, intentó, desarticular esa mafia poniendo nuevos inspectores jóvenes, pero también me consta cómo éstos fueron perseguidos por la maraña mafiosa que estaba enquistada dentro de la Municipalidad diseminada en múltiples funciones y puestitos secundarios, poniéndoles piedras en el camino para que no pudieran llevar a cabo su cometido. Me lo contó personalmente un estudiante universitario que entró con una camada de contratados por Ibarra para renovar las inspecciones. Se encontraba con horrores en las cocinas de los restaurantes, estaba asqueado, porque era un muchacho decente, entendiendo por sus propios ojos que desde cualquier época se aceptó cualquier cosa sin habilitarse correctamente.
Todos los locales habilitados que encontraba este muchacho debían haber sido clausurados inmediatamente. Pero, me decía, yo tengo órdenes de intimar a la gente y darle tiempo de que hagan su reconversión, pero me estoy cansando, ésto es más de lo que me imaginaba. Los tipos me miran, decía, como diciéndome de dónde saliste bicho raro, las reglas del juego son otras. Se nota que no me van a dar pelota, decía. Y me contaba de los cables colgando sobre ollas con comida hirviendo, de las telarañas en los techos que no habían sido nunca limpiados con un plumero, de las humedades y hongos en las paredes, de los tachos de basura infectos, de un estado tan catastrófico que era imposible de imaginar sobre todo, después de tantas inspecciones que habían tenido a través de los años, que constaban pulcramente en los Libros de Actas de estos comerciantes, donde se manifiesta que estaba todo "en orden".
Me consta que Ibarra trató por muchos medios de romper la mafia pero no pudo, y que cuando vió que la maraña era demasiado compleja, empezó por deshacerla del todo, impidiéndole a todos los Inspectores el contacto con el inspeccionado, mandando a todos y cada uno de los miembros de esas redes nefastas a salir de sus puestos y hacer otra cosa. La desaparición de esos perversos que nos chuparon la sangre toda la vida, que fue de un día para el otro, fue un oxígeno para los comerciantes que no hacemos nada con lo que peligre la vida de nadie, pero también para los que siempre violaron las reglas y ponen en peligro la vida de todos, porque ahora podían violarlas igual que antes, pero sin tener que pagar coimas. Nada era demasiado diferente para el ciudadano de a pie en esta historia que hubiera o no hubiera inspectores, que es lo pasó toda la vida. Yo, que sabía lo que son los Inspectores, pensaba en cuánta gente duerme tranquila creyendo que hay un Estado que lo protege. Nadie que no tuviera la experiencia directa se imaginó nunca lo que se cocinó siempre detrás de las inspecciones, cómo siempre se arregló todo con unos pocos pesos.
Mientras Ibarra trataba, el país se caía por efectos del menemismo. Los tiempos de la crisis económica ameritaron el esmero por cuidar otras urgencias que la inspección. Era un problema enorme poder pagar los sueldos de los empleados públicos, de los maestros, mantener los hospitales, en medio de una cesación de pago de impuestos de Ingresos Brutos generalizada en la Ciudad. Ibarra consiguió no tener que emitir cuasimoneda, único territorio donde siguió circulando el peso, cuando ni siquiera el Estado Nacional pudo sostenerlo. En todo lo más importante Ibarra fue eficiente. Pero no logró formar un Ejército de Inspectores que no fuera corrupto. Eso tarda mucho tiempo, no se hace de un día para el otro. Y la verdad, no se si podría hacerse en La Argentina, no lo creo, me es imposible siquera imaginarlo en la más remota fantasía. Es mucho más fácil formar un Ejército de Inspectores corrupto.
Y llegó Cromañón. Pero Ibarra no fue destituído por Cromañón, sino porque no sirvió para armar políticamente un entramado de sostén. Estaba muy solo con su alma, creído de que tenía suficiente poder, parado sobre un endeble punto de sustentación en equilibrio inestable, desafiando la ley de gravedad, cuestión que el primer viento fuerte lo volteó.
