Uno de los motivos de la tercerización es el monto de la indemnización. El tema de la indemnización es una de las sombras que acosan la relación laboral . El que lo vivió lo sabe.
Siempre se termina con un abogado.
Los empresarios deben pagar un mes por año de trabajo como indemnización cuando despiden a un empleado. Pero casi nunca la pagan. Aunque puedan pagarla, juegan a ofrecer una parte o que el empleado haga juicio, total los juicios son largos y se lleva mucho el abogado, entonces el despedido atemorizado por su situación, acepta cualquier arreglo.
De hecho una empresa que quiebra no las paga. La quiebra de una empresa deja a cientos de empleados desesperados, sin indemnización, encolumnados detrás del remate de los bienes.
La indemnización preocupa a cualquier empresario, tanto o más que el sueldo. Por eso también es que terceriza al empleado, bajándole el sueldo le baja el monto de la indemnización por despido.
Si por ley se obliga al empleador a hacer una cuenta bancaria conjunta con cada empleado, y depositar allí, todos los meses, un 10 por ciento del sueldo de cada mes, entonces siempre tendrá a mano disponible, tanto el empleado como el empleador, la indemnización por despido o por quiebra.
Si llega el caso del despido, el empleador debe firmar en conjunto con el empleado un cheque para la extracción de ese fondo, y se cierra la cuenta. Si en cambio el empleado renuncia por cambio de trabajo, el dinero le queda disponible al empresario y lo vuelve a su bolsillo.
Una medida como esa pondría paños fríos en la fiebre que ataca a la relación empleado-empleador. Y tal vez aumentaría el trabajo en blanco, y habría menos tercerizados y contratados, y más efectivos. Menos empleados en litigio y sin dinero en las quiebras. Menos desesperación.
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Un amigo mío cerró un negocio que tenía en Tel Aviv hace una década. El diálogo fue así.
- ¿Qué hacías en Tel Aviv?
- Tenía un negocio de circuitos integrados y reparación de aparatos electrónicos. Llegué a tener quince empleados. Unos años me fue bien, pero después me empezó a ir mal, cada vez peor y tuve que cerrar.
- Uy, qué desastre! Tuviste que indemnizar quince empleados! ¿Quedaste con juicios contra vos?
- ¿Juicios? No. Quedé muy amigo de todos los empleados. Cuando cerré el negocio ellos se quedaron con más plata que yo. Imaginate que el último día que tuve abierto fuimos a brindar a una confitería como despedida, y ellos pagaron mi copa entre todos.
- ¿Cómo es eso? Explicame por favor!
- Mirá, allá se deposita, como la jubilación, aparte un fondo de indemnización. Siempre la indemnización está dispuesta para despedir al empleado. Un día el tipo te hace una cagada, vos te ponés loco y lo querés echar, le firmás el cheque para la indemnización y en media hora está en la calle, va al Banco, y cobra su plata. Sin discusión.
Después se pide aparte el Fondo de Desempleo que le paga el Estado, y se toma seis meses para encontrar otro trabajo. No hay ningún drama.
El asunto es que nadie quiere renunciar porque pierde lo acumulado. Entonces te dice que está aburrido que no puede más, que no le gusta este trabajo. Vos ves que quiere que lo despidas, entonces vos, antes de que te haga alguna cosa mal, le firmás el cheque y que se vaya contento.
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Es una idea. ¿Vos qué opinás?
Siempre se termina con un abogado.
Los empresarios deben pagar un mes por año de trabajo como indemnización cuando despiden a un empleado. Pero casi nunca la pagan. Aunque puedan pagarla, juegan a ofrecer una parte o que el empleado haga juicio, total los juicios son largos y se lleva mucho el abogado, entonces el despedido atemorizado por su situación, acepta cualquier arreglo.
De hecho una empresa que quiebra no las paga. La quiebra de una empresa deja a cientos de empleados desesperados, sin indemnización, encolumnados detrás del remate de los bienes.
La indemnización preocupa a cualquier empresario, tanto o más que el sueldo. Por eso también es que terceriza al empleado, bajándole el sueldo le baja el monto de la indemnización por despido.
Si por ley se obliga al empleador a hacer una cuenta bancaria conjunta con cada empleado, y depositar allí, todos los meses, un 10 por ciento del sueldo de cada mes, entonces siempre tendrá a mano disponible, tanto el empleado como el empleador, la indemnización por despido o por quiebra.
Si llega el caso del despido, el empleador debe firmar en conjunto con el empleado un cheque para la extracción de ese fondo, y se cierra la cuenta. Si en cambio el empleado renuncia por cambio de trabajo, el dinero le queda disponible al empresario y lo vuelve a su bolsillo.
