Pido perdón por no ser de cuna peronista:
Eramos estudiantes universitarios en la década del 60. Vivíamos en los "cien barrios porteños" de la Capital Federal. Nuestros padres no eran profesionales ni fueron obreros ni empleados agremiados o sindicalizados. Muchos eran inmigrantes de primera o segunda generación. Eran comerciantes minoristas o de oficios varios, por cuenta propia, cosa que era muy sencilla de hacer en esa época. Casi todos los locales de comercio tenían vivienda, y cualquiera se ponía un comercio con facilidad. En todos los barrios había, en cada manzana un almacén de gallego, o más de uno. Lo mismo la verdulería del tano. Y en la Avenida principal estaban las tiendas de ropa, mercería, casa de fotografía, tintorería, librería y juguetería, zapatería, y estaban las panaderías con horno propio, una cada dos cuadras o tres, donde se horneaba todos los días gran cantidad de pan y facturas, y los domingos también horneaban una bandeja que las señoras llevaban con un pollo con papas o asado de carne para cocinar, y la llevaban caliente a su casa. Todo estaba cerca, porque había miles y miles de pequeños comercios distribuídos por los barrios de toda la ciudad. Ahí estaban nuestros padres, y en las viviendas que seguían al local, estábamos nosotros, medio apretados, la verdad.
Los profesionales del barrio eran de otra raigambre, se les tenía un gran respeto, porque eran doctores. Farmacias y consultorios médicos de todas las especialidades había en todos los barrios. Los consultorios particulares estaban llenos de pacientes que pagaban la consulta, y los médicos del barrio venían a las casas a visitar a los enfermos, en cualquier hora del día o de la noche. Los compañeros de la facultad con padres profesionales, que habían sido universitarios durante el peronismo, es muy probable que hayan sido gorilas, y socios de la "Libertadora" en el 55, pero los hijos no lo andaban contando.
Nuestra cuna no era ni peronista ni gorila. Si teníamos alguna influencia paterna en la ideología, seguro que era de izquierda, viniendo ellos de Europa y siendo gente humilde. Si hago una lista con todos los vecinos que vivían en mi cuadra cortita de Córdoba al 6500, en la desembocadura sobre Federico Lacroze, de una esquina a la otra, en los años posteriores al 55, puedo dar un muestreo del origen paterno de los estudiantes universitarios que había en mi cuadra.
Primero Don Rodolfo el bicicletero, que vino de Eslovenia con Doña María y tuvieron tres hijos que estudiaban en la Universidad. Le seguía el ferretero Don Tito que vino de Italia y tenía a la familia en otro barrio. Lo seguía Don Antonio el zapatero remendón, que vino de España con Doña Inés, y tuvieron un hijo "Toñito", que aprendió el oficio de zapatero. Luego venía el sillero que vivía solo, separado, mujeriego, y nadie le daba bolilla en el barrio, nacido en San Luis. Seguíamos nosotros con el negocio de Lonas, Toldos y Colchones. Mis padres vinieron de Polonia, y somos tres hijos que llegamos a la Universidad. Seguía Don Froilán Benito, hijo de italianos, cuyos padres pusieron ahí la fábrica de asientos para inodoros Benito Hermanos y Cía, fábrica que Froilán dirigía junto a su hermano, porque la habían heredado. El no tenía hijos pero su hermano sí, y estudiaban medicina y arquitectura. Los seguía la casa del tano "Gaetti" que hablaba en cocoliche, y que había tallado a mano las butacas del Congreso. Su hijo, el Dr. Gaetti, ya era un médico exitoso, y se había traído de Italia al primo pobre que se llamaba Remo, para hacerlo estudiar medicina en Buenos Aires. Remo se recibió de médico y se volvió a Italia. Al final estaba el conventillo, al que en el año 55 llegó de España"la Orfilia", una galleguita que con dieciséis años vino a trabajar de mucama a mi casa el día siguiente al que bajó del barco, porque la tía la mandó enseguida a trabajar. Mucho tiempo "la Orfilia" no estuvo en casa, porque odiaba a su tía, y se consiguió un novio que trabajaba de encargado en La Franco Inglesa y ganaba muy bien. Se casó y sus hijos fueron a la universidad. ¿Qué entendía toda esta gente de lo que era el peronismo?
Todas estas personas no habían vivido el peronismo desde el protagonismo. Lo vivieron desde las orillas, al margen, sin entenderlo, sin conocerlo, sin amarlo y sin odiarlo. En mi barrio nadie era gorila, nadie. Jamás oí hablar ni bien ni mal de Perón.
Mi recuerdo más próximo al peronismo en mi barrio fue cuando murió Evita. Dos desconocidas mujeres de la vuelta de la manzana, pusieron en medio de la plazoleta que hay todavía frente a la cuadra, un altar con la foto de Evita, un mantel blanco bordado precioso, unas flores sobre el retrato, una cruz y un par de velas encendidas. Nadie más que ellas dos se acercaron al altar, salvo los chicos, que éramos curiosos. Al día siguiente el altar amaneció incendiado completamente. Mi papá dijo que fue una tontería dejar las velas encendidas, que seguro que se cayeron con el viento e incendiaron el mantel. No escuché un comentario sobre quién era Evita. En el año 52 yo tenía cuatro años.
De haber sido hijos de obreros o empleados, seguramente hubiéramos tenido información directa sobre el peronismo. Pero al no tener esa información ni en casa ni en la escuela, ni en los diarios ni en la televisión ni en la radio, porque desde el 55 estaba prohibido hablar del peronismo, ignorábamos lo que ojalá hubiéramos sabido. De toda mi familia, sólo para mí Perón y Evita tuvieron algo de significado más adelante, porque hice primer grado en el año 54. Pero con seis años ¿cuánto podía entender?