Cromañón le vino como anillo al dedo a las fieras, y a Ibarra se lo comieron sin mucho esfuerzo. El circo de la mayor hipocresía de la Argentina fue la Destitución de Ibarra, que se condimentó con discursos para el bronce en la Legislatura. Chivo emisario Ibarra, víctima de su incapacidad de armado político para sostenerse en el poder y resistir el embate de Macri y sus cuantiosos amigos "honrados e incorruptibles". La cruzada por la Justicia y por la Venganza contra el progresismo de los derechos humanos que simbolizaba Ibarra, que se ensañó contra candidaturas honestistas como la de Pati, la del genocida Bussi, o la de la mujer de Fernando Siro, veía llegada su "hora señalada". La Destitución fue articulada por Macri, que se puso de alfombra a este Ibarra incapaz de tener la necesaria mafia para contrarrestar a este empresario heredero de su padre y ávido de revanchas históricas como la de destituir a un progresista defensor de los derechos humanos.
Claro que si Ibarra no hubiera echado a los Inspectores mafiosos, hubiera estado comprometido seriamente. Gracias a que no se hicieron esas inspecciones, es que Ibarra zafó de la responsabilidad principal y se la delegó a funcionarios de segundo orden encargados de armar las inspecciones. Si se hubieran hecho esas inspecciones, se hubieran cobrado coimas para dar el visto bueno a Cromañón como estaba. Pero no se hicieron. Entonces Ibarra no pudo ser involucrado.
Ahora, nadie se pregunta si hoy los locales de recitales tienen asegurada la habilitación correcta. Ningún TNembaum le pregunta nada a Macri de eso. ¿Se hacen inspecciones Macri? ¿Puedo mandar mis hijos a todos los lugares? ¿Cómo sé si están habilitados?
Eso sí, él cuida mucho de que no se estacione mal. En cualquier hora de la noche viene la grúa y se lleva un auto mal estacionado. Y ahí se cobra mucha plata, sin necesidad de las coimas. A Macri seguro que no le van a pasar por encima inspectorcitos con negocitos de segunda categoría. Se terminó la hora de las ratas. Llegó la hora del gato.
Después de tanta corrupción de toda la vida, después de que los militares se vinieron a llevar decenas de miles de hijos de otros padres a la muerte frente a la vista de todos nosotros, después de que se cayó la República Argentina, ahora los padres de Cromañón quieren encontrar en Chabán y en Callejeros a los culpables dolosos de sus muertos. Pobres inocentes, no entienden quiénes mataron a sus hijos.
Chabán y Callejeros no son más que chivos expiatorios, será un acto de injusticia suprema aplicar a Chabán y a Callejeros la intencionalidad de matar al considerar delito "doloso" su responsabilidad en Cromañon para darle gusto a los padres. Ellos debieron ser acusados de muerte culposa. Tanto Chabán como Callejeros. Que no haya sido así, es un hecho escandaloso, insostenible y repudiable. La Justicia argentina ha renunciado a impartir verdadera Justicia. Y eso sigue siendo la peor de las condenas para la sociedad argentina.
Que hayan sentenciado por muerte dolosa a Chabán y al manager de Callejeros no resiste la más mínima lógica ¿Cómo entender que Chabán o Callejeros puedan ser acusados por muerte dolosa? Ellos estaban adentro del lugar. Si tuvieron intención de matar, ¿también tuvieron intención de sucidarse?
Además de ver el horror de las muertes de Cromañón, ¿tenemos que ver el triste espectáculo de la Justicia? ¿Qué va a pasar en la segunda instancia? ¿Llegarán hasta la Corte Suprema? ¿Por qué no se hizo lo que correspondía de una buena vez? ¿Por qué se le dejó al Fiscal acusar por muerte "dolosa"? ¿Quién tuvo intención de matar a los chicos de Cromañón?
17 comentarios:
Me parece una buen defensa de Ibarra y estoy de acuerdo.
Creo que hay mucha sed de venganza por parte de los padres de esta tragedia y esto fue utilizado politicamente por Macri.
No puedo culpar a los padres, despues de todo, no es facil estar en el papel de perder un hijo.
Pero no estoy de acuerdo con la primer parte de su post. Creo que como sociedad tenemos que empezar a hacernos cargo tambien de nuestro errores y no tratar de justificar todo porque el FMI, el neoliberalismo o quien fuese, nos perjudico.
Saludos!
Eduardo,
usted no entiende que el ser humano es una hoja en la tormenta del capitalismo, donde no hay Estado, donde no hay futuro, hay juventud suicida, hay delito, hay ignorancia. Cuando usted dice "empezar a hacernos cargo" me parece bien, pero empezar a hacernos cargo de haber entregado el Estado, haberlo devastado y aniquilado, no es lo mismo que querer hacer responsables a personas en forma individual de fenómenos de genética tan compleja como el de Cromañón.
