Imaginate que te despertás acostado en una cama, sin memoria, y te das cuenta de que estás inválido, que no podés incorporarte ni darte vuelta, imposibilitado de salir de la cama y caminar. Podés mover los brazos y las piernas, pero el tronco no te responde. Te hiciste encima y estás húmedo hasta la cintura. Estás solo y desesperado de hambre y de sed, y te ponés a llorar y a gritar.
Al escucharte llorar viene corriendo una mujer que te habla en un idioma que no comprendés. Ella te lava, te deja limpio y seco; te cambia la ropa. Te sentís feliz, y le sonreís.
Luego ella se sienta contigo en un sillón, te sostiene en sus brazos, te pone el pezón de su pecho en tu boca, de donde mana un líquido que te saca el hambre. Te da mucho placer succionar, la leche sale generosa, te da satisfacción tragarla y que te llegue a la panza sacándote el hambre y la sed; todo eso mientras ella te mira a los ojos con una dulzura infinita, acariciándote la cabeza.
Esa situación original, nuestra primera experiencia de vida, nos deparó en el primer día una angustia terminal y luego la satisfacción y el amparo más absoluto. Por seis meses se repitió esa combinación mágica de recibir todo lo que necesitábamos para satisfacer todas nuestras necesidades. Las físicas y las afectivas. Por seis meses sentimos la seguridad completa y recibimos todo el amor que éramos capaces de desear.
Luego empezaron nuestras correrías por la vida al poder deambular, primero gateando, luego caminando. Empezaron también los golpes que nos dimos al trastabillar.
¿Quién puede creer que por no tener recuerdo de esos seis meses, esa experiencia no ha quedado sellada a fuego en la memoria oculta, vibrando en algún rincón primordial de nuestra psíquis?
¿Cómo no pensar que ese sea el estado ideal al que queremos regresar, añorando la felicidad completa, cuando no podíamos desear nada más que aquello que nos era proveído?
¿Cómo no pensar que las sustancias o las distintas cosas a las que somos adictos, no sean un remedo de esa leche materna?
¿Cómo no pensar que el adicto regresa huyendo de la vida deambulatoria hacia ese estado paradisíaco?
¿Cómo no pensar que el adicto a una sustancia remeda el pasado y huye de una vida que hoy lo acosa con exigencias que no puede cumpllir y con deseos que no puede satisfacer?
¿Cómo no buscar en el remoto pasado el recuerdo de la felicidad absoluta cuando el presente es una mezcla de miedo y dolor, de dolor y miedo?
Algunos se deprimen eternamente y consiguen viajar por el inconsciente en busca del Edén, succionando, respirando, bebiendo, o inyectándose alguna sustancia que los aleja de una realidad que los agobia, remedando el rito de la perfecta vida del principio.
Cualquiera puede volverse adicto a una sustancia o a otra cosa. Pero algunos pueden salir y otros no. Algunos ni siquiera reconocen su adicción.
¿Qué será lo que hace que unos puedan y otros no?
Es difícil salir cuando uno cree que la propia vida está manejada por riendas poderosas que están en manos ajenas, en manos de un sistema económico o de una utopía histórica.
Algunos han tenido un derrotero por el que forjaron una personalidad que les permite tener las riendas de su vida en la mano, aunque sea las pocas que quedan sueltas, obviando las circunstancias irreductibles, para moverse obstinadamente en el espacio que queda libre, por más exiguo que sea, y si por esas cosas caen en la adicción, pueden reaccionar un día y salir. Entre ellos se encuentran los sobrevivientes de cualquier Holocausto. Mi hermana Golde, por ejemplo.
Pero algunos entregan tambíen las riendas que quedan libres, porque sienten que se han apoderado de las principales, de las que deciden las cosas más importantes, las que determinan desde afuera una falta de reconocimiento social.
En definitiva, creo yo, es un asunto de salud mental. De la salud mental inconmovilble de algunas personas, o de una salud mental alterada por la realidad y por la propia historia.
Todo ser humano que sufre o que hace sufrir a otros por su adicción, debería querer tomar las riendas de su vida, aunque sean las pocas que le queden libres, sin entregarse. He aquí una rebelión interesante, una batalla que vale la pena encarar, perfectamente encuadrada en la batalla general contra el apropiador de las riendas que determinan las pautas principales de la vida de todos, que ubicamos en el sistema del neoliberalismo y dogmas nefastos afines.
Apéndice:
El Capitalismo es una droga que crea adictos peligrosos y asesinos, con efectos malignos sólo sobre el cuerpo ajeno, nunca en el propio, por lo cual el capitalista no reconoce jamás que es adicto a la acumulación de capital.
Los capitalistas encuentran en los negocios del capitalismo su viaje al Edén perdido, y acumulan capital sin poder detenerse, sin saber para qué tanto. Se rodean de bienes de inversión y de consumo que lo satisfacen temporalmente, que son reemplazados por otros nuevos, en una carrera de velocidad que segrega adrenalina, como la teta materna segregaba leche.