La triste prueba de que yo no sabía nada del peronismo.
En mi primer año de trabajo de empleada de óptica, pasé el primer fin de año y no me pagaron el aguinaldo pero yo no lo reclamé porque no sabía que existía. En febrero le pregunté al patrón si cerrábamos de vacaciones. Me dijo que la empresa no cerraba, pero él no tenía inconveniente en que yo me fuera diez días. Le dí las gracias con mucha alegría por su generosidad. Cuando volví y me pagó, cobré el mes entero. Me pareció una buenísima persona por no haberme descontado los días que no trabajé. Antes del siguiente fin de año me enojé con el patrón y le dije que se buscara otra empleada óptica, porque yo me iba a fin de mes. Se ve que tuvo miedo de que yo accionara judicialmente, así que cuando fue el último día que trabajé, me dijo que me entregaba mis papeles y la plata. ¿Qué papeles? le pregunté. Son unos papeles que le corresponden, me los dio el contador, la puso "en blanco", me dijo. ¿Qué es en blanco? le pregunté. ¿Cómo no sabe qué es en blanco? me dijo. Entonces me dio la plata y empezó: este es su sueldo, este es el aguinaldo del año pasado y la parte que le corresponde por este año, y la parte de las vacaciones que le corresponden...y yo volví a preguntar ¿Qué es el aguinaldo? Entonces el tipo entró como en locura y empezó a hablarle al techo diciendo ¿Por qué se enojó conmigo?¿De dónde voy a sacar otra empleada que no sepa lo que es el aguinaldo?
Ida y vuelta en la relación con el peronismo, no habiéndolo recibido en la cuna
En los años 60 el peronismo no parecía importante en la discusión. La época peronista era señalada por la izquierda universitaria como filofascista y punto, y a quién se le iba a ocurrir preocuparse por saber si eso era verdad o no. Sabíamos que había sido el gobierno de nuestra primera infancia, que se terminó con una revolución militar, como el gobierno de Yrigoyen en el 30, como el de Castillo en el 43, como el de Frondizi en el 62, como el de Illia en el 66, año en el que estábamos en la facultad, tres años antes del cordobazo que terminó con Onganía. ¿Qué nos iba a extrañar una dictadura después de un gobierno democrático, si todo funcionaba siempre así?
Nacimos a la vida política antes de la vuelta de Perón, teníamos 20 años en el año del cordobazo, cuando el movimiento obrero se radicalizaba hacia la izquierda. Eramos de izquierda, éramos universitarios con padres que no eran peronistas. No sabíamos nada del peronismo. Nunca nos afiliamos al Partido Comunista, ni seguimos al castrismo, ni al maoísmo, ni a nada. No nos conformaba ninguna opción partidaria.
Eso sí, vimos al peronismo entrando en la Facultad casi cuando nos estábamos yendo. El primer peronista compañero universitario de Ciencias Exactas se llamaba Mario y era un bombón. Las chicas lo llamábamos "Mario el peronista, o Mario la bomba", porque era un rubio de ojos celestes bellísimo. Se rodeaba de gente que le preguntaba y le preguntaba cómo es eso del peronismo, ¿acaso peronismo no es fascismo? Y el tipo nos contestaba que no era cierto, que la izquierda no podía seguir un camino distinto de la clase obrera, que soplaban otros tiempos. Y nosotros lo escuchábamos con respeto y en silencio. Pero nos resultaba extraño, muy extraño.
Sin embargo, la militancia de izquierda continuó después de salir de la facultad, por amiguismo y seguidismo, sin afiliación a ninguna línea, pero acompañando actos, manifestaciones y charlas. Y aunque no nos hicimos peronistas, acompañamos a los peronistas en su gesta cuando se hizo masiva. Los acompañamos a los compañeros peronistas a recibir a Perón a Ezeiza, en ese día trágico, fuimos a verlo a Gaspar Campos, y votamos a Cámpora y fuimos a liberar a los presos caminando por Rivadavia, y luego votamos la fórmula Perón-Perón. Y después nos repugnó López Rega e Isabelita nos dio vergüenza y se acabó el gobierno peronista y vino una dictadura nunca imaginada.
De ahí nuestro alejamiento de toda participación porque era muy riesgosa. Nunca nos identificamos con la violencia. Pasamos la dictadura sin hacer nada políticamente, esperando que llegue el final, calladitos la boca en los lugares públicos cuando uno no sabe quién lo escucha, tratando de no estar en la liberta de teléfonos de nadie, y tirando los libros marxistas de la biblioteca de nuestras casas.
Por fin llegó la democracia y la derrota del peronismo frente a Alfonsín que acusaba un pacto militar-sindical y que recitaba el Preámbulo de la Constitución tomándose una mano con la otra a un costado de la cabeza, gesto que copiaban enamorados todos los chicos, hasta los hijos de los peronistas, mientras la imagen del peronismo era el cajón incendiado por un tipo que no sabía ni hablar.
Esa vez votamos a Alfonsín. Y festejamos en las calles repletas de multitudes, como en el triunfo de un mundial de fútbol. El peronismo parecía finiquitado. Pero no. Llegó Menem, y votamos a Menem. No se puede creer pero hay que decir la verdad, y no mentir. Otra vez creyendo en el peronismo, después de la desilusión del radicalismo impotente, que nos reventó con la inflación del primero y segundo año de democracia, que fue del 688% y el 385% respectivamente. Pero esta vez con el peronismo todo se fue al desastre total. Lo que no hizo la dictadura lo completó este peronista hijo de la gran puta, con perdón de los peronistas de buena madre.