Una medida como esa pondría paños fríos en la fiebre que ataca a la relación empleado-empleador. Y tal vez aumentaría el trabajo en blanco, y habría menos tercerizados y contratados, y más efectivos. Menos empleados en litigio y sin dinero en las quiebras. Menos desesperación.
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Un amigo mío cerró un negocio que tenía en Tel Aviv hace una década. El diálogo fue así.
- ¿Qué hacías en Tel Aviv?
- Tenía un negocio de circuitos integrados y reparación de aparatos electrónicos. Llegué a tener quince empleados. Unos años me fue bien, pero después me empezó a ir mal, cada vez peor y tuve que cerrar.
- Uy, qué desastre! Tuviste que indemnizar quince empleados! ¿Quedaste con juicios contra vos?
- ¿Juicios? No. Quedé muy amigo de todos los empleados. Cuando cerré el negocio ellos se quedaron con más plata que yo. Imaginate que el último día que tuve abierto fuimos a brindar a una confitería como despedida, y ellos pagaron mi copa entre todos.
- ¿Cómo es eso? Explicame por favor!
- Mirá, allá se deposita, como la jubilación, aparte un fondo de indemnización. Siempre la indemnización está dispuesta para despedir al empleado. Un día el tipo te hace una cagada, vos te ponés loco y lo querés echar, le firmás el cheque para la indemnización y en media hora está en la calle, va al Banco, y cobra su plata. Sin discusión.
Después se pide aparte el Fondo de Desempleo que le paga el Estado, y se toma seis meses para encontrar otro trabajo. No hay ningún drama.
El asunto es que nadie quiere renunciar porque pierde lo acumulado. Entonces te dice que está aburrido que no puede más, que no le gusta este trabajo. Vos ves que quiere que lo despidas, entonces vos, antes de que te haga alguna cosa mal, le firmás el cheque y que se vaya contento.
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Es una idea. ¿Vos qué opinás?
4 comentarios:
Tecercerización o outsourcing, flexibilización, deslocalización, son términos propios de esta fase del capitalismo. Aquí aparecío con fuerza en el 76, aunque ya existía desde fines de los 60. Salinas cuenta een su blog sus desventuras con Manpower. Yo, para esa misma época, trabajé en una de esas agencias para Luz y Fuerza, que siendo lo mas progre que había en sindicalismo, no tenía ningún problema en tercerizar sus cobros a las patronales del interior. El outsourcing simula eficienci, pero si bien se mira, en una empresa integrada hay una estrucctura administrativa, y con la tercerización hay tantas estrcturas administrativas como empresas existan. Nada eficiente. Y uno se convierte "en empreesario de sí mismo", algo que hoy es muy profundo en el bocho de la gente. Tené en cuenta también hasta dónde se podrá avanzar: las empresas re-estatizadas, funcionen bien o mal, se han convertido en paraísos de la tercerización. Es otro caso de los que citaba Perón: para hacer tortilla, hay que romper algunos huevos.
Me parece muy bueno cuando ya está instalado.
Hoy por hoy sería subir un 10% el costo laboral.
"Vos ves que quiere que lo despidas, entonces vos, antes de que te haga alguna cosa mal, le firmás el cheque y que se vaya contento."
Supongo que en la realidad funciona así:
"Vos ves que quiere que lo despidas, entonces le firmás el cheque y vamo' y vamo'."
Buenos días. Estoy muy feliz de que hayan llegado a 6 7 8, ya que me permitió conocer el blog. Me sentí muy identificada con tus testimonios ya que yo también desde hace mucho me dedicaba a leer miles de artículos para tratar de entender lo que estaba pasando. Compartí tu soledad, y hoy comparto tu alegría.
Otra cosa, yo también soy paga, ya que todos los meses cobro el sueldo por trabajar en una industria, después de haber estudiado 7 años Ingeniería, a pesar de que todos me decían “¡¿Ingeniería?!, si en este país es imposible que vuelva a existir la industria”
Cariños y fuerza
Ana.
Eva el unico problema de este método es que si depende de un Convenio Colectivo de Trabajo termina pasando como era o es con la Libreta de fondo de desempleo de la construcción. Donde los sindicatos que son los que "fiscalizan" no lo hacen o echan la vista gorda hasta que al momento de despedir a los trabajadores las constructoras depositan el último día si es que van a tener problemas con el ex-empleado sino se comen los depositos. El sistema es bueno el problema es fiscalizarlo par que funcione.
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