Excelente post Eva, diste en el clavo. No es una defensa, como cree Eduardo, de Ibarra.
En esas circunstancias hubiera sido Ibarra o el Perez que hubiera venido a cambiar las cosas.
La debacle del estado fue tarea de varias generaciones de privatistas que en nombre del mercado lo asaltaron para asegurarse negocios o impunidad.
De eso no se habla.
Porque lo que desean las corporaciones actuales es terminar con la tarea de demolicion que se empezo hace cincuenta largos años.
Gracias por poneerlo en la mesa de debate.
Saludos, Beatriz M
El juicio de Cromañón,es uno de los mayores disparátes jurídicos que he visto en mi vida.
Desde el vamos,la misma carátula es un auténtico disparate.
Estrago DOLOSO!
El DOLO,es la intencionalidad misma por la que se comete un determinado delito y por eso está totalmente diferenciado del delito CULPOSO.
Si atropello a alguien con el auto,aunque venga en exceso de velocidad,la figura es Homicidio CULPOSO,precisamente porque no conducía rápido para matar a alguien.
Para entender la diferencia entre CULPA y DOLO,figuremosnos la diferencia entre el hecho relatado y embestir adrede a una persona a la que le tengo bronca.
Ahí está el DOLO.
A Omar Chabán,se lo ha juzgado con esa figura.
Si él mismo hubiese iniciado el incendio y trabado las puertas de emergencia con el objetivo de matar a un centenar de personas,la carátula hubiera sido la misma y la sentencia igual o quizá de unos cinco años más.
Paradójicamente,si éste hubiera sido el caso,hasta podría haber pasado por inimputable.
No se trata de defender o no a Ibarra,como así tampoco se trata de defender o no a Chabán;simplemente se trata de administrar JUSTICIA acorde a derecho y no al impacto mediático o a la presión de la opinión pública.
Particularmente,siempre sostuve que fue un atentado,cuyo objetivo era la cabeza de Ibarra.
Una semana antes,el local había tenido un principio de incendio.
Tanta mala suerte?
En los videos se escucha clarísima la voz de Chabán,pidiendo que no tiren más bengalas porque recién habían disparado un tres tiros.
Y el DOLO?
La sociedad argentina se ha vuelto definitivamente loca!
Nadie,absolutamente nadie,sabía de la toxicidad del humo del material aislante,ni siquiera los fabricantes.
Todos los estudios de radio,televisión y grabación,estan aislados con ese material.
Estoy convencido que ni siquiera el autor del atentado,imaginó ese desenlace,precisamente por el desconocimiento en cuanto al cianuro que emana el humo del material.
El incendio fue sofocado y en este punto es irrelevante el vencimiento o no de los matafuegos.
Concretamente el incendio fue sofocado enseguida y no hubo ni una sola persona quemada.
La justicia debe ser ecuánime y no puede juzgar en base al dolor de las víctimas.
La justicia está para llegar a la verdad y no para "vengarse"de los "demonios" que imponen los medios o la indignación popular.
Esto es casi el medioevo!
Existen figuras penales que podrían haber alcanzado a Chabán de una manera más justa y condenarlo por lo que HIZO u omitió HACER,pero nunca condenarlo por lo que NO HIZO.
La negligencia,impericia o imprudencia en su arte y profesión,podría haber sido una figura acorde a su responsabilidad y encima es para estudiarlo,ya que ante el caso de un ATENTADO,tanto él como cualquiera está libre de toda responsabilidad.
La mirada que tenemos que tener,no puede ser unidireccional,por más que la sensibilidad nos lleve a mirar a los más débiles y de eso sabe mucho más la justicia que nosotros.
Ahora los padres piden "contraderecho"que espere la sentencia firme en la cárcel,porque "temen que se fugue o se suicide".
En instancias superiores,o bien se recaratulará la causa o Chabán quedará libre por falta de mérito(pruebas).
No existe UNA sola prueba,de que haya habido DOLO por parte de Chabán,ni del mánager,ni de Callejeros.
Es un principio de nuestro Código Procesal Penal,ser excarcelado hasta que no haya una sentencia firme y eso obedece a que el Estado,ha tenido que soportar juicios millonarios,por gente que ha estado años en prisión y resulta que un tribunal superior,lo encuentra inocente o le da una pena mucho menor.