Y apareció Duhalde, otra vez un peronista, que nadie votó, pero que sólo él pudo agarrar el gobierno y nadie entiende por qué tanto piojo político escondido cuando le gritaban que se vayan todos, no tomó el timón del barco hundido en lugar de Duhalde, pero hoy se pavonea por TN haciéndose el candidato. Y por fin Néstor Kirchner, un peronista que vino a colarse por una rendija de la historia colgado de Duhalde para llegar al poder.
Por supuesto que no lo votamos en primera vuelta. Pero estábamos dispuestos a votarlo en el ballotage, cuando el riojano peronista se retiró de la contienda para dejar a su contrincante peronista sin sustento de votos en el gobierno de un país desmoralizado, monetariamente devaluado, con los ahorros incautados, con los bancos quebrados, con los piquetes multitudinarios de distintos líderes encendidos en las calles y el crimen de Kostecki y Santillán enardeciendo al pueblo democrático, que no se bancaba más el crimen institucional contra la protesta social.
De a poco, de a poquito, despacito, un día de repente nos despertamos y vimos a Néstor tomar al peronismo como toma un herrero al hierro en una fragua; ponerlo al rojo vivo, acostarlo en el yunque, y empezar a darle con el martillo para enderezarlo, soldarle una transversal para que los progresistas crucen sobre el puente y se vengan de este lado, y sacarle la máscara a los falsos progresistas gorilas y a los falsos peronistas, que son los que se le pusieron en contra.
De un lado y del otro quedaron los falsos. Falsos progresistas que van a TN a buscar cámara y votan contra las medidas más democráticas y arrojadas. Falsos peronistas que se alejaron solitos de la resurrección del peronismo efectuada por Néstor Kirchner.
Y así estamos. Peronistas de cuna que no se apartaron y progresistas kirchneristas sin cuna peronista, ambos en esta misma patriada portentosa.
Los progresistas kirchneristas, que vemos 6,7,8, que concurrimos al evento histórico del kirchnerismo con invitación escrita de puño y letra por su dueño, no vamos a molestarnos, ni vamos a hacer ningún tipo de comentario, salvo una tímida sonrisa de soslayo, ante los constantes celos de algunos peronistas kirchneristas que se ponen contra los de origen progresista, sólo porque no está Néstor presente para hacerles chás chás en la cola.
Todavía falta lo mejor, y dado el tiempo que ha pasado en la ruta sin vueltas, ya no nos consideramos más invitados, sino protagonistas.
Eramos estudiantes universitarios en la década del 60. Vivíamos en los "cien barrios porteños" de la Capital Federal. Nuestros padres no eran profesionales ni fueron obreros ni empleados agremiados o sindicalizados. Muchos eran inmigrantes de primera o segunda generación. Eran comerciantes minoristas o de oficios varios, por cuenta propia, cosa que era muy sencilla de hacer en esa época. Casi todos los locales de comercio tenían vivienda, y cualquiera se ponía un comercio con facilidad. En todos los barrios había, en cada manzana un almacén de gallego, o más de uno. Lo mismo la verdulería del tano. Y en la Avenida principal estaban las tiendas de ropa, mercería, casa de fotografía, tintorería, librería y juguetería, zapatería, y estaban las panaderías con horno propio, una cada dos cuadras o tres, donde se horneaba todos los días gran cantidad de pan y facturas, y los domingos también horneaban una bandeja que las señoras llevaban con un pollo con papas o asado de carne para cocinar, y la llevaban caliente a su casa. Todo estaba cerca, porque había miles y miles de pequeños comercios distribuídos por los barrios de toda la ciudad. Ahí estaban nuestros padres, y en las viviendas que seguían al local, estábamos nosotros, medio apretados, la verdad.
Los profesionales del barrio eran de otra raigambre, se les tenía un gran respeto, porque eran doctores. Farmacias y consultorios médicos de todas las especialidades había en todos los barrios. Los consultorios particulares estaban llenos de pacientes que pagaban la consulta, y los médicos del barrio venían a las casas a visitar a los enfermos, en cualquier hora del día o de la noche. Los compañeros de la facultad con padres profesionales, que habían sido universitarios durante el peronismo, es muy probable que hayan sido gorilas, y socios de la "Libertadora" en el 55, pero los hijos no lo andaban contando.
Nuestra cuna no era ni peronista ni gorila. Si teníamos alguna influencia paterna en la ideología, seguro que era de izquierda, viniendo ellos de Europa y siendo gente humilde. Si hago una lista con todos los vecinos que vivían en mi cuadra cortita de Córdoba al 6500, en la desembocadura sobre Federico Lacroze, de una esquina a la otra, en los años posteriores al 55, puedo dar un muestreo del origen paterno de los estudiantes universitarios que había en mi cuadra.
