Y por último, la liberación sexual que hubo en la sociedad ha exacerbado la condición de objeto de la mujer en lugar de reducirla. De pronto el ideal de mujer es un ideal de cuerpo preparado para el sexo temprano y para sobrevivir todo lo posible a lo tardío, y a eso se dedican los desvelos de tantas mujeres que quieren convertirse en muñecas de perfección física. O se aislan a un costado, resignadas a perder, las que no lo lograron.
Para colmo la naturaleza desarrolla los pechos y las nalgas siempre que la mujer engorde, pero como se las quiere flacas, la única manera de desarrollar esas partes es dedicándose obsesivamente a la gimnasia y aplicándose cirugías con agregados de siliconas en pecho y nalgas.
Antes de toda esta parafernalia, sólo la naturaleza determinaba quién tenía mucho busto y quién no, quien era hermosa y quién era normal. A pesar de todo las menos agraciadas supieron ganarse su lugar en el mundo social. Se tomaba en cuenta lo que llamábamos "la personalidad". La belleza perfecta era una excepción. El género humano no fue nunca una raza de seres maravillosos salidos de los libros de cuentos. Hoy todas las mujeres parecen hermosas. Y parecen naturalmente bellas, sin mostrar todo el esfuerzo que llevan en hambre, gimnasia y aprendizaje de técnicas para el camuflaje.
Desde que el mercado de la medicina nutricional y en particular de la cirugía entró en la vida de la mujer a ofrecerle hambrear y mutilar su cuerpo, ella corre una carrera demencial contra los kilos y contra su propio y verdadero cuerpo, el que no asume y al que no se resigna.
La publicación gráfica de cuerpos de mujer según el ideal de estos últimos años, es un elemento primordial para desviar los afanes de las chicas, que en lugar de tratar de ser aceptadas como son, buscan parecerse al ideal plantado por una sociedad que condena a la mujer a ser menos que una cosa. La belleza de este tiempo no tiene nada que ver ni con la salud física ni con la salud mental, ni con los ideales que debería tener una persona socialmente valiosa.
Sin cambio en el sistema del machismo, éste se ha profundizado y la mujer tiene que luchar cada vez más en múltiples frentes, donde además su cuerpo ahora es primordial. Ella hoy se dedica al cuerpo como antes se dedicaba sólo alguien que vivía de mostrarlo, que trabajaba en un teatro de revistas, que era una vedette.
Dá tristeza ver cómo se esfuerzan las chicas en las poses antinaturales y sin relax, para sacar el pecho y llevar las nalgas para atrás, curvándose como una serpiente, en una posición que tiene que resultar un esfuerzo de contracción muscular permanente.
Si Victor Hugo hubiera visto lo que pasa en esta época no hubiera escrito El hombre que ríe. Nadie iba a imaginar que la mutilación iba a ser una práctica normal en la vida de la gente que no estaba destinada a divertir a los morbosos paseantes de una fería de monstruosidades. Nadie hubiera pensado que la mutilación física fuera otra cosa que una desgracia.
Hoy vemos las caras de las mujeres sometidas a la cirugía, con sus muecas forzadas, habiendo perdido todo el parecido con el rostro anterior. Los labios hinchados para aumentar su volumen, con esas bocas dispuestas para la lujuria. Vemos los ojos que quedan estirados y un aspecto trágico por detrás de esas caretas artificiales.
Aunque los varones que lean este texto se rían interiormente, satisfechos de la oferta de belleza que circula por todos lados alimentando su deseo, no tienen idea de cuánto están pagando y pagarán por este ideario espartano. No pueden terminar bien las mujeres que se están esmerando hoy por alcanzar el ideal, ni pueden terminar bien los varones que las acompañen. Piensen en sus hijas, sometidas a este vértigo ni bien despiertan de la niñez, a veces antes.
Yo siempre pensé que el futuro sería mejor cada vez para la mujer. Pensé que la mujer se desprendería de su papel de muñeca sometida, como Ibsen presentó a la protagonista de Casa de Muñecas. Pensé que la vida de la mujer tenía un destino de realización personal y elevación sobre la desvalorización de toda la historia. Pero veo que el mundo le tenía preparado un destino bastante infame. ¿Habrá muchas mujeres que eludan este destino? No lo sé, yo sólo veo chicas hermosas, flacas, con busto y nalgas, sean estudiantes de filosofía o ciencias económicas, sean vendedoras de tienda o empleadas de Banco. ¿A qué costo todo ésto?
El sueño era ver a las compañeras salir del papel de muñecas compitiendo por el varón. Soñé con llegar a ver a la mujer por encima del papel de flor que larga perfume y abre los pétalos para atrapar al moscardón. Soñé un mundo donde varones y mujeres tuvieran el mismo valor, y ambos caminaran al mismo ritmo. Pero no fue así. Es una lástima.
Para colmo la naturaleza desarrolla los pechos y las nalgas siempre que la mujer engorde, pero como se las quiere flacas, la única manera de desarrollar esas partes es dedicándose obsesivamente a la gimnasia y aplicándose cirugías con agregados de siliconas en pecho y nalgas.