Los capitalistas no van a reconocer jamás que son adictos al capital. Ellos reciben su satisfacción con cada negocio, pero como su adicción no pone en riesgo su propia vida sino la de los más pobres, nunca cobrarán consciencia del efecto maligno de su adicción, que va a parar en forma de desgracia no hacia él, sino a los menos afortunados. Los ricos tienen de su adicción al capital, sólo el placer. Lo que los hace creerse que están en el rumbo moralmente correcto. Han hallado la piedra filosofal. Por eso el neoliberalismo es una ideología que pretende tener fundamento en cuestiones morales, en "valores", como ellos le llaman a juntar dinero con viveza.
Al escucharte llorar viene corriendo una mujer que te habla en un idioma que no comprendés. Ella te lava, te deja limpio y seco; te cambia la ropa. Te sentís feliz, y le sonreís.
Luego ella se sienta contigo en un sillón, te sostiene en sus brazos, te pone el pezón de su pecho en tu boca, de donde mana un líquido que te saca el hambre. Te da mucho placer succionar, la leche sale generosa, te da satisfacción tragarla y que te llegue a la panza sacándote el hambre y la sed; todo eso mientras ella te mira a los ojos con una dulzura infinita, acariciándote la cabeza.
Esa situación original, nuestra primera experiencia de vida, nos deparó en el primer día una angustia terminal y luego la satisfacción y el amparo más absoluto. Por seis meses se repitió esa combinación mágica de recibir todo lo que necesitábamos para satisfacer todas nuestras necesidades. Las físicas y las afectivas. Por seis meses sentimos la seguridad completa y recibimos todo el amor que éramos capaces de desear.
Luego empezaron nuestras correrías por la vida al poder deambular, primero gateando, luego caminando. Empezaron también los golpes que nos dimos al trastabillar.
¿Quién puede creer que por no tener recuerdo de esos seis meses, esa experiencia no ha quedado sellada a fuego en la memoria oculta, vibrando en algún rincón primordial de nuestra psíquis?
¿Cómo no pensar que ese sea el estado ideal al que queremos regresar, añorando la felicidad completa, cuando no podíamos desear nada más que aquello que nos era proveído?
¿Cómo no pensar que las sustancias o las distintas cosas a las que somos adictos, no sean un remedo de esa leche materna?
¿Cómo no pensar que el adicto regresa huyendo de la vida deambulatoria hacia ese estado paradisíaco?
¿Cómo no pensar que el adicto a una sustancia remeda el pasado y huye de una vida que hoy lo acosa con exigencias que no puede cumpllir y con deseos que no puede satisfacer?
¿Cómo no buscar en el remoto pasado el recuerdo de la felicidad absoluta cuando el presente es una mezcla de miedo y dolor, de dolor y miedo?
Algunos se deprimen eternamente y consiguen viajar por el inconsciente en busca del Edén, succionando, respirando, bebiendo, o inyectándose alguna sustancia que los aleja de una realidad que los agobia, remedando el rito de la perfecta vida del principio.
Cualquiera puede volverse adicto a una sustancia o a otra cosa. Pero algunos pueden salir y otros no. Algunos ni siquiera reconocen su adicción.
¿Qué será lo que hace que unos puedan y otros no?
Es difícil salir cuando uno cree que la propia vida está manejada por riendas poderosas que están en manos ajenas, en manos de un sistema económico o de una utopía histórica.
Algunos han tenido un derrotero por el que forjaron una personalidad que les permite tener las riendas de su vida en la mano, aunque sea las pocas que quedan sueltas, obviando las circunstancias irreductibles, para moverse obstinadamente en el espacio que queda libre, por más exiguo que sea, y si por esas cosas caen en la adicción, pueden reaccionar un día y salir. Entre ellos se encuentran los sobrevivientes de cualquier Holocausto. Mi hermana Golde, por ejemplo.
Pero algunos entregan tambíen las riendas que quedan libres, porque sienten que se han apoderado de las principales, de las que deciden las cosas más importantes, las que determinan desde afuera una falta de reconocimiento social.
En definitiva, creo yo, es un asunto de salud mental. De la salud mental inconmovilble de algunas personas, o de una salud mental alterada por la realidad y por la propia historia.
Todo ser humano que sufre o que hace sufrir a otros por su adicción, debería querer tomar las riendas de su vida, aunque sean las pocas que le queden libres, sin entregarse. He aquí una rebelión interesante, una batalla que vale la pena encarar, perfectamente encuadrada en la batalla general contra el apropiador de las riendas que determinan las pautas principales de la vida de todos, que ubicamos en el sistema del neoliberalismo y dogmas nefastos afines.
Apéndice:
El Capitalismo es una droga que crea adictos peligrosos y asesinos, con efectos malignos sólo sobre el cuerpo ajeno, nunca en el propio, por lo cual el capitalista no reconoce jamás que es adicto a la acumulación de capital.
Los capitalistas encuentran en los negocios del capitalismo su viaje al Edén perdido, y acumulan capital sin poder detenerse, sin saber para qué tanto. Se rodean de bienes de inversión y de consumo que lo satisfacen temporalmente, que son reemplazados por otros nuevos, en una carrera de velocidad que segrega adrenalina, como la teta materna segregaba leche.
Los capitalistas no van a reconocer jamás que son adictos al capital. Ellos reciben su satisfacción con cada negocio, pero como su adicción no pone en riesgo su propia vida sino la de los más pobres, nunca cobrarán consciencia del efecto maligno de su adicción, que va a parar en forma de desgracia no hacia él, sino a los menos afortunados. Los ricos tienen de su adicción al capital, sólo el placer. Lo que los hace creerse que están en el rumbo moralmente correcto. Han hallado la piedra filosofal. Por eso el neoliberalismo es una ideología que pretende tener fundamento en cuestiones morales, en "valores", como ellos le llaman a juntar dinero con viveza.
32 comentarios:
Eva,creo que pensar y explicar el consumo de drogas desde el punto de vista de una ausencia o una falta es un error.
Las drogas no son cerraduras,en todo caso son llaves. No son barreras, funcionan como atajos a lugares a los que no se llega ni con la meditación ni con la religión.
No solo llevan a un mundo negro, la mayoria viajamos con ellas a un universo de colores.
¿Para que tengo que viajar hasta la India a buscar a Dios si el Amazonas y el ayahuasca están acá nomás y me permiten acceder a una experiencia mística con mucha más rapidez?
La naturaleza nos las proveyó para ampliar nuestro campo sensible y así nos está yendo: los humanos hablamos, hacemos arte, musica.
¿Eso se logró solo?¿No habrá sido la ingesta de "drogas" lo que contribuyó a esta ampliación cualitativa del campo sensible del Hombre?. Seguro que sí, no fue el tomate ni la lechuga.
Está muy bien que lo enfoques desde el punto de la alimentación porque toda nuestra evolución como especie tuvo un correlato con la alimentación que tenemos.
Fue la ingesta de carne la que nos hizo bajar de los árboles y epandirnos...pero ¿que hizo que el cerebro lograra ponerle sonidos a los objetos para hacer nacer a las palabras? Los hongos alucinógenos, no hay ninguna duda.
La religión castrólica opresica romana lo sabe muy bien, por eso ungieron al vino enebriante y obnubilador de la conciencia como su droga preferida, bajo la fantasía aberrante de que eso es la sangre de alguien, nada mas cerca de una pelicula de terror, mas que de un viaje de drogas.
Yo no vivo las drogas ni como una adicción, ni como una enfermedad, ni como un paliativo, las vivo y gozo sin ninguna clase de culpa como millones de consumidores en todo el planeta.Y hasta como una lucha y una actitud de resitencia frente a la chatura y opresión reinantes.
Esto es algo q supera al capitalismo y que va más allá de las clases sociales.
Te sugeriria leer al loco de Escohotado, tiene un enfoque sobre el asunto mas relacionado con la expansión del inconsiente y los deseos.
En el futuro estas cosas se explicarán en la escuela del mismo modo que hoy se explica que es la vagina, el pene y como interactúan.
El peronismo fumanchero te manda muchos saludos.
Como encarar el consumo en una sociedad de consumo?
Cómo encarar la adicción en una sociedad que promueve la adicción al consumo?
FELICES FIESTAS EVA Y UN FELIZ CUMPLE A VICTOR HUGO MORALES¡
Eva, la nicotina y otras substancias que tienen los cigarrillos te producen dependencia física, además de psíquica. Es por eso que resulta tan difícil recuperarse de esa adicción. Es por eso que, a veces, son necesarias otras drogas para ayudar al paciente. Obviamente, que no basta con la farmacología, hay que tomar en cuenta los aspectos psíquicos que vos mencionás y que, además, influyen sobre la fisiología de nuestro sistema nervioso.
El hecho de que uno mismo reconozca sus adicciones es un paso importantísimo. Es necesario para iniciar la recuperación. A veces, esa recuperación es posible. Otras veces, como vos decís, no lo es.
Pero las adicciones no nos acercan al placer, sino que nos calman la ansiedad y el sufrimiento por unos instantes.
No concuerdo tanto con la analogía con la leche materna, que es un alimento y cuyos resultados son positivos para el organismo.
Hola Eva,me gustó esa descripción de nuestras primeras experiencias en la vida,algo se removió en mi memoria inconciente y creo que por ahí pasa la cosa.
Ahora bién,lo que dice Mauri K también tiene lo suyo.Solo que los humanos no somos los únicos animales en utilizar sustancias que modifican la percepción.Un ejemplo simpático:
http://www.youtube.com/watch?v=LLBeQglQYyo&feature=player_embedded
Saludos.
Mauri:
Si alguien toma drogas o bebe vino o fuma sin que le genere una adicción que lo destruya, está todo bien. Pero yo estoy hablando de la sustancia que destruye la vida de una persona o salud, o a las personas que tiene a su lado, a sus hijos o a su pareja, o destruye sus relaciones laborales.
Que quede claro: si la sustancia no se apodera del individuo, si no le cambia la personalidad, si no le dispara acciones violentas contra el otro, si no le resta neuronas, si para comprarla no tiene que cometer delitos, está todo bien.
La comida es necesaria pero también crea adicción, y por eso no hay que considerarla droga. Hay adictos a la comida que llegan a extremos destructivos de su vida.
Sigo en el próximo.
Mauri
El problema no es la droga sino el adicto que se siente afectado por ella y desearía poder salir de esa dependencia y no puede.
El vino es una bebida que muchos toman sin ser alcohólicos. Pero los alcohólicos destruyen su vida y la de los que más lo quieren.
Si cuando hacés tu experiencia de viajar con alucinógenos tenés placer pero no te convertís en un espectáculo lamentable para tu hija por ejemplo, está todo bien. En cambio si perdés las coordenadas de una mínima contención moral, la misma que tenés cuando estás sobrio, y llegás a tener sexo por ejemplo delante de una criatura, está mal. Deberías explicarme un poco más cómo es eso de viajar y tener experiencias místicas. ¿Cuidás el ambiente social que te rodea? ¿Amparás a tu hija de observaciones que puedan alterarla en su emoción? ¿En estado de haber tomado drogas seguís en dominio de tu persona igual que si estuvieras sobrio?
sigo...
Mauri
Acerca de lo que teorizás sobre la influencia de las sustancias alucinógenas en el arte: es cierto que la primera expresión artística conocida viene de una cuestión de ritual iniciático-místico-religioso que tiene que ver con el sistema de poder de la comunidad, que viene de una experiencia mística alucinógena comunitaria, pero no tengo por qué agradecerle nada iniciático en cuestión de arte a esas experiencias primitivas y suponer que el arte no hubiera existido sin las drogas. Me parece una teoría antropológica no muy científica.
No puedo concederte la razón en afirmar que el ser humano sólo puede imaginar a través de la droga. Es mentira. El ser humano tiene la capacidad de imaginar en estado de consciencia. Ya podemos tener como prueba los contenidos del sueño, que no siendo conscientes, tampoco necesitan de droga. Que a través de la droga se haya imaginado y realizado obras artísticas no te lo niego, pero la droga no es condición necesaria para el arte. Sería trágico.
Y si así hubiera sido, vuelvo a decirte, le doy muchas gracias al inicio, y me regocijo que el arte no dependa de aluciones por sustancias, sino de estados de consciencia por los cuales se expresan montones de ideas racionales, que han sido y siguen siendo expresiones de todo tipo ideológico, muchas veces parte de la lucha política.
Que la palabra venga del uso de las sustancias también es falso. La oralidad viene de una posición física de las cuerdas vocales en la laringe, una posición baja respecto de la que tienen los chimpancés, que no pueden hablar porque no tienen esa disposición física. Te aseguro que si mi perro tuviera esa posición de las cuerdas vocales, seguro que hablaría. No habla porque no puede emitir esos sonidos, pero intenta el pobre, tratando de imitarnos.
Claro que la evoluciòn de la especie tiene que ver con la bajada de los árboles, obligada por alguna cuestión de sequía, no porque el mono se hubiera convertido en cazador. Ese mono no fue nunca cazador sino carroñero, que encontraba los restos de caza abandonadas por las fieras, que no dejaban carnes sino huesos. No fue la carne sino la médula ósea lo que le proveyó al omnínido la posibilidad de evolucionar el cerebro, gracias a las manos que le permitieron romper los huesos y succionar el contenido medular, de donde obtuvo fundamentalmente el fósforo, escencial para el desarrollo del cerebro. Todo eso fue un azar. La alimentación no es la que cambió sino la situación climática que al bajar los monos de los árboles por fuerza, se encontraron con los huesos para chupar.
Por último, tenés un error "catastrófico" cuando culpabilizás al catolicismo del vino en el ritual. El ritual del vino es hebraico, y si te acordás, Jesús bebía el vino de Pesaj en la última cena, porque como judío que era, estaba festejando el Pesaj. No les agregues más culpas de las que tienen a los católicos Mauri.
Entonces si hablás de un consumo de drogas que no crea adicción, estás pasando por alto el tema del hablo, que es el tema de la sustancia que produce cambios en la persona al punto de arruinarle la salud o la vida social.
Me gustaría que leyeras de vuelta el post y me digas si yo me puse en contra del consumo de sustancias cuando no se crea adicción, sino que lo que me preocupa entender es la adicción opresora del individuo.
Estimada Eva, dias pasados había escrito directamente sin pasar por el word y pegar , una larguisima e inspirado nota en su blog donde contaba de mi adiccion feroz a la nicotina, de como luego de largos intentos pude superarla,de la posibilidad cierta de hacerlo sin sermones ,de las distintas circunstancias que rodean al tabaco y como pega distinto en las personas.