Primero Don Rodolfo el bicicletero, que vino de Eslovenia con Doña María y tuvieron tres hijos que estudiaban en la Universidad. Le seguía el ferretero Don Tito que vino de Italia y tenía a la familia en otro barrio. Lo seguía Don Antonio el zapatero remendón, que vino de España con Doña Inés, y tuvieron un hijo "Toñito", que aprendió el oficio de zapatero. Luego venía el sillero que vivía solo, separado, mujeriego, y nadie le daba bolilla en el barrio, nacido en San Luis. Seguíamos nosotros con el negocio de Lonas, Toldos y Colchones. Mis padres vinieron de Polonia, y somos tres hijos que llegamos a la Universidad. Seguía Don Froilán Benito, hijo de italianos, cuyos padres pusieron ahí la fábrica de asientos para inodoros Benito Hermanos y Cía, fábrica que Froilán dirigía junto a su hermano, porque la habían heredado. El no tenía hijos pero su hermano sí, y estudiaban medicina y arquitectura. Los seguía la casa del tano "Gaetti" que hablaba en cocoliche, y que había tallado a mano las butacas del Congreso. Su hijo, el Dr. Gaetti, ya era un médico exitoso, y se había traído de Italia al primo pobre que se llamaba Remo, para hacerlo estudiar medicina en Buenos Aires. Remo se recibió de médico y se volvió a Italia. Al final estaba el conventillo, al que en el año 55 llegó de España"la Orfilia", una galleguita que con dieciséis años vino a trabajar de mucama a mi casa el día siguiente al que bajó del barco, porque la tía la mandó enseguida a trabajar. Mucho tiempo "la Orfilia" no estuvo en casa, porque odiaba a su tía, y se consiguió un novio que trabajaba de encargado en La Franco Inglesa y ganaba muy bien. Se casó y sus hijos fueron a la universidad. ¿Qué entendía toda esta gente de lo que era el peronismo?
Todas estas personas no habían vivido el peronismo desde el protagonismo. Lo vivieron desde las orillas, al margen, sin entenderlo, sin conocerlo, sin amarlo y sin odiarlo. En mi barrio nadie era gorila, nadie. Jamás oí hablar ni bien ni mal de Perón.
Mi recuerdo más próximo al peronismo en mi barrio fue cuando murió Evita. Dos desconocidas mujeres de la vuelta de la manzana, pusieron en medio de la plazoleta que hay todavía frente a la cuadra, un altar con la foto de Evita, un mantel blanco bordado precioso, unas flores sobre el retrato, una cruz y un par de velas encendidas. Nadie más que ellas dos se acercaron al altar, salvo los chicos, que éramos curiosos. Al día siguiente el altar amaneció incendiado completamente. Mi papá dijo que fue una tontería dejar las velas encendidas, que seguro que se cayeron con el viento e incendiaron el mantel. No escuché un comentario sobre quién era Evita. En el año 52 yo tenía cuatro años.
De haber sido hijos de obreros o empleados, seguramente hubiéramos tenido información directa sobre el peronismo. Pero al no tener esa información ni en casa ni en la escuela, ni en los diarios ni en la televisión ni en la radio, porque desde el 55 estaba prohibido hablar del peronismo, ignorábamos lo que ojalá hubiéramos sabido. De toda mi familia, sólo para mí Perón y Evita tuvieron algo de significado más adelante, porque hice primer grado en el año 54. Pero con seis años ¿cuánto podía entender?
La triste prueba de que yo no sabía nada del peronismo.
En mi primer año de trabajo de empleada de óptica, pasé el primer fin de año y no me pagaron el aguinaldo pero yo no lo reclamé porque no sabía que existía. En febrero le pregunté al patrón si cerrábamos de vacaciones. Me dijo que la empresa no cerraba, pero él no tenía inconveniente en que yo me fuera diez días. Le dí las gracias con mucha alegría por su generosidad. Cuando volví y me pagó, cobré el mes entero. Me pareció una buenísima persona por no haberme descontado los días que no trabajé. Antes del siguiente fin de año me enojé con el patrón y le dije que se buscara otra empleada óptica, porque yo me iba a fin de mes. Se ve que tuvo miedo de que yo accionara judicialmente, así que cuando fue el último día que trabajé, me dijo que me entregaba mis papeles y la plata. ¿Qué papeles? le pregunté. Son unos papeles que le corresponden, me los dio el contador, la puso "en blanco", me dijo. ¿Qué es en blanco? le pregunté. ¿Cómo no sabe qué es en blanco? me dijo. Entonces me dio la plata y empezó: este es su sueldo, este es el aguinaldo del año pasado y la parte que le corresponde por este año, y la parte de las vacaciones que le corresponden...y yo volví a preguntar ¿Qué es el aguinaldo? Entonces el tipo entró como en locura y empezó a hablarle al techo diciendo ¿Por qué se enojó conmigo?¿De dónde voy a sacar otra empleada que no sepa lo que es el aguinaldo?
Ida y vuelta en la relación con el peronismo, no habiéndolo recibido en la cuna
En los años 60 el peronismo no parecía importante en la discusión. La época peronista era señalada por la izquierda universitaria como filofascista y punto, y a quién se le iba a ocurrir preocuparse por saber si eso era verdad o no. Sabíamos que había sido el gobierno de nuestra primera infancia, que se terminó con una revolución militar, como el gobierno de Yrigoyen en el 30, como el de Castillo en el 43, como el de Frondizi en el 62, como el de Illia en el 66, año en el que estábamos en la facultad, tres años antes del cordobazo que terminó con Onganía. ¿Qué nos iba a extrañar una dictadura después de un gobierno democrático, si todo funcionaba siempre así?
Nacimos a la vida política antes de la vuelta de Perón, teníamos 20 años en el año del cordobazo, cuando el movimiento obrero se radicalizaba hacia la izquierda. Eramos de izquierda, éramos universitarios con padres que no eran peronistas. No sabíamos nada del peronismo. Nunca nos afiliamos al Partido Comunista, ni seguimos al castrismo, ni al maoísmo, ni a nada. No nos conformaba ninguna opción partidaria.
Eso sí, vimos al peronismo entrando en la Facultad casi cuando nos estábamos yendo. El primer peronista compañero universitario de Ciencias Exactas se llamaba Mario y era un bombón. Las chicas lo llamábamos "Mario el peronista, o Mario la bomba", porque era un rubio de ojos celestes bellísimo. Se rodeaba de gente que le preguntaba y le preguntaba cómo es eso del peronismo, ¿acaso peronismo no es fascismo? Y el tipo nos contestaba que no era cierto, que la izquierda no podía seguir un camino distinto de la clase obrera, que soplaban otros tiempos. Y nosotros lo escuchábamos con respeto y en silencio. Pero nos resultaba extraño, muy extraño.
