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La vieja revista Selecciones del Reader`s Digest, en los años finales de la Segunda Guerra, tenía en los avisos publicitarios, una ventana más interesante que los artículos chauvinistas, para seguir los acontecimientos que sucedían y que estaban por suceder en el mundo, como el desarrollo de la industria bélica que iba a terminar en adelantos para el consumo en épocas de paz.
La guerra obligó a las empresas industriales a desarrollar la tecnología para solucionar los problemas especìficos del combate. Y cuando se iba aproximando el final, en todos los avisos del Selecciones se podía leer un pedido de disculpas por no poder abastecer al público con los productos de consumo, ya que toda la energía estaba puesta en ganar la guerra. Pero se prometía a cambio, nuevos descubrimientos tecnològicos puestos al servicio del confort del hogar, las telecomunicaciones, las máquinas de labranza, etc.
Esa analogía se me ocurrió para explicar que momentáneamente, no estábamos siguiendo la línea editorial de este blog, y como lo decía un buen amigo, habíamos abandonado los Cuentos de la Óptica por dar esta batalla contra "el campo".
A diferencia de las empresas industriales de la Segunda Guerra, no podemos prometer nada bueno y mejor que antes después de que se termine este conflicto. Primero porque nosotros no hemos ganado, sino que estamos mordiendo el barro de la derrota. Segundo, porque no sabemos si hemos crecido en algo en estas lides.
A veces nos parece que sí. Que nos hemos dado con la cara verdadera del "campo", con su ferocidad, su rusticidad, su brutalidad. Y nos parece que ha sido bueno saber cómo es el verdadero rostro del enemigo interno. Por supuesto que nos hubiera gustado no haber tenido la experiencia, que hubiéramos podido seguir viviendo sin conocerle la cara.
De cualquier manera, recibimos las visitas a este blog de muchas partes del mundo y de la Argentina, a quienes queremos saludar especialmente y agradecer su fidelidad. La mayorìa de ellos no hacen comentarios, o tal vez sí, no podemos saberlo.
Saludos hermanos que vienen de :
Los Angeles, California, Estados Unidos;
La guerra obligó a las empresas industriales a desarrollar la tecnología para solucionar los problemas especìficos del combate. Y cuando se iba aproximando el final, en todos los avisos del Selecciones se podía leer un pedido de disculpas por no poder abastecer al público con los productos de consumo, ya que toda la energía estaba puesta en ganar la guerra. Pero se prometía a cambio, nuevos descubrimientos tecnològicos puestos al servicio del confort del hogar, las telecomunicaciones, las máquinas de labranza, etc.
Esa analogía se me ocurrió para explicar que momentáneamente, no estábamos siguiendo la línea editorial de este blog, y como lo decía un buen amigo, habíamos abandonado los Cuentos de la Óptica por dar esta batalla contra "el campo".
A diferencia de las empresas industriales de la Segunda Guerra, no podemos prometer nada bueno y mejor que antes después de que se termine este conflicto. Primero porque nosotros no hemos ganado, sino que estamos mordiendo el barro de la derrota. Segundo, porque no sabemos si hemos crecido en algo en estas lides.
A veces nos parece que sí. Que nos hemos dado con la cara verdadera del "campo", con su ferocidad, su rusticidad, su brutalidad. Y nos parece que ha sido bueno saber cómo es el verdadero rostro del enemigo interno. Por supuesto que nos hubiera gustado no haber tenido la experiencia, que hubiéramos podido seguir viviendo sin conocerle la cara.
De cualquier manera, recibimos las visitas a este blog de muchas partes del mundo y de la Argentina, a quienes queremos saludar especialmente y agradecer su fidelidad. La mayorìa de ellos no hacen comentarios, o tal vez sí, no podemos saberlo.
Saludos hermanos que vienen de :
Los Angeles, California, Estados Unidos;
Livingston, New Jersey, Estados Unidos ;
Sherbrooke, Quebec, Canadá;
Bucuramunga, Santander, Colombia;
Cozumel, Quintana Roo, Mèxico;
Tampico, Tamaulijas, México;
Zapopán, Jalisco, México;
Tortosa, Cataluña, España;
Barcelona, Cataluña, España;
Rumilly, Rhone-Alpes, Francia;
Sherbrooke, Quebec, Canadá;
Bucuramunga, Santander, Colombia;
Cozumel, Quintana Roo, Mèxico;
Tampico, Tamaulijas, México;
Zapopán, Jalisco, México;
Tortosa, Cataluña, España;
Barcelona, Cataluña, España;
Rumilly, Rhone-Alpes, Francia;
y de la Argentina, de:
Tucumán, Córdoba, Mendoza, Rosario, y de Buenos Aires: San Isidro, Morón, La Plata, Mar del Plata; y de la Capital Federal.
Todas estas localizaciones han sido registradas entre las ùltimas 50 visitas (entre las 15 y 30, y las 23 hs.) de las 193 que hemos tenido hoy en todo el día.
Si venís a visitarnos de alguno de éstos lugares, sabé que lo valoramos, y que te damos las gracias.
Y de paso, una pregunta: ¿creés que ganamos algo con esta derrota?
Eva Row
6 comentarios:
Buen día, Eva
"Ganar" tal vez no sea el mejor verbo que yo elegiría, pero se me ocurre que algunas cosas buenas reaparecieron.
* El enemigo va teniendo cara de enemigo, las caretas se van cayendo; los peorcitos y los oportunistas ya van yendo a lugares donde se los ve más a gusto. Todo un detalle.
* Los indecisos o de ideologías móviles también se van decidiendo, con lo que nos van avisando sobre quienes son los evitables a futuro (para no seguir sumando decepciones, claro).
* Supongo también que se "ganó" el dejar la indiferencia, al recuperar el interés en las cosas que importan y en pasarle el plumero a esas otras cosas que, decían, ya no corren más: la política, el sentido de la historia, la clase de futuro que queremos compartir y, si cabe, poder ser o sentirnos parte de aquellos rescatados por esa frasecita de un viejo tema de Serrat:
"..disculpe el señor, le dejo con los caballeros,....que ésos no se han enterado, que Carlos Marx está muerto y enterrado"
* Tal vez no sea mucho, pero no es poco.
Saludos.
ram
totalmente
otra cosa que se ganó con la derrota es parar la pelota. Ganar por un voto no era la solución, al día siguiente volvían los piquetes, los aprietes, el vandalismo rural. Así, ellos se pudieron ir de vacaciones, ven espectáculos de Barbies para chicos, miran el baile del caño y la pelea Floggers/Emos por la tele. El tema es qué hacemos nosotros. Si se consiguió instalar la discusión política, mo la guardemos con las cacerolas (nosotros la discusión, ellos la cacerola, claro)
Reponerse del golpe e ir por más, por más politización, por más movilización, por más amucharse y ver que no estamos solos.
Un beso
¡Esa es la palabra Laura, amucharse!
Buenas, Eva
Me reconozco en una de las ciudades chicas que mencionaste...
Creo que se ha ganado bastante, y concido con lo que ram escribió.
Agrego un par de razones más:
- El conflicto sacó a la luz la necesidad de crear realineamientos políticