¿Qué hacían Sus Señorías ante secuestros, torturas y desapariciones o cuando recibían un hábeas corpus? y ¿qué hacen en la actualidad si les toca juzgar aquellos hechos?
Art. 45.- Los que tomasen parte en la ejecución del hecho o prestasen al autor o autores un auxilio o cooperación sin los cuales no habría podido cometerse, tendrán la pena establecida para el delito.
Llegó la hora de juzgar a los Jueces de la Dictadura, como partícipes necesarios de las desapariciones y la entrega de bebés con documentación forzosamente falsa.
Por el pacto de Olivos de 1993 se hace la reforma constitucional de 1994, por la que se crea el Consejo de la Magistratura y el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, que presiden el presidente y el vice de la Corte.
El Consejo de la Magistratura tiene una Comisión de Disciplina y Acusación que se ocupa de dar curso o descartar el inicio del juicio político a un juez.
Hace dos semanas, el Consejo de la Magistratura creó una subcomisión dentro de la Comisión de Disciplina y Acusación, para investigar la complicidad de los jueces durante la dictadura, y la disposición y celeridad para juzgar a los represores después de la dictadura.
Hay más de veinte jueces, algunos camaristas, con pedido de trámite de juicio político.
Aunque subsisten ciertas resistencias corporativas, para la mayoría de los miembros del Consejo –que tiene la facultad de promover la destitución de magistrados– hoy importa y mucho qué hacían Sus Señorías ante secuestros, torturas y desapariciones o cuando recibían un hábeas corpus, y qué hacen en la actualidad si les toca juzgar aquellos hechos.
Extractado de Página/12
Art. 45.- Los que tomasen parte en la ejecución del hecho o prestasen al autor o autores un auxilio o cooperación sin los cuales no habría podido cometerse, tendrán la pena establecida para el delito.
Llegó la hora de juzgar a los Jueces de la Dictadura, como partícipes necesarios de las desapariciones y la entrega de bebés con documentación forzosamente falsa.
Por el pacto de Olivos de 1993 se hace la reforma constitucional de 1994, por la que se crea el Consejo de la Magistratura y el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, que presiden el presidente y el vice de la Corte.
El Consejo de la Magistratura tiene una Comisión de Disciplina y Acusación que se ocupa de dar curso o descartar el inicio del juicio político a un juez.
Hace dos semanas, el Consejo de la Magistratura creó una subcomisión dentro de la Comisión de Disciplina y Acusación, para investigar la complicidad de los jueces durante la dictadura, y la disposición y celeridad para juzgar a los represores después de la dictadura.
Hay más de veinte jueces, algunos camaristas, con pedido de trámite de juicio político.
Aunque subsisten ciertas resistencias corporativas, para la mayoría de los miembros del Consejo –que tiene la facultad de promover la destitución de magistrados– hoy importa y mucho qué hacían Sus Señorías ante secuestros, torturas y desapariciones o cuando recibían un hábeas corpus, y qué hacen en la actualidad si les toca juzgar aquellos hechos.
Extractado de Página/12
8 comentarios:
Aqui hay que aclarar que ya avanzado 1976, se advirtiò que los habeas corpus en favor de alguien del cual sólo se reportaba su desapariciòn de los lugares a los que habitualmente concurrìa o su secuestro frente a algùn testigo o familiar que daba cuenta del operativo, no servían para nada.
O mejor dicho, servìan para que quedara identificado el abogado que lo firmaba, que obviamente no estaba clandestinizado y los familiares que lo hacìan como recurrentes.
Bastaba la descripciòn del hecho para desde el Juez hasta el ùltimo empleado del Juzgado supieran que todos los organismos del Estado a los cuales se les pidiera informaciòn sobre el hecho denunciado o la persona desaparecida, contestaran que no registraban ningùn antecedente de lo que se les pedìa. Comisarìa, Departamentos policiales, organismos militares y cualquier dependencia del Estado contestaba con un ritualismo cìnico que ignoraban todo dato sobre lo que se les preguntaba.
En tèrminos de poder efectivo, ningùn juez podìa hacer nada frente a esto ya que ni siquiera se les indicaba donde podìa estar la persona buscaba.
En ese plano podrìa sostenerse que hasta ahì, no eran còmplices de nada. Pero sí eran partìcipes de una infamia y una indignidad, porque si no podìan hacer nada tendrìa que haber renunciado y dejar de ser jueces. POrque un juez que no puede perseguir a los autores de un crimen, ha perdido la esencia de su funciòn.