Contaba de mi abuelo materno que murio en salud a los noventa pegado a un insoportable toscanito o de mi padre muerto enfisematico a los 58 fruto del cigarrillo que habia dejado diez años antes o una de mis hermanas con 75 a cuestas empedernida fumadora con problemas graves de salud no atribuibles al faso o de uno de mis hermanos con 82 y la mochila de aire a cuestas.
¿las adicciones?
multicausales Eva,multicausales.
Pensar que vienen de la carencia del comodo seno materno es otra de las tantas.
Escaparse de la realidad ,el gozo momentáneo, el descubrir "nuevas" fronteras al decir de Derek que remonta sin dudar a Aldous Huxley de su obra Un Mundo Feliz donde descubre la mescalina,luego explicitada mucho mejor por Jorge Castaneda en Las Enseñanzas de Don Juan.
Lo cierto estimada Eva que otra droga peligrosa,que contamina todo lo que toca, el oro digo ,el dios oro ,el lucro donde se arrodillan los mercaderes a inficionado el mercado de los paraisos artificiales
Lo central entre otras cosas es la hipocresía del poder y la falsedad de ciertos apologista como Pablo Marcheti que desde la huevada ponen como " caretas " a quienes pensamos a la antigua que el poder establecido prefiere a la "negrada" en pedo y volteada an tes que con bronca y pensando.
Aprovecho la oportunidad para saludarla por estas fiestas que si bien no nos competen en su raiz cristiana (mundo al que no pertenezco) si nos llegan por cuestiones de costumbre nacional
Un abrazo a Ud y su flia
Mordi
No hablé de la nicotina porque me quise referir al estado mental que impide al adicto de cualquier sustancia, ni siquiera reconcer su adicción, y tratar de justificar el uso de las drogas que lo someten, usando la ideología. Y ahora aclaro que siempre que la droga lo someta y lo castigue, que parece que no siempre ocurre, como cuenta Mauri.
Formulé una teoría que puede no gustarte, pero es una teoría al fin, que el paraíso perdido podría venir de un estado anterior de la experiencia propia, que creara una falta. Si no es esa teoría puede ser otra, pero algo hace que la persona no reconozca su adicción. Y no es la sustancia. Eso no lo provoca la nicotina ni el alcohol, sino su inconsciente. Y me refiero por ejemplo a los estados de sobriedad de un alcohólico, que en total consciencia se niega a aceptar las evidencias de su alcoholismo, se niega a hablar del tema, siquiera a tomar en cuenta su situación. Eso no lo provoca el alcohol, sino aquello que lo predispone a la adicción.
Si el adicto no puede reconocer su adicción, o no siente fuerzas para iniciar un combate para dejar la sustancia, difícilmente pueda nadie darle ninguna medicación, porque aceptar el estado de adicto y querer emprender la lucha contra la sustancia, son condiciones anteriores indispensables a todo lo que pueda haber para la lucha.
Por eso, decir que se tiene una droga específica para quitar el tabaquismo es decir que alguien que no tiene ninguna fuerza para dejar de fumar va a tomar ese medicamento y por eso va a dejar el cigarrillo. Si fuera así, la madre o la esposa, se la podrían meter en la bebida sin que el adicto lo supiera, y el asunto estaría concluído. Pero no sirve así. Seguro que no sirve.
Jorge
buenas preguntas
lidiazul
Felices Fiestas !!!
Eva, pasa que desde mi punto de vista mezclas cosas. El tuyo es bueno, pero no el único.
La nicotina es una cosa y el lsd otra. Me parece que hay q darle un enfoque combinado a todo. Los que vivimos una fiesta con las drogas de manera responsable no tenemos ganas de que lo unico que se discuta sobre drogas sea acerca del incorrecto uso que ellos hacen de las mismas, porque los consumidores felices somos una mayoría inmensa.
Como esta semana arrancaste con estos posteos buenisimos quería intervenir por el lado de "contribuir al entendimiento", jutamn ete un entendimiento combinado nos va a permitir hacer un abordaje razonable del problema.
Lo de la imaginación y las drogas, yo no escribí eso, hablé del surgimiento de las palabras, como expresión sonora para designar las cosas, ahí algo generó el click, yo no creo que un mono se haya tomado un hongo y de pronto vió un monolito negro, fue un proceso largo, pero la evidencia sugiere que la alucinación jugó un papel importante en la expansión de la conciencia.
Nuevamente volvemos al rol de la Iglesia como contenedor de este proceso, pero bueno, es larga la historia de la religión.
Lo del vino, dije que el catolisismo lo ungió como su droga, podrían haber elegido al haschish, mucho mas común en Oriente, pero no, prefirieron los efectos olvidadizos del vino.Por algo habrá sido.
Sobre los "estados de consciencia por los cuales se expresan montones de ideas racionales" no discuto, porque ignoro que es eso.
Pero dejá de fumar, que hace mal al humor.