Antes de toda esta parafernalia, sólo la naturaleza determinaba quién tenía mucho busto y quién no, quien era hermosa y quién era normal. A pesar de todo las menos agraciadas supieron ganarse su lugar en el mundo social. Se tomaba en cuenta lo que llamábamos "la personalidad". La belleza perfecta era una excepción. El género humano no fue nunca una raza de seres maravillosos salidos de los libros de cuentos. Hoy todas las mujeres parecen hermosas. Y parecen naturalmente bellas, sin mostrar todo el esfuerzo que llevan en hambre, gimnasia y aprendizaje de técnicas para el camuflaje.
Desde que el mercado de la medicina nutricional y en particular de la cirugía entró en la vida de la mujer a ofrecerle hambrear y mutilar su cuerpo, ella corre una carrera demencial contra los kilos y contra su propio y verdadero cuerpo, el que no asume y al que no se resigna.
La publicación gráfica de cuerpos de mujer según el ideal de estos últimos años, es un elemento primordial para desviar los afanes de las chicas, que en lugar de tratar de ser aceptadas como son, buscan parecerse al ideal plantado por una sociedad que condena a la mujer a ser menos que una cosa. La belleza de este tiempo no tiene nada que ver ni con la salud física ni con la salud mental, ni con los ideales que debería tener una persona socialmente valiosa.
Sin cambio en el sistema del machismo, éste se ha profundizado y la mujer tiene que luchar cada vez más en múltiples frentes, donde además su cuerpo ahora es primordial. Ella hoy se dedica al cuerpo como antes se dedicaba sólo alguien que vivía de mostrarlo, que trabajaba en un teatro de revistas, que era una vedette.
Dá tristeza ver cómo se esfuerzan las chicas en las poses antinaturales y sin relax, para sacar el pecho y llevar las nalgas para atrás, curvándose como una serpiente, en una posición que tiene que resultar un esfuerzo de contracción muscular permanente.
Si Victor Hugo hubiera visto lo que pasa en esta época no hubiera escrito El hombre que ríe. Nadie iba a imaginar que la mutilación iba a ser una práctica normal en la vida de la gente que no estaba destinada a divertir a los morbosos paseantes de una fería de monstruosidades. Nadie hubiera pensado que la mutilación física fuera otra cosa que una desgracia.
Hoy vemos las caras de las mujeres sometidas a la cirugía, con sus muecas forzadas, habiendo perdido todo el parecido con el rostro anterior. Los labios hinchados para aumentar su volumen, con esas bocas dispuestas para la lujuria. Vemos los ojos que quedan estirados y un aspecto trágico por detrás de esas caretas artificiales.
Aunque los varones que lean este texto se rían interiormente, satisfechos de la oferta de belleza que circula por todos lados alimentando su deseo, no tienen idea de cuánto están pagando y pagarán por este ideario espartano. No pueden terminar bien las mujeres que se están esmerando hoy por alcanzar el ideal, ni pueden terminar bien los varones que las acompañen. Piensen en sus hijas, sometidas a este vértigo ni bien despiertan de la niñez, a veces antes.
Yo siempre pensé que el futuro sería mejor cada vez para la mujer. Pensé que la mujer se desprendería de su papel de muñeca sometida, como Ibsen presentó a la protagonista de Casa de Muñecas. Pensé que la vida de la mujer tenía un destino de realización personal y elevación sobre la desvalorización de toda la historia. Pero veo que el mundo le tenía preparado un destino bastante infame. ¿Habrá muchas mujeres que eludan este destino? No lo sé, yo sólo veo chicas hermosas, flacas, con busto y nalgas, sean estudiantes de filosofía o ciencias económicas, sean vendedoras de tienda o empleadas de Banco. ¿A qué costo todo ésto?
El sueño era ver a las compañeras salir del papel de muñecas compitiendo por el varón. Soñé con llegar a ver a la mujer por encima del papel de flor que larga perfume y abre los pétalos para atrapar al moscardón. Soñé un mundo donde varones y mujeres tuvieran el mismo valor, y ambos caminaran al mismo ritmo. Pero no fue así. Es una lástima.
9 comentarios:
¡ay! Diosa de Porcelana... ¿cuántas mujeres te adoran? de rodillas, cuatro oraciones diarias. Ante ti se presentan a ofrendar vida para lograr... lograr... ¿qué era?
Nacha quiere que Kirchner "escuche más".
Otra Boluda Total...
No sabías quien era Nestitor antes de aceptar la candidatura desifrazada de Evita?
anonimo puto!!!
Soy un varon heterosexual, lei tu texto y no me rio interiormente.
Me parece injusto que me culpes por mi eleccion sexual de la presion que tienen las mujeres.
Lo cierto es que siempre que increpo a mi novia por las largas horas que tarda en maquillarce siempre me dice que se pinta para que "las demas la vean". Eso de la celulitis es una gilada...
Los hombres-heterosexuales no somos seres hipereducidos que necesitamos de pamelas-andersons y ver culos perfectos en la calle todo el tiempo. Obvio que los puede haber pero hay una clara diferencia entre cada parte.