Si está bien o está mal,es tema aparte,pero eso es lo que se desprende del código Procesal y está sujeto a derecho.
Cuanto tiempo estuvieron presos los asesinos de cabezas?
Lo secuestraron,lo esposaron al volante del auto,le dispararon en la cabeza y lo prendieron fuego!
Cuantos represores y asesinos de la dictadura tuvieron la misma y hasta menor pena que Chabán?
Cada día que pasa,estamos más enfermos!
Saludos Eva.
Beatriz M,
así es, no es una defensa de Ibarra, y es cierto, la tarea de demolición está pendiente.
Vijomatías,
Estamos de acuerdo, y gracias por tu comentario.
Viejitomatias. Permitame que dentro de su acertado comentario, le corrija solo una frase. Dice Ud: "Cada día estamos mas enfermos"
Debería decir: "Cada día nos enferman mas"
Un saludo
hola, puedo decir algo sin q me salten al cuello?.
Miren yo tengo 20 anos y la verdad es q no sigo mucho este tema, pero desde q paso no deja de resonar en cada canal,radio,pag etc. Si bien es cierto mucho de lo q dicen, el dia en q dieron el veredicto creo q me quede helada, fueron 20 anos no?? no me parecio justo en lo mas minimo, pero sin duda alguna tenian q encontrar a un culpable para dejar conformes a los padres de estos pobres chicos q murieron ese tan triste dia, no creo q callejeros no alla sido en algun punto responsable d lo q paso, ya q ellos insitaban a eso, pero hagoo una pregunta (desde mi ingnorancia), esos mismos padres q tiraron vallas, q golpiaron a los policias, q reclamaron justicia, q reaccionaron de una manera esperada pero violenta en fin, ellos q se respaldan por la perdida de algun ser amado y muy cercano a ellos, ello... se pusieron a pensar q quisas sus propios hijos fueron los q prendieron las vengalas??... quisas despues de este comentario vengan miles de respuestas. pero como dije en un principio, tengo 20 anos, quisas la argentina se fue a pique, o dejaron a la deriva a todo su pueblo, el gobierno tiene q ser responsable por esto tambien, pero no olvidemos q todos sabemos y somos duenos de nuestros actos... si yo me drogara, no culparia a como esta hoy la situacion en la argentina, sino me haria cargo de q yo lo decido asi y pongo en riesgo mi vida, pero alguna de todas las victimas de cromanon prendio esas malditas vengalas...ellos no solo ponian en riesgo su vida, sino la de muchas mas y no les importo. creo q hay q hacerce cargo un poco de lo q pasa y no culpar tanto al resto, ya q muchos mas fueron culpables por este acto...
(disculpen mi ignoracia si ofendi a alguien)
100% de acuerdo, (¡Como de costumbre!) No sólo con Eva, sino también, especialmente, con Viejitomatias. La figura de DOLO en este caso es demencial, y sólo se explica porque desde Cromañón se impuso "la ley de la turba enardecida", como digo hoy (y también dije hace tiempo) en "Que Veinte Años Es Mucho", duplicado en "La Cooperativa de Blogs" perdón por el chivito).
También ahí menciono que no se dice ("de eso no se habla"), es "tabú") que es posible que quienes tiraron las candelas estén entre los muertos, porque si no, con tantos testigos que los vieron bien de cerca, ¿cómo es que no los encuentran? NANUK también acierta. Es decir, que los verdaderos responsables bien podrían encontrarse cerca de esos mismos padres, amigos y familliares violentos y vociferantes. Familiares que, con su misma actitud, ponen en descubierto el tipo de cultura violenta que ha imperado en Argentina desde siempre, pero se exacerbó desde el Estado genocida en los '70.
Todo esto dicho, También adhiero, aunque sólo con sospechas a falta de otros elementos, a la tesis del atentado intencional, también descartada por la "Justicia" y por los grandes medios.
Creo que Sólo una cosa faltó enfatizar en tu excelente análisis, Eva, y es la enorme responsabilidad de medios que perversamente inducen a la locura generalizada y el "razonamiento al vesre", como TN que al anunciar el fallo subtituló "193 MU3RTOS Y NINGÚN PRESO". Es verdad: estamos enfermos porque NOS ENFERMAN.