Eva , alguien dijo por el mundo que un hombre con alas no es un hombre sino que es un "hombre con alas "
Creo con fiereza que el hombre tiene en su interior todo lo necesario no necesito estimulo para crear ni para disfrutar de la vida ,no soy quien para criticar a un adicto a drogas diferentes, pero el cigarrillo no me obnubila ni siquiera me distrae y en cuanto la adiccion a la madre es una necesidad biologica no una nesecidad escapista. La alienacion mental es similar, un escape nesesario que el cerebro interpreta como unica salida.Por fabor no compares a los cerdos con una adiccion ellos son cerdos no son adictos y que me perdonen los cerdos Lo que hacen lo hacen a plena conciencia por eso pueden matar a sus madres sin remordimientos eso no entra en los parametros de seres humanos
Eva, tras tu comentario, estoy 100% de acuerdo con vos.
Lo de que "una teoría me guste o no", tomalo como queja de biólogo rompepepelotas. En realidad no es que no me hubiera gustado tu teoría. Era sólo un comentario sobre la comparación substancia adictiva - comida. Disculpame.
Es costumbre que tenemos los investigadores de andar criticando hasta el último término.
Lo del reconocimiento de la propia adicción es un paso decisivo. Luego viene lo del acompañamiento etc. que vos nombrás.
Feliz navidad para vos, Eva y para todos los lectores.
Mauri
Esto que copio, es una contibución muy interesante a la temática de las drogas:
"Los que vivimos una fiesta con las drogas de manera responsable no tenemos ganas de que lo unico que se discuta sobre drogas sea acerca del incorrecto uso que ellos hacen de las mismas, porque los consumidores felices somos una mayoría inmensa."
Yo no sabía, ignoraba totalmente que habia un consumo responsable. También hay consumo responsable de alcohol, hay millones de personas que toman vino con las comidas y nunca se convierten en alcohólicos. Lo mismo con la comida, la humanidad entera se alimenta, no se puede decir que sea una sustancia adictiva. Pero hay muchos que comen en forma compulsiva y han creado una adicción a la comida. Yo no voy contra las sustancias. Trato de ver dónde se funda la adicción.
Lo que vos proponés es que cuando se hable de adicciones, también se diga que hay un consumo responsable. Lo interesante es saber qué es lo que hace que uno pueda ser responsable y el otro quede adicto.
El tabaco no me pone de mal humor, al contrario, estar sin fumar sí que pone de mal humor.
Te mando un beso y te agradezco que te ocupes de contribuir a entender este asunto.
Víctor
no entiendo qué decís, no te entiendo.
Excelente. Una respuesta casi acabada al problema de las adicciones.
Nando Bonatto
excelente tu comentario, y también coincido con felicitar por la Navidad, aunque no sea cristiana, ya que le deseo el bien a todos, sea la ocasión que sea, y más cuando es especial.
Mi muy querida Eva , estaba escribiendo un largo correo donde hacia algunas concideraciones de lo que yo creo es el ser humano (y el que se parece) y su formacion o deformacion ideológica , y la comparacion que hiciste de la adicción a las drogas con la adiccion a la acumulacion de capital, sinceramente no creo que sea lo mismo , por empesar los primeros se autodestruyen, los segundos son destructores sin limites ni compasión .Quiero ser breve no me has convencido y extrañamente difiero con vos ,básicamente porque queres humanizar a esos seres que estan en el otro extremo de la conciencia y que el recuerdo que tendran de sus madres sera (y esto es broma)el que se puede ver en las paginas xxx. A aun cuando me duela JA JA porque el proyecto es amor y alegria yJa
Un abrazo fraterno H Martino
Fé de errata.
Escribí omínido sin hache, pero va con hache: homínido.
Lo difícil de este tema es pensar en los destinatarios. Casi nunca lo hablo en público precisamente porque no sé a quién llegará el mensaje. Y es lo que les reprocho a algunos músicos y artistas en general, que alegremente sacan el tema ante una multitud entre la cual es imposible discriminar a quienes podrán disfrutar un momento de recreación, de quienes caerán en un infierno por seguir la bajada de línea de su ídolo.
La clave, simplificando mucho, es: "¿tenés algo mejor que hacer?". Si la respuesta es no, es mejor que ni te acerques a una droga. Ninguna, desde el tabaco o el alcohol (¿por qué el alcohol no será una droga dura?) hasta la marihuana -mucho menos letal en la práctica que el alcohol- o la cocaína. Porque si no tenés una vida más o menos plena, lo mejor de tu vida será esa droga. Y pasarás casi irremisiblemente a ser un adicto. Alguien que depende de esa droga para vivir.
Si, en cambio, tenés algo que te importa más: familia, estudio, trabajo, lo que sea, un uso recreativo de ciertas drogas va a abrirte un campo nuevo. Y acá la corto con la apología, precisamente por desconocer a los destinatarios.
