OPTIMISTA
Siguiendo una lógica macabra que empieza con la desgracia de Cromañón, Macri ya lleva la delantera dejando atrás todo lo que podía conformar una oposición dividida. El heredero de su padre y de nuestras falencias, con su media lengua y su incultura, se encamina a tener la oportunidad de ser presidente, después de Cristina, su opuesto por el vértice, créase o no.
Simulando -apuesto mi cabeza- una enemistad con el padre, para que la familia pueda hacer negocios con el estado nacional sin entrar en conflictos éticos, fue escalando posiciones con un arte nacido de los talleres del marketing. Sin confrontar, usando cualquier argumento, como el último que manifiesta su apoyo al peronismo, ahora hasta cita frases de Perón.
Este individuo es capaz de justificar los gastos de campaña haciendo una cena de 50 mil pesos el cubierto, donde los comensales a su vez recibirían una factura por la donación que no estarían haciendo, porque los aportes salieron de otro lado que no se puede contar. Así todos felices viven un aquelarre grandioso, todos lavando dinero negro. Aportantes que no aportan, y partido que no recibe. La fiesta inolvidable.
El futuro que le espera a la Argentina si este monigote ganara las elecciones es mucho más nefasto que el que le tocó pasar con el menemismo. Muchísimo peor.
Menem encontró un país sumergido en la hiperinflación y le encargaron la tarea sucia de remover los escombros del derrumbe intencional. Lo pusieron contra la pared y le dieron el plan de Convertibilidad para poder destruir la Argentina supérstite del peronismo desde el 55 y consolidar la que soñaron los ancestros oligarcas y sueñan sin consuelo los actuales gorilas. Mientras tanto, en los salones de la derecha neoliberal "ilustrada", se reían de su pretensión de adherir a las nuevas ideas del primer mundo. Yo estuve presente en una reunión donde Grondona se reía de Menem diciendo "ahora dice que es liberal, y se lo cree" con gran risa de la concurrencia.
Macri se encuentra con otra cosa que Menem. En lugar de joyas de la abuela para mandar a fundición, se encuentra con joyas relucientes listas para usar. Menem vendió empresas quebradas por chirolas. Macri va a vender empresas redituables por lo que valen, empresas que los buitres aspiran hincarles el diente y se les hace agua la boca.
Menem hizo la convertibilidad $·1x1dólar, revaluando el peso, al solo efecto de que las empresas privatizadas no tuvieran que invertir en nada, porque les pagábamos con una tarifa alta en dólares, mientras nos endeudábamos a cuenta, deuda a saldar al final de la década. Macri va a comenzar, al revés de Menem, devaluando bien el peso, para que los salarios caigan de golpe, con la excusa del atraso cambiario por culpa de Cristina. La inflación va a dar un golpe aumentando los precios, como en el rodrigazo, pero Macri rápidamente largará una convertiblidad como la de Carlos Pellegrini, el gran héroe de liberalismo tradicional, que garantice la estabilidad, con un cambio por ejemplo de $20x1dólar. El crédito le va a llover, como le llovió a Carlos Pellegrini después del desastre de Juarez Celman, y a bajos intereses. Y no va a tener empacho en tomarlo con las dos manos. Llega en el momento justo.
Los reclamos de aumento salarial van a ir a parar a las paritarias donde Macri les va a enseñar por decreto que el salario tiene que ajustarse al aumento de las ventas de la empresa, lo que sería una forma de medir la productividad, como viene avisando a los sordos. Si la empresa no crece, el salario no aumenta por más que aumenten los precios. La devaluación asegura a los empresarios menores costos salariales, o sea, mayor productividad.
Una década de lucha diaria, desgastante, abrumadora, llena de victorias e inclusión, de trabajo y felicidad, se puede ir por el inodoro.
Soy optimista, pero no triunfalista, creyendo que dios está conmigo. Necesito fundar el optimismo en la seguridad de estar dando los pasos correctos. La derrota es el precio que se paga por los errores. El más grave es el optimismo que distrae de evitar cometerlos.
Yo creo como Rossi y Taiana, que hay que bajar los decibeles del enfrentamiento con Scioli, para reservarnos algo de dignidad a la hora de tener que votarlo para enfrentar a Macri en las urnas.