En ese plano y para acotar algo que sirva, con los nombres de estos miserables, suficiente.
Se puede agregar algo más.
La dictadura 1966-73, no tuvo el nivel de perfecciòn sàdica que alcanzò el terrorismo de Estado a partir del 76.
Casi no hubo desaparecidos (y digo casi porque Nestor Martins, Misetich, Maestre, Verd y otros casos dan cuenta de los iniciòs de esa práctica tan inhumana).
Por eso muchos habeas corpus podìan prosperar porque jueces muy valientes se constituìan en el lugar que los denunciantes y sus abogados indicaban como asiento de la detenciòn y donde presuntivamente se podìa estar torturando a un detenido.
Tiro un nombre: el juez VIctor Irurzun que se fue a una comisarìa a las doce de la noche y logrò blanquear un preso polìtico. Una semana despuès una bomba le volò el auto estacioando en la puerta de su casa. Blanqueable porque
falleciò hace un tiempo.
Hombre digno y de un apellido que honra como una excepcion a la corporaciòn de magistrados.
Aùn asì hay otros que sencillamente se fueron a sus casas o trabajar de otra cosa. Ni heroes ni villanos pero que en tiempos donde muchos hombres decentes estaban muertos o fuera del paìs, sencillamente dejaron de ser parte de un aparato.
Desde ahì podrìa revisarse lo que pasò durante la dictadura. +
Luis, ¿y los Colegios de Abogados? ¿y los miembros de la Corte que puso la dictadura?¿no deberían explicar cómo pasaron esos años?
Hay un problema adicional con la justicia, y son las propias leyes, el ordenamiento jurídico.
Los miembros de la Corte eran Heredia, Rossi, Videla Escalada, Gabrielli y Caride.
Varios de ellos o todos han dejado de pertenecer a este mundo de manera que ninguna justicia terrenal podría alcanzarlos.
Fueron designados luego de que el golpe del 76 destituyera a los jueces de la Constituciòn y formaron parte del engranaje represivo practicamente en forma incondicional.
Si algùn fallo que enfrentara a los mandos militares produjeron
(P.Ej. la liberacion de Jacobo Timmerman) fue porque tomaron partido por una interna dentro de las distintas fuerzas de la dictadura.
Si los tiempos me dan, te contesto en otro mail sobre los colegios de abogados pero te anticipo, en mi opiniòn, que su desempeño no fue reprobable, comparado con el de otros sectores.
No hay una respuesta uniforme para los colegios de abogados.
Por empezar en el distrito màs importante que era la Capital, no habìa Colegio.
Bajo la dictadura anterior, Lanusse habìa anulado un llamado a una elecciòn que en 1972 iba a constituirlo, porque advirtieron que un arco democràtico de centro izquierda, con fuerte presencia de abogados ligados a la defensa de presos polìticos y compromiso con los derecho humanos, ganarìa las elecciones.
Estaban en dos organizacones: la Asociacion Gremial de Abogados y la Asociaciòn de Abogados. La primera tuvo que disolverse porque le volaron la sede con explosivos de alta potencia y las TRES A persiguieron a sus comisiones directivas y miembros.
La segunda tuvo un comportamiento decoroso durante la dictadura y con bajo perfil, hizo lo que pudo en resguardo de las libertades pùblicas.
En el interior del país la conducta fue variable pero hubo muchos casos donde se intentaron registrar denuncias y colarse por cuanto resquicio ofrecìa la dictadura para enfrentar el terror.
Hoy la corporaciòn forense ha cambiado y las tendencias conservadoras son mayoritarias, pero hace cuarenta años la inclinaciòn era inversa.
Te agradezco mucho Luis, tu información me era desconocida totalmente. Se ve que la Dictadura hizo todo lo necesario para que la justicia no se interponga, y lo logró. Pero de esto se concluye que la pretendida "independencia" de la justicia es una falacia, ya que en este caso fue burlada en absoluto. ¿Cómo se puede seguir pretendiendo que la justicia es independiente? ¿Independiente hasta dónde?
Muchos abogados desaparecieron. Centeno, autor de la ley de contrato de trabajo, es uno de ellos. No es tanto cambiar los jueces como cambiar la ley.
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