Sólo para terminar: es más adictivo el cigarrillo que la marihuana. Claro que nadie se fumaría ni podría aguantar cuarenta porros por día, como si ocurre -yo lo hacía- con los cigarrillos.
Si, algo asi Eva, que hay un consumo vinculado al deseo, si en el análisis no incluímos los deseos, hay muchas cosas que quedan colgando.
Incluso sospecho que es la propia mecánica del deseo la que origina los abusos, aparte de la propaganda, la desinformación y la abundancia de cliches que tambien participan del menjunje.
El resto es educación, tiempo y mucha información, especialmente la de los consumidores.
Ah, y no solo la Iglesia, los malditos yanquis tambien contribuyeron a la desinformación.
saluts
Excelente Diego E, como siempre.
Eva lo que trato de decir es que un hombre drogado es un hombre "mas" drogas cuyo cerebro esta artificialmente estimulado , lo que conosco de droga,marihuana ,cocaina, cucumelo ect, etc , te transportan a un mundo imaginario donde algunos encuentran "inspiracion" y muchos solo cobijo de si mismo donde estan aislados porque no quieren integrarse y que al correr del tiempo pierden toda capacidad de retorno ,por otro lado, el cigarrillo si bien no te quita capacidad de pensar te sojuzga a su dependencia y sumandole la contaminacion agregada por las tabacaleras te produce daño fisico
de cualquier manera si bien existen una infinidad de adicciones ,la adiccion al dinero y el poder por ende, no es una enfermedad sino una deformacion (valga para la optica Una aberracion) de tal magnitud que Lisandro de la Torre cuando se sintio en la ruina se suicido.
Con la posibilidad de caer en un simplismo solamente diría que los excesos de cualquier adicción conducen a problemas a veces, sin solución alguna. Libertad y responsabilidad van de la mano, especialmente en el terreno individual donde casi siempre hay un margen de corrección, dependiendo de la voluntad de cada uno.
Luego hay otras adicciones, si así se las pueden llamar de orden colectivo donde no interviene ingesta alguna y que lograron una sujeción psicológica desde el fondo de los tiempos, hasta nuestros días que son los dogmas tanto religiosos como ideológicos, que obnubilan la razón y resiste la natural evolución humana. Los dogmas son las causas de la división y estas a su vez nos llevo a sacar lo peor de la condición humana.
Desde hace muchos años mi actividad es la plástica, por tanto coincido con Eva que el arte no requiere de ningún anclaje en sustancia alguna, sino simplemente dejar fluir el espíritu creador y poner pasión en lo que se hace, es decir mucho trabajo.
Felicidades a todos.
Hace poco estuve leyendo un artículo muy interesante acerca del valor
adaptativo del consumo de alcaloides (luego de las fiestas podré citarlo correctamente). Son substancias nocivas para los
animales y, sin embargo, generan atracción y dependencia en algunos
casos. Y esta tendencia se seleccionó en muchas especies.
La hipótesis que se maneja ahora es que los alcaloides sirven para
defenderse de parásitos (eso se observa, por ejemplo en orugas que se
alimentan de hojas de tabaco y que tienen una alta tolerancia a la
nicotina. Si querés buscar en internet, la especie de mariposa es
"Manduca sexta". Se usa mucho para neurobiología).
Para los humanos, vivir sin parásitos es una novedad. Hasta inicios del
s.XX mucha gente tenía parásitos intestinales, piojos, hongos etc.
Ahora vivimos en asepsia y por eso es que nuestra fisiología está en
desfase. Las drogas varias dejan de tener efecto terapéutico y pasan a
tener otros efectos. Acaso dentro de algunas generaciones prevalezcan
los individuos resistentes a las drogas o aquéllos que desciendan de
quienes tuvieron aversión a substancias nocivas.
El tema de las drogas es muy interesante porque se lo puede encarar
desde diversos puntos de vista: fisiológico, evolutivo, ecológico,
social, psicológico, artístico.
¡Qué lindo, por cierto, que tus notas generen preguntas en los lectores!
Felices fiestas,
Querida Eva, publiqué esto el 25-08-2009, acá:
http://c-o-n-c-h-a.blogspot.com/2009/08/el-problema-no-es-el-faso-o-la-merca-es.html
"Desde que el hombre es hombre utilizó diversas sustancias, que la madre naturaleza le proveía, para alterar sus estados de conciencia.
Combinando sabores, aromas y colores aprendió, ya desde Neardenthal, a ver, oir y coger distinto bajo la influencia de preparados cuya receta era celosamente custodiada por los ancianos, los sabios, los jefes tribales, chamanes, etc.
Todas las cosmogonías abundan en referencias, casi siempre muy explícitas, al uso de estas sustancias, y - ya en tono más moralista - a las consecuencias nefastas de su abuso.
Las sociedades pre-estatales aprendieron, largo y arduo camino, a regular y dosificar la utilización de estas sustancias, generalmente por el método de controlar su producción, circulación y distribución.