Sin embargo, la militancia de izquierda continuó después de salir de la facultad, por amiguismo y seguidismo, sin afiliación a ninguna línea, pero acompañando actos, manifestaciones y charlas. Y aunque no nos hicimos peronistas, acompañamos a los peronistas en su gesta cuando se hizo masiva. Los acompañamos a los compañeros peronistas a recibir a Perón a Ezeiza, en ese día trágico, fuimos a verlo a Gaspar Campos, y votamos a Cámpora y fuimos a liberar a los presos caminando por Rivadavia, y luego votamos la fórmula Perón-Perón. Y después nos repugnó López Rega e Isabelita nos dio vergüenza y se acabó el gobierno peronista y vino una dictadura nunca imaginada.
De ahí nuestro alejamiento de toda participación porque era muy riesgosa. Nunca nos identificamos con la violencia. Pasamos la dictadura sin hacer nada políticamente, esperando que llegue el final, calladitos la boca en los lugares públicos cuando uno no sabe quién lo escucha, tratando de no estar en la liberta de teléfonos de nadie, y tirando los libros marxistas de la biblioteca de nuestras casas.
Por fin llegó la democracia y la derrota del peronismo frente a Alfonsín que acusaba un pacto militar-sindical y que recitaba el Preámbulo de la Constitución tomándose una mano con la otra a un costado de la cabeza, gesto que copiaban enamorados todos los chicos, hasta los hijos de los peronistas, mientras la imagen del peronismo era el cajón incendiado por un tipo que no sabía ni hablar.
Esa vez votamos a Alfonsín. Y festejamos en las calles repletas de multitudes, como en el triunfo de un mundial de fútbol. El peronismo parecía finiquitado. Pero no. Llegó Menem, y votamos a Menem. No se puede creer pero hay que decir la verdad, y no mentir. Otra vez creyendo en el peronismo, después de la desilusión del radicalismo impotente, que nos reventó con la inflación del primero y segundo año de democracia, que fue del 688% y el 385% respectivamente. Pero esta vez con el peronismo todo se fue al desastre total. Lo que no hizo la dictadura lo completó este peronista hijo de la gran puta, con perdón de los peronistas de buena madre.
Y apareció Duhalde, otra vez un peronista, que nadie votó, pero que sólo él pudo agarrar el gobierno y nadie entiende por qué tanto piojo político escondido cuando le gritaban que se vayan todos, no tomó el timón del barco hundido en lugar de Duhalde, pero hoy se pavonea por TN haciéndose el candidato. Y por fin Néstor Kirchner, un peronista que vino a colarse por una rendija de la historia colgado de Duhalde para llegar al poder.
Por supuesto que no lo votamos en primera vuelta. Pero estábamos dispuestos a votarlo en el ballotage, cuando el riojano peronista se retiró de la contienda para dejar a su contrincante peronista sin sustento de votos en el gobierno de un país desmoralizado, monetariamente devaluado, con los ahorros incautados, con los bancos quebrados, con los piquetes multitudinarios de distintos líderes encendidos en las calles y el crimen de Kostecki y Santillán enardeciendo al pueblo democrático, que no se bancaba más el crimen institucional contra la protesta social.
De a poco, de a poquito, despacito, un día de repente nos despertamos y vimos a Néstor tomar al peronismo como toma un herrero al hierro en una fragua; ponerlo al rojo vivo, acostarlo en el yunque, y empezar a darle con el martillo para enderezarlo, soldarle una transversal para que los progresistas crucen sobre el puente y se vengan de este lado, y sacarle la máscara a los falsos progresistas gorilas y a los falsos peronistas, que son los que se le pusieron en contra.
De un lado y del otro quedaron los falsos. Falsos progresistas que van a TN a buscar cámara y votan contra las medidas más democráticas y arrojadas. Falsos peronistas que se alejaron solitos de la resurrección del peronismo efectuada por Néstor Kirchner.
Y así estamos. Peronistas de cuna que no se apartaron y progresistas kirchneristas sin cuna peronista, ambos en esta misma patriada portentosa.
Los progresistas kirchneristas, que vemos 6,7,8, que concurrimos al evento histórico del kirchnerismo con invitación escrita de puño y letra por su dueño, no vamos a molestarnos, ni vamos a hacer ningún tipo de comentario, salvo una tímida sonrisa de soslayo, ante los constantes celos de algunos peronistas kirchneristas que se ponen contra los de origen progresista, sólo porque no está Néstor presente para hacerles chás chás en la cola.
Todavía falta lo mejor, y dado el tiempo que ha pasado en la ruta sin vueltas, ya no nos consideramos más invitados, sino protagonistas.
22 comentarios:
Pocas vezes, leo tantas pavadas ! Tantas letras tiradas al viento ! Que a 'naides' interesa' y a 'naides', les hace bien ! A no ser..., mirando 'al contrario' ! Pero eso si: son palabras, tipicas de 'demagogo' ! Caracteristicas, de las que solo sirven, para embaucar otarios ! Para aumentar la lamentable cantidad de talibanes, que pululan el ambiente...; que solo le viene bien, al caudillo-demagogo-populista, que solo está interesado en ROBAR ! No solamente el sudado dinerito del pueblo, sino tambien, la dignidad, inteligencia (aunque poca...!) y la honestidad ! Lastima que en todo ese tiempo, perdistes el sentido de la realidad ! La del mundo ! No la del 'mundito', que los populistas te hicieron creer...! La-men-ta-ble !