Si recibís este post por mail y querés comentar, no respondas a este correo. Escribí un comentario en el blog o envía un mail evarow@gmail.com
Siguiendo una lógica macabra que empieza con la desgracia de Cromañón, Macri ya lleva la delantera dejando atrás todo lo que podía conformar una oposición dividida. El heredero de su padre y de nuestras falencias, con su media lengua y su incultura, se encamina a tener la oportunidad de ser presidente, después de Cristina, su opuesto por el vértice, créase o no.
Simulando -apuesto mi cabeza- una enemistad con el padre, para que la familia pueda hacer negocios con el estado nacional sin entrar en conflictos éticos, fue escalando posiciones con un arte nacido de los talleres del marketing. Sin confrontar, usando cualquier argumento, como el último que manifiesta su apoyo al peronismo, ahora hasta cita frases de Perón.
Este individuo es capaz de justificar los gastos de campaña haciendo una cena de 50 mil pesos el cubierto, donde los comensales a su vez recibirían una factura por la donación que no estarían haciendo, porque los aportes salieron de otro lado que no se puede contar. Así todos felices viven un aquelarre grandioso, todos lavando dinero negro. Aportantes que no aportan, y partido que no recibe. La fiesta inolvidable.
El futuro que le espera a la Argentina si este monigote ganara las elecciones es mucho más nefasto que el que le tocó pasar con el menemismo. Muchísimo peor.
Menem encontró un país sumergido en la hiperinflación y le encargaron la tarea sucia de remover los escombros del derrumbe intencional. Lo pusieron contra la pared y le dieron el plan de Convertibilidad para poder destruir la Argentina supérstite del peronismo desde el 55 y consolidar la que soñaron los ancestros oligarcas y sueñan sin consuelo los actuales gorilas. Mientras tanto, en los salones de la derecha neoliberal "ilustrada", se reían de su pretensión de adherir a las nuevas ideas del primer mundo. Yo estuve presente en una reunión donde Grondona se reía de Menem diciendo "ahora dice que es liberal, y se lo cree" con gran risa de la concurrencia.
Macri se encuentra con otra cosa que Menem. En lugar de joyas de la abuela para mandar a fundición, se encuentra con joyas relucientes listas para usar. Menem vendió empresas quebradas por chirolas. Macri va a vender empresas redituables por lo que valen, empresas que los buitres aspiran hincarles el diente y se les hace agua la boca.
Menem hizo la convertibilidad $·1x1dólar, revaluando el peso, al solo efecto de que las empresas privatizadas no tuvieran que invertir en nada, porque les pagábamos con una tarifa alta en dólares, mientras nos endeudábamos a cuenta, deuda a saldar al final de la década. Macri va a comenzar, al revés de Menem, devaluando bien el peso, para que los salarios caigan de golpe, con la excusa del atraso cambiario por culpa de Cristina. La inflación va a dar un golpe aumentando los precios, como en el rodrigazo, pero Macri rápidamente largará una convertiblidad como la de Carlos Pellegrini, el gran héroe de liberalismo tradicional, que garantice la estabilidad, con un cambio por ejemplo de $20x1dólar. El crédito le va a llover, como le llovió a Carlos Pellegrini después del desastre de Juarez Celman, y a bajos intereses. Y no va a tener empacho en tomarlo con las dos manos. Llega en el momento justo.
Los reclamos de aumento salarial van a ir a parar a las paritarias donde Macri les va a enseñar por decreto que el salario tiene que ajustarse al aumento de las ventas de la empresa, lo que sería una forma de medir la productividad, como viene avisando a los sordos. Si la empresa no crece, el salario no aumenta por más que aumenten los precios. La devaluación asegura a los empresarios menores costos salariales, o sea, mayor productividad.
Una década de lucha diaria, desgastante, abrumadora, llena de victorias e inclusión, de trabajo y felicidad, se puede ir por el inodoro.
Soy optimista, pero no triunfalista, creyendo que dios está conmigo. Necesito fundar el optimismo en la seguridad de estar dando los pasos correctos. La derrota es el precio que se paga por los errores. El más grave es el optimismo que distrae de evitar cometerlos.
Yo creo como Rossi y Taiana, que hay que bajar los decibeles del enfrentamiento con Scioli, para reservarnos algo de dignidad a la hora de tener que votarlo para enfrentar a Macri en las urnas.