Me atrevo a decir que a la mayoria no le interesa.Si mañana desapareciera H no se extrañaria tanto como nos hacen creer.
El hombre consume una imagen ridicula del mundo, que no necesita y su sexualidad y sexo estan atrofiados por la hiperrealidad construida en la parafernalia publicista de la que somos bombardeados. El varon consume pero nada mas y como el consumo recrea ydetermina casi absolutamente todo los aspectos de nuestra vida...El varon en respuesta termina siendo una imagen de baboso insoportable.
perdon por las faltas terribles de redaccion espero que hayan entendido y de paso que se den cuenta que parece una pelea dificil pero no lo es en una de esas encuentran aliados del lugar menos pensado :)
hasta mas luego
DEMIAN,
Por supuesto, no vas a leer nunca algo que yo haya escrito contra los varones totalizando y como culpables. Es más, pienso que el varón es tan víctima del machismo como la mujer, aunque de otra manera. Ese machismo lo obliga a un rigor a veces inaudito: por ejemplo, está obligado a la erección. La falta de erección se va a entender como una debilidad vergonzante, nunca como falta de deseo. El varón que comienza un coito y le sucede que no tiene erección, siente que no ha "cumplido" el rol de robot que la sociedad le adjudica en términos sexuales. Pocos varones en esos casos van a sentir indiferencia por eso. La mayoría se siente mal, en lugar de pensar que se le fue el deseo. Y ni qué hablar de la función de mantener el hogar cuando la mujer no trabaja, algo que sucedió durante toda la historia, y también lo más terrible, la conscripción a los Ejércitos donde los han matado por millones y millones durante toda la historia. El machismo es algo terrible que hay que erradicar de la humanidad y por supuesto que contamos con los varones inteligentes, sensibles y veraces, junto con las mujeres inteligentes, sensibles y veraces. Quedan del otro lado los menos afortunados por la cultura que no tienen opción de escaparse del modelo.
Yo siempre me esmero en repetir que el machismo es cosa que transmiten las mujeres. Ambos, varones y mujeres respondemos a un modelo que imponen los guardianes de intereses económicos y sociales. Para resguardar sus intereses necesitan dominar el modelo de roles. Desde que la propiedad empezó a heredarse es que la mujer debió ser monógama aunque no lo fuera el varón. La fidelidad de la mujer garantiza que los hijos sean del padre propietario. Es el varón el que se constituyó en propietario, y él quería dejarle sus propiedades a hijos también propios.
Tu novia responde al modelo imperante donde las mujeres compiten por el macho en un juego perverso que las desmerece. Convencéla de que no necesita hacer eso. Animála a que pruebe abandonar esa preocupación de que alguien le va a robar al macho. Que entienda que no sos un macho estúpido que se va a ir detrás de un trasero más parado. Hablá con ella, de eso depende también tu futuro.
Gracias por participar y por demostrar tanta autenticidad Demián, fue un placer leerte.
Hola, Eva!
Hace un rato iba a hacer un comentario, pero tuve que alejarme de la máquina y pude leer el tuyo antes de publicar. Y me gustó. No me había quedado tan clara tu postura sobre el machismo en el texto del post como la veo ahora en el último comentario que publicas.
Lo que iba a comentar antes, coincidiendo con lo que dices, es que padecemos de formas diferentes pero sufrimos todos (varones, hembras y otr@s) esta presión hacia la infelicidad. Una persona feliz va a consumir solamente lo que necesita o desea. Una persona infeliz va a comprar cualquier cosa inútil si le dicen que con eso va a ser menos infeliz. No nos están prometiendo más felicidad sino menos infelicidad.
Si vas a vender algo inútil, tienes que convencer al cliente potencial (la víctima) de que no es feliz. Que su cuerpo no es suficientemente bonito, que sus dientes no son suficientemente blancos, que no gana suficiente dinero o que su ropa no es adecuada para el "status" que pretende tener. Luego le dices que si encima no compra tu producto se va a sentir peor... y lo tienes a la parrilla.
Así como el motor del capitalismo es la codicia, que abunda (y mira dónde nos está llevando), el motor del consumo es la insatisfacción. Y cuando no hay suficientes necesidades insatisfechas, nada es más sencillo que hacer que la gente se sienta mal para conseguir que consuman.
¿Qué te parece? Nueva receta para combatir al capital: Sonría!
eva:te mande varios mail, pero evidentemente no sirvo ni para eso.
saludos.
¿Nadie dice que está muy bien hecho el cortometraje? A mí me pareció muy ingenioso para mostrar lo que pasa con las jovencitas.
El director del corto es el mismo que dirigió la película Temporada de patos, interesante film mexicano.
Fíjense que el "exceso de peso" en la actualidad está relacionado con la "falta de belleza" y no con ciertos problemas de salud que se podrían presentar cuando no nos alimentamos bien.
Además, jamás dicen que las que vomitan después de comer tienen problemas en sus conductos digestivos y que sus dentaduras son destruídas por el ácido gástrico.
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