Querida Eva, gracias por definirte públicamente como progresista-kirchnerista, particularmente en estos momentos preelectorales cuando tantos excelentes peronistas-kirchneristas descalifican a los progresistas como vos, como si en vez de ser compañeros que marchamos por la misma calle, en la misma dirección y militando por los mismos objetivos, aunque por diferentes veredas, fuéramos estúpidos que no ven la luz y son incapaces de una crítica al gobierno nacional y popular de Néstor y de Cristina por sus varios errores y sólo exaltan sus enormes aciertos. Y en vez de vernos como coincidentes, sólo observan nuestras disidencias, sin darse cuenta de que ellas no son un obstáculo en el apoyo a Cristina, sino un pasamanos para ayudarla a que no tropiece en las difíciles escaleras que debe subir para seguir consolidando este modelo.
Historias algo parecidas.. gente de trabajo que pueden mandar sus hijos a la Universidad... el recuerdo de ir de la mano con mi padre a escucahr un discurso de Evita..días de reyes y una caja de bolitas..luego una "libertadora" que en nombre de esa libertad,impidió la expresión de la mayoría del pueblo y en una ciudad como Ba. Blanca, con Ejército y Marina dominando la escena, con un diario y radio destilando el odio de sus dueños -flia Massot- y una iglesia reaccionaria...
Luego, la historia conocida, proscripción, golpes militares y deterioro de la clase trabajadora...
¿Estaremos en una època de cambio..? En la nueva Universidad Arturo jauretche, el 90% de los alumnos es la primera generación de estudiantes en su familia...de sus padres, solamente el 40% tienen estudios secundarios...por eso creo que los jòvenes de hoy podrán apreciar què es el peronismo, a diferencia de lo que le pasó a nuestra generación..mal que le pese al la-men-ta-ble anónimo...
:) lo importante es seguir este modelo, más allá de definiciones o grupos en los que nos quieren encasillar.
Para qué? para provocar desestabilizaciones, inseguridades, para dividir.
No hay que dejar que eso pase, porque la unidad es la única forma de hacer frente a los grupos que pretenden hundir todo lo que se logro-
Como dijo Evita: Los pueblos de la tierra no sólo deben elegir al hombre que los conduzca: deben saber cuidarlo de los enemigos que tienen en las antesalas de todos los gobiernos.
Unidos tenemos que estar ante estos ;)
Un beso.
Sincero y emotivo. La imagen de Néstor Vulcano en la fragua no la olvidaré más.
Los peronistas de paladar negro que se envalentonan porque "llegan igual"todavía no entendieron nada. Hace falta Néstor. Él les hubiera dicho.
Espectacular !!!! como siempre mi querida Eva. es tal cual lo que siento yo y con mis pobres palabras no hubiera podido expresar nunca. te admiro y todavia te debo el libro para que dejes de fumar, no me olvidé lo tengo en el auto para llevartelo un dia a la optica, solo no se me hizo el tiempo,despues de esto que escribiste te lo debo mas que nunca. guillermo rossi
Hola Eva
Hermoso y emotivo, pero, ante todo, documental. Entrelazás nacionalidades, culturas e ideas; fundís la historia de uno, de su casa, de su barrio, con la de un país, las hacés, pode decirlo de algún modo, íntimamente públicas.
Sabés bien que me identifico plenamente con lo que decís, y sobre todo, con lo que sentís. Porque no se puede ser kirchnerista sin un corazón abierto, no importa de dónde se venga.
Un beso grande
Mira Eva, la verdad es que me das asco. Ese "yo no fui" expresado en tu frase " Nunca nos identificamos con la violencia" da la marca de tu discurso. NOOOOOOOOO vos sos de "las limpitas", esas que nunca "se tiraron a la pileta y se mojaron", vos pertenecés a la "gente decente" que mencionaba María Elena Walsh en su "País de jardín de infantes". Y este asco que me producís ahora no es nuevo, lo sentí cuando fuiste a pedirle fotos a Fontevechia para denostrar a Timerman proque había ofendido tu judaísmo al imprecar a Leuco por renunciar a su origen judío, ¿te acordás?. La cagada es que se te olvidó decir que en esas fotos que le pediste a Fontevechia estaban dos tipos que fueron desaparecidos y ese silencio de tu parte no es inocente ni hueco de significado, dice mucho de vos, dice de tu oportunismo, porque mañana te vas a desdecir y vas a apoyar al mejor postor. A mí no me vendés tu discurso oportunista, que te lo compre otro. No soy antikircherista, te aclaro por la dudas, pero no puedo tolerar que rebajes con ese enunciado odioso (" Nunca nos identificamos con la violencia") a aquellos héroes del siglo XX que asumieron su militancia con las armas y que en el presente con mucho esfuerzo sus compañeros, que no los olvidan, tratan de incorporarlos a la historia. Vos no, por Dios!!! no vaya a ser cosa que te confundan con la violencia de los 70, aclaralo por favor!!!!!! esos chicos malos!!!. A ver si un ULTRA ANTIKIRCHERISTA SE ENOJA CON VOS (te acordas lo contenta que te puso que aquel ULTRA ANTIKIRCHNERISTA te felicitara a propósito de aquellas fotos que te dio Fontevechia?)... Digo yo... los pibes de 678 sabrán tu historieta con Fontevechia?.