Eva,gracias a vos por el post.
elaguay,nos enferman,es verdad y lo hacen hasta elpunto de hacernos perder el chip del sentido común.
nanuk,de que ignorancia hablas?
Sabés cuanto valor tiene que alguien de 20 años,este opinando?
Sabés todo el trabajo de destrucción que se hizo durante más de 30 años,para que los pibes de 20 no puedan pensar y en consecuencia no opinar?
Dejame decirte esto.
La justicia no puede buscar un chivo expiatorio,para saciar la sed de venganza de los padres,o para dar "ejemplos" mediáticos.
Los jueces deben juzgar el delito en sí mismo y poner en la balanza los atenuantes o agravantes que hayan llevado a cometerlo.
En cuanto a los pibes de la banda,te comento que la incitación o el aliento a alimentar la euforia,no tenía por objeto delito alguno y siempre fue parte de la cultura del rock.
Jamás había pasado una cosa semejante y no tengo dudas de que fue un atentado.
Acordate que el fuego no fue originado por las bengalas,sino por un cohete "tres tiros".
Ricardo,sin lugar a dudas el zócalo diciendo "193 MUERTOS Y NINGÚN PRESO",es un flash peligrosísimo,para el que no está inmunizado contra los medios.
Estaba cantado y siempre supe que la justicia iba a "descartar"la hipótesis del atentado,porque Chabán es más "fácil" y menos comprometido.
Imaginate hacia donde apuntaría la línea del atentado...
TN mostró lo que decían en el acto de la AMIA contra D'elía y Lubertino,pero ocultó los seis minutos que le dedicó a Macri.
Por eso,la hipótesis del atentado se DESCARTÓ.
Y porque?
En ninguna investigación JAMÁS se descarta nada,pero justamente en esta causa tan revuelta y tan confusa,se descarta esa hipótesis,teniendo en cuenta que unos diez días antes también hubo un principio de incendio!
La figura de DOLO,es demencial como decís vos y tranquilamente da para pedir un juri de enjuiciamiento a los jueces.
He visto fallos justos e injustos ya sea para un lado o para el otro,pero siempre en relación a un determinado delito.
Esta farsa no la vi nunca en mi vida y creo que oscila entre la democracia y la dictadura.
Unos fueron condenados sin juicio previo y en este caso fue condenado bajo una carátula que los mismos jueces sabían que no era la correcta y SIN PRUEBAS!
O alguien pudo probar el DOLO?
"ESTRAGO DOLOSO"
Es la mayor verguenza jurídica de la que tenga memoria.
Saludos.
Indignado Ayer en la tapa del diario clarin Padres de la tragedia golpean a un chico fan de callejero. El chico tirado el el piso cubriendose la cabeza y un HDP supuesto familiar de una de las victimas intenta golperlo en la cabeza con el palo de una vandera. Dejensen de romperlas pelotos ojala que el tipo ese sea familiar del HPD que tiro la bengala y que por supesto e3l muerto arda en el infierno
No puedo creer éste post, un delirio total.
¿La culpa es de Menm? ¿de los militares?
Es tan desubicado como escuchar que toda la cupa es de Perón... ¿no les parece?
Hay mucha imbecilidad en la juventud, hay que remarcarlo y no caer en el facilismo de culpar a... Menem.
¿Que hay de esos criminales que iban a un recital con sus hijitos de 10 meses y los dejaban tirados en el baño-guardería?
¿Qué clase de basura, qué clase de animales son?
Basta de justificar lo injustificable, y basta de apañar al criminal de Ibarra.
Carlos: Quizás no es que no "pues creer" sino que no entendiste nada, me atervo a pensar. Esos chicos que llamás "criminales", y también sus padres —y Chabán, y TODOS—, son (somos) producto de una cultura aberrante, que propicia violencia e irresponsabilidad. Pero el ejemplo se propaga de arriba para abajo y no al revés, ¿quién es responsable de décadas de autoritarismo, muerte, prepotencia, impunidad, tilinguería y corrupción?
¿Ibarra, uno de los pocos que al menos intentó combatir todo eso? —y aclaro aunque ya lo hizo Eva—: NO se trata de "defenderlo", lo que hacés es sobresimplificar, lo contrario a analizar. Y eso no sirve para nada.
Ibarra criminal?, otra locura.
Ibarra es apenas un politico que no supo construir el suficiente poder para que la oposicion no le generara un golpe palaciego.
Nada mas que eso.