Si recibís este post por mail y querés comentar, no respondas a este correo. Escribí un comentario en el blog o envía un mail evarow@gmail.com
13 comentarios:
Hola Eva te pido permiso para copiara y pegar tu reflexión por que pienso lo mismo y no sabia como expresarlo para ponerlo en ños ditintos lugares y lo lean otros amigos siempre aclarando que es tuyo
Gracias y un Abrazo (te sigo desde siempre)Jorge
Jorge: ningún problema, gracias
Ay Eva!, pienso lo mismo y me quita el sueño, espero que nuestro pueblo sea pensante, ayer estuve por Tigre y me asusto la cantidad de gente a favor de ma$$a, lo que veo es que los medios han hecho un muy buen trabajo haciendoles crecer odio en sus corazones en contra de Cristina y este movimiento.
Gracias por tus notas
Un beso
Estimada Eva: Daniel O. Scioli es lo mismo que Macri solo debes mirar a su alrededor sobretodo sus asesores economicos, Bein, Blejer etc....La dignidad la debemos reservar para perder la eleccion pero conservando la base electoral algo que no sucedera si el votante Kirchnerista apoya a Scioli por que seremos responsables del desastre que dejara. Por otro lado no hay que temer de los cambios que intente realizar Macri considera que el proximo presidente de ser opositor gobierna con las camaras encontra hasta la proxima legislativa y por otro lado hay reformas trancales que seran dificiles de volver atras, ejemplo vender el paquete accionario de YPF en manos del estado requiere las dos terceras partes del congreso, CFK dejo una clausula especial. El FPV tiene un piso del 30% que es el nucleo duro insuficiente para ganar pero seria una locura perderlo y esto pasara en buena medida si el candidato es D.O.. Muchas gracias por permitirme expresar. Sergio O. Rubinetti DNI 14.596.821
Ay eva, leerte siempre nos deja un sabor agridulce, porque jamás falseás la realidad!!.
Igual te pido permiso para postear tu comentario en mi muro del face, pero te advierto:
Yo soy docente. En cuanto me descuide ya me voy a estar jubilando. Yo cobraba 20 dólares por mes de sueldo con Alfonsín. Cuando nos subieron a 200 dólares con Menem se acabó la convertibilidad y Duhalde nos volvió a bajar el sueldo un 66%. Hoy cobro 1000 dólares de sueldo y aprovechando que el gobierno de córdoba nos da 500 dólares a principios de año para equipamiento me acabo de gastar 1200 (ya veré cómo los pago) en un cuatro (instrumento venezolano) y un piano. (soy docente de música).
No me importa demasiado quién es el próximo presidente, pero sí sé positivamente que si nos baja el sueldo va a tener que venir a dar clases él, los docentes le vamos a parar hasta el alma si en vez de pagarnos 1000 dólares nos quiere volver a pagar 20. Es tan simple, concreto y definitivo como éso.
Muy de acuerdo , y creo que el desastre del posible triunfo de macri puede llevar 6 / 7 años. Van a hacerlo de forma tal para aparentar bienestar y superar los 4 años de gobierno para poder reelegirse. Como siempre, cuando los sordos que mencionas se den cuenta y sufran, van a decir "Yo no lo vote nunca, en el 2011 vote a Cristina "
Marcelo
Muy buena síntesis! gracias!!
Pero muchas gracias por poner tan claramente en palabras estos pensamientos, que en gran parte comparto, sobre todo los temores...
un abrazo
Patrix
Marcelo Martinez, Yo creo que el desastre de Macri va a llevar muchos años más, porque tiene el país limpito como para tomar nuevos créditos y bancarse por una década todos los subsidios sociales, como nos dieron el ducle de leche del deme dos en los 90, hasta que la realidad se precipitó.
Si , esperemos lo mejor y preparemonos para lo peor . Un abrazo
Hola Eva, estamos de acuerdo, debemos escarbar en la memoria y actuar con inteligencia, veo como única salida pensar en cuatro años en los que no nos destruyan. La condición actual de la Argentina dá para la doctrina del shock, no por nada se vienen las picanas con carrocería para la metropolitana.
Hola Eva, estoy de acuerdo con tu pensamiento, por lo vivido, no es la oportunidad para basarnos en la teoría política, necesitamos que en los próximos 4 años no nos aniquilen. La Argentina está apta para la "doctrina del shock" otra vez, ya tienen vía legal para las picanas carrozadas. Tenemos que ejercer la memoria y actuar con inteligencia, en dos años pueden desaparecer los últimos 10.
Lo siento Eva, disiento: para mi Scioli es Macri pero con Casal y La Bonaerense.
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