Omar (Canadá)
Mirá Omar de Canadá, tomate un tranquilizante y leé bien: las fotos que puse las saqué de Internet, a mí Fontevecchia no me conoce ni yo tengo acceso a él, ni me interesaría tenerlo para pedirle fotos y si lo tuviera lo acogotaría, por haber echado a mi marido del diario Perfil, la primera vez que tuvo un diario para competir y destruir a Clarín. Después agachó la cabeza y se puso a las órdenes de Magnetto.
Que yo diga que no estuve a favor de la violencia no quiere decir que no reconozca el valor de los combatientes, el valor que yo no tuve, el valor que yo no tengo, el valor que nunca tendré, porque le tengo asco a la condición humana si para alcanzar la justicia se paga el precio de ejercer violencia.
A pesar de no estar de acuerdo en la lucha armada, no por eso dejo de rendir homenaje a los compañeros que dieron la vida por una causa.
Rodolfo Walsh, el Ché Guevara, Paco Urondo, fueron seres de valentía suprema, de coraje inmenso y de capacidad de sacrificio y martirio que supera lo humano, también Salvador Allende.
No digo todo esto para que vos lo entiendas, porque debés ser un energúmeno cuya paranoia lo hace ver operativos de negocios con Fontevecchia tan absurdos como delirantes. Lo digo porque me interesa la polémica, ya que cuando escribí que yo no estoy de acuerdo con la violencia, sabía que iba a aparecer alguien que viera una postura mía de "los dos demonios". Y estoy interesada en que se sepa que estoy en contra de la postura de los "dos demonios". Los muchachos que dieron su vida son tanto o más héroes que San Martín y Belgrano, y están en mi corazón y en mi admiración total, y también en la reivindicación de sus luchas.
Solamente que para tener ese coraje no hay que ser como yo. Yo no tengo esa vocación de entregar la cabeza. Llego hasta ahí. Me entrego cuando alguien me muestra fuerza bruta si no puedo combatirlo con las armas de la justicia o de la sagacidad.
No me gusta la ideología que hace un ícono del sacrificio sacerdotal, me parece una parte de la cultura que heredamos del martirologio cristiano, y una de las formas con las que dominan los generales de los ejércitos para enroscar a la juventud inocente en gestas inútiles como la de Malvinas.
Y te podés ir a la mierda. El insulto es un arma que no mata, y yo también puedo usarla como vos, a ver si te creés que me achico tan fácil ante el mail de un loco. cualquiera.
Eva,
tu post me hizo emocionar hasta las lágrimas.
Aunque en lo personal, tal vez por haberme criado en un hogar peronista, tengo una visión algo mas ortodoxa respecto al peronismo como hilo conductor de nuestra historia, coincido en casi todo lo que decís.
El link al post sobre tu libro de lectura (que no había leído anteriormente), fue realmente impactante: recordaba esa ilustración, o sea que debemos haber usado el mismo texto!
Un abrazo.
Estimada Eva,ouuuchhh,suena tan grueso eso de pedir perdon por no ser de cuna peronista.
Fijese que en mi caso es al reves la cosa, de cuna peronista pase a la izquierda sin caer en gorilismos por aquello del origen digo,no fui a Gaspar Campos por distancias pero dije presente en la Plaza de Mayo un 25 del 73,luego en Devoto nos encontramos todos con las banderas de los montos ,la Far ,los diversos erp y fals y tutti quanti, zafe de Ezeiza por esas cosas tambien- estaba lejos-pero fui a Olivos con los ponchos rojos que reprochaba el Brujo.
No hay perdones Eva, hay historias y equivocos, historias y equivocos a saldar .
Hace poco el Chivo Rossi,fue en Rosario a hacer un homenaje a Juan Ingalinella militante comunista ,asesinado por la policia de Sante Fe en 1955, torturado hasta la muerte , por misma policia que un par de meses despues iba a seguir torturando ahora a peronistas,pagando quizas el peronismo el precio de no haber desarmado el aparato represivo heredado de la vieja argentina conservadora,que la picana que trajo el hijo de Lugones en los treinta la iba a utilizar tambien la policia "peronista " en los cincuenta " antiperonista " en los sesenta y setenta,pero siempre la misma mierda picanera.
En 1950 en Quilmes una banda armada con "zona liberada " por la policia local a cargo de un comisario hermano de Juana Larrauri,entra a un local de la FJC y asesina a Jorge Calvo y otro compañero, me gustaria que Anibal Fernandez como quilmeño de ley ,efectue , sin meas culpas, que no tiene que haberlas,pero en homenaje a un militante asesinado sin razon alguna,no hay porque pedir perdones Eva, apenas reparar equivocos y desencuentros.
Saludos Cordiales.
Aclaro que hoy, desde el 2003 digo sin duda alguna que el Kirchnerismo es la mejor expresion popular que yo recuerde
Nando, el perdón no lo pido en serio, lo digo como ironía, porque primero nos están identificando como "diferentes" a los que no nacimos peronistas y fuimos invitados por Néstor a adherirnos al proyecto, y después de identificarnos con el mote "progresista", quieren hacernos enojar para despuès decir que ellos tenían razón, que estamos traicionanado.
A mí me tiene un poco podrida la situación de que se ironice con &,7,8, que no es un programa "peronista", que estén buscando el paladar negro peronista, cuando hay muchos peronistas que dan vergüenza y están a la vista de todos.
Nos están gastando, tratando de que entremos en cólera, para que se cumpla la advertencia de que vamos a traicionar porque no somos de identidad peronista, y me tienen podrida, pero no quiero entrar en la celada sino mostrar que le hacemos un corte de manga a la provocación estúpida.