Locura es que pontifiquen sobre
la justicia, Rial o la Canosa, bordeando el pedido de linchamiento.
La exasperacion, siempre la exasperacion. Ese es el negocio de la derecha para que la desesperanza invada el alma de los argentinos de a pie.
Nuestra tarea, desenmascararlos por mas que sea casi quimerico.
Beatriz M.
Hay dos concepciones que influyeron articulandose entre sì en el fallo: la teorìa del garante y el dolo eventual.
No existe eso que se critica como descalificatorio del fallo en cuanto a una condena por homicidio doloso. Ninguna parte de la sentencia lo establece y la sanciòn es por estrago o efectos tòxicos de un incendio, con posibilidad de efectiva de muerte por inhalaciòn de gases que es lo que ocurriò.
El dolo al que se hace referencia es el dolo eventual que para decirlo en tèrminos muy simples, es como una suerte de representaciòn anticipada del efecto que puede ocasionar un acto o una omisiòn, por la cual el sujeto elige asumir un riesgo descontando que no va a ocurrir el evento dañoso sino que el mismo serà evitado.
En este caso, podrìa decirse que los organizadores tuvieron plena conciencia de que podìan morirse los asistentes como consecuencia del uso de bengalas. Tanto es asì que antes de iniciar el recital, Chaban y Fontanet se lo advirtieron explicitamente al público, expresando literalmente que eràn varios miles y podìan morirse ahì.
Sin embargo la pirotecnia era un elemento corriente de esos eventos, de manera que no podìan ignorar que su aviso era de dudoso resultado.
En esa representaciòn està el dolo eventual y la responsabilidad del garante o sea del organizador que tenìa la posibilidad de suspender el espectàculo o brindar las mayores garantìas de escape en caso de siniestro, aùn que eso pusiera en peligro la recaudaciòn.
Igual coincido totalmente con la linea del post, en cuanto a que el responsable principal es el Estado.
Este Estado hegemonizado por grupos que hacen del lucro un motor esencial de su existencia y mantienen una red de corrupcion, ineficiencia funcional y codicia insaciable que no guarda ninguna sensibilidad hacia la vida de quienes en àreas como la que estamos tratando son la parte màs débil de la trama.
La realidad es que si se quisieran hoy mismo aplicar normas que privilegien la salud pùblica y la protecciòn de los adolescentes por sobre los intereses de los dueños de los boliches o sitios similares, son muchos los que deberìan cerrarse.
Pero vivimos en un sistema donde la ganancia, la hiperganancia y el poder corporativo condiciona cualquier tendencia que quiera confrontar con este sistema.
Cierro con un ejemplo que me parece patètico e inobjetable. Y si no lo fuera, agradezco que me saquen de la confusiòn.
Diariamente se van incrementando los accidentes de trànsito y se señala entre una de sus causas màs significativos, la velocidad de los vehìculos.
En las rutas, semanalmente y particularmente en los puentes festivos, varios muertos y heridos graves dejan su huella en esta desgraciada estadìstica.
Sin embargo el Estado, los Estados, autorizan la fabricaciòn de autos que salen de fàbrica con velocidades màximas que oscilan entre los 200 y 260 KM horarios.
Si entre 100 y 130 son los màximos de rutas y 40-70 los de centros urbanos, que significa ese permiso ?
Nadie ha pensado que es el Estado el que tendrìa que ponerle freno a la industria automotriz para que no se fabrique un motor que permita alcanzar velocidades prohibidas ??
coincido en mucho de todo lo q estan diciendo pero mmm luisk, creo q lo de los coches estubo aparte de todo este tema, si bien es como decis q los fabricantes estan continuamente construllendo autos nuevos, mas rapidos y demas, creo q no tiene nada q ver q ellos fabriquen autos q anden a 260 km por hs, mepa q si vos sos tan inconciente de andar a esa velocidad entons te pasa de boludo (sin ofenderte a vos), uno tiene bien en claro las reglas, si las infringe es culpa de uno no de la industria automotris...
LUISK, No es tan sencillo como planteás lo de los coches: la velocidad extra es necesaria para poder adelantar en el menor tiempo posible cuando adelante va uno muy despacio.
Pero sí me parece bueno comparar lo del dolo eventual con el tránsito, porque si quien sabía que podía causar un accidente se sube a un coche y le ocurre, TODOS los conductores caerían en esa figura.
Luis K, te contesto en un post que sigue.
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