El acceso a las mismas solía estar restringido a ciertos grupos etáreos (lactantes, por ejemplo); sociales (prisioneros de guerra, esclavos); o religiosos (algunas ramas sacerdotales).
El consumo, entonces, se reservaba para ciertas especiales ocasiones, pero, fuera de algunas restricciones como las citadas, era universal.
Estaba férreamente pautado, y aceptado por la fuerza del derecho consuetudinario, que en esas ocasiones era admisible, e incluso recomendable, experimentar la influencia de algún compuesto o brebaje sobre las percepciones comunes y corrientes.
¡Cuánto mito o leyenda no habrá sido pergeñado bajo el influjo de estas ingestas o aspiraciones!
El autor intelectual de los cuatro caballeros de la imagen que engalana el inicio de esta pedorra página, sin ir más lejos, escribió el Apocalipsis de un saque...
La evolución en las formas de organización social, consecuencia de los cambios en los modos de producción de la vida material introdujo al mercado como reemplazo de formas más arcaicas de redistribución de la riqueza como la reciprocidad y el intercambio, y estas sustancias no escaparon al destino común de otros productos fruto del esfuerzo humano: se mercantilizaron.
¿Porqué, entonces, debería asombrarnos que una organización social que convierte todo en mercancía dejase de hacerlo con las ante citadas sustancias, naturales o de diseño?
Desde esta página, consecuente con los postulados de la C-O-N-C-H-A y las actualizaciones doctrinarias que periódicamente emite su Comité Central ante la necesidad de prevenir desviaciones dejamos en claro nuestra posición:
Sí al faso, no al capitalismo que todo convierte en mercancía.
No todo se compra, no todo se vende.
Salud, faso y Resistencia"
Udi y todos:
A todos:
acá se están diciendo cosas muy interesantes que muchos de nosotros, o por lo menos yo, no tuve o tuvimos oportunidad de escuchar, me refiero a conceptos y análisis del tema drogas.
En lo de Mauri K se está siguiendo también la discusión. Esta es la dirección del blog de Mauri, cuyo blog se llama "Derek dice"
http://derekdice.blogspot.com/
Dejando de lado todas las otras drogas que cambian el estado de la conciencia, cuando hablamos del cigarrillo, este pequeño artefacto no cambia el estado de conciencia, no proporciona ni gran ni pequeño placer, sólo calma la ansiedad producida por la adicción al cigarrillo.
Me parece la más estúpida de las sutancias adictivas, y no sé si habrá alguna forma de consumo responsable, porque en la cantidad que sea tiene forzosamente que dañar los pulmones y todo el aparto de la respiración, además de dañar la circulación y la buena oxigenación del cuerpo, con lo que daña todos los órganos, desde los ojos hasta la piel, pasando por los dientes, el estómago, el pelo y hasta las uñas. Realmente es una basura el cigarrillo. Hoy es sólo un producto ridículo que sólo beneficia a las tabacaleras. Por eso estoy de acuerdo en prohibir fumar en lugares públicos. No lo digo por proteger al que no fuma, que eso también es correcto, lo digo por ayudar al fumador a dejar el cigarrillo. Prohibir el cigarrillo sirve. El que trabaja 8 horas, esas horas no puede fumar. No puede hacerlo en el transporte público, ni en una oficina de trámites, ni en un restaurante, por lo tanto está restando muchas horas de cigarrillo a su vida. Y eso es muy bueno.
Con relación a las otras drogas, igual que con el cigarrillo, no creo que deba estar prohibido consumirlas, ni tampoco venderlas. Así se terminaría con el negocio del delito, bajaría de precio, y se podría controlar mejor el abuso.
Interesantísimo el posteo. Realmente abre los ojos ver la multiplicidad de enfoques a que dio lugar Eva a partir de su bellísimo puntapié inicial.
Como viejo peronista debo admitir un posicionamiento un tanto pacato frente a las drogas.
Existe, desde ya, el "uso responsable", pero aun esto hay que tomarlo con pinzas: si hay un riesgo potencial para terceros o si estoy favoreciendo a traficantes que actúan por fuera de las leyes vigentes, o si hay un riesgo para mi mismo que me pueden convertir en una carga para la sociedad.
En particular diría que las "adicciones" son peligrosas - y no me refiero respirar o a alimentarme, sino a los hábitos que se vuelven compulsivos sin ser necesarios, contemplados en el párrafo anterior.
Un antecedente que merece ser recordado es el del Imperio Británico que convirtió a China en un país de adictos, terminando en las célebres Guerras del Opio. (Mucho me agradaría que alguien con mas pergaminos que el que suscribe desarrolle este tema)
Eva, cambiá el tabaco por el porro, que no es adictivo.
que me dejen de decir pavadas el ser humano no necesita de un monton de drogas adictivas pero esta bien acepto lo que dijo Eva La droga es la forma evasiva de los debiles de psiquis.No me vengan con placer ni responsabilidad , miremosnos un poco adentro y seamos sinceros , si no aceptamos una falencia nunca nos desharemos de ella.
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