Y la verdad, este caso es como el de las dos madres que se disputaban el mismo hijo con el Rey Salomón, la madre verdadera no dejó que al chico lo partan en dos. Eso es lo que estoy diciendo: no sean tontos, no traten de ahuyentar a los que llaman progresistas, igual no nos vamos a ir porque lo sentimos nuestro, y también al peronismo, aunque no tengamos el paladar negro que la verdad no sé quién lo tiene.
Eva, puede que el "progresismo" tenga mucho "perdon "que pedir tambien,no recuerdo a ningun progre criticarse el paso por la Alianza De La Ruinistica, ni a ningun PC rechazar los sucesivos meos fuera del tarro, tanto que el tarro estaba casi vacio, pero en fin,la cuestion de la gastada al progresismo hay que leerla como pelea por espacios, no hay macartismos dando vueltas, lo escribi en mi blog hace un par de meses, discutiendo con Artemio por supuesto, con buena onda pero discutiendo al fin.
El peronismo marciano esta con vos, te contiene.
Abrazo eva.
Nando,
Como una vez lo expliqué en 6,7,8, en la filosofía hebraica no existe el perdón sino la reparación. Si se produce la reparación al daño, el error está perdonado.
En este caso los que somos denostados con el mote de "progresistas", si alguna culpa o error tuvimos al no haber reconocido antes la verdad del peronismo, no es pidiendo perdón como solucionamos el daño producido, sino formando filas junto al peronismo, que es lo que hemos hechos los que estamos acá.
El acto de encolumnamiento con el kirchnerismo, ese acto mismo, proporciona la reparación.
Pero la verdad es que se dio cuando alguien fue capaz de convocarnos con objetivos de valor compartido. Ese fue Néstor.
Jorge Schussheim
Este post, se me ocurrió ayer viendo Café Las Palabras, Vengo leyendo los posts contra el progresismo y leí a Conurbanos decir que tu programa es "el único programa peronista" como ninguneando el valor de 6,7,8 sin ninguna necesidad de poner las cosas en el tapete del antagonismo. Y en tu programa resultó que el genio de Castiñeira de Dios, cuando dijo que fue premiado en la Urss y en Cuba, tu compañero ironizó con la expresión ¡zurdo! Expresión que sería un insulto, igual que en la derecha más milica. Ya sé que el uso irónico del término es una prueba de posición enfrentada con la que lo usa en forma seria. Pero, aunque burlando el uso indebido, el haber usado la palabra zurdo como denostativo, me hizo recordar que dentro del peronismo existe el antizurdismo y otra vez no quisiera que fuera así, habiendo tantos hombres de izquierda dentro del kirchnerismo, junto al peronismo.
Los que nos formamos en la izquierda, no vamos a dejar de pensar nunca que existe la lucha de clases, aunque para el peronismo eso no exista. No importa, al final, todo va a dar al mismo lugar: el bien de la clase obrera.
Eva lo que afirmo que el progresismo reciente ,no el PC que hace mucho ya que se debate entre la vida y la muerte,sino el progresismo mas light, tipo chacho con Frente Grande ,no se autocritico como decimos los antiguos,de su pasado por la Alianza y hoy pretenden dar lecciones acerca de como hacer politica y resulta que vino un flaco desde el PJ ,que aguanto ahi dentro ( con estomago a toda prueba) y puso al pais donde tenia que estar , a eso me refiero,
¿las chicanas? jejje
pssssssssss
Sujeto,
Gracias por tus palabras.
Un beso.
Eduardo
Eso es cierto, hoy los jóvenes tienen muchas cosas más sinceradas y expuestas, sobre todo los conflictos reales de la sociedad con sus cotos de poder, como el poder mediático que ha quedado expuesto y desnudo y radiografiado. Estos jóvenes van a tener las cosas claras desde el vamos. Es una gran suerte.
Débora
De acuerdo.
Un beso
Silvana
Gracias, voy a buscar una imagen de Vulcano con la fragua.
Qué falta nos hace Néstor.
Guillermo Rossi
¿Cómo estás tanto tiempo? Me alegro mucho de que te haya gustado el post. Te espero cuando quieras, pero llamá primero, a ver si justo no estoy, no quisiera que vinieras en vano.
Político Aficionado
Aunque no lo creas, mi marido me pidió que te recuerde cuando escribía esto, porque sos el peronista más digno, más generoso, fiel y consecuente que conozco. Supongo que habrá muchos como vos, seguramente miles y miles como vos. Pero siempre se hacen notar los más quejosos y celosos.
Te mando un abrazo y gracias por existir!
Nando
Estamos de acuerdo. Lo que pasa es que el error de Chacho tuvo consecuencias gravísimas, y encima, cuando se dio cuenta, trató de salvar el pellejo huyendo. ¿Cómo repara esos daños sobre la esperanza y la confianza y la vida del país? El es un culpable supremo y cobarde. Culpa con cobardía, un cóctel deplorable.
Guille
Ya lo sé Guille, ya lo sé.
Un abrazo grande para los dos!
Eva, pasa que todo lo bueno que tiene este gobierno, lo tiene por peronista. Es el más peronista de todos. Ahí está el "miedo" que tenemos algunos peronistas. Si esto gira para el lado del progresismo, estamos fritos.
La otra vez discutía en Tirando al Medio sobre lo que se entiende por progresista. A esta altura me parece un término casi vacío, no se entiende a qué hace referencia exactamente. Para mí se usa demasiado en términos culturales apartidarios. Creo que es más claro definirse como de izquierda o derecha y como peronista, antiperonista o no peronista.
Fíjense que bardear al progresismo parece muy divertido, pero por algún motivo no lo veo a Artemio haciendo lo mismo con la izquierda.
Muy buena la descripción de la ciudad en aquellas épocas! Soy más de acá pero lo imagino muy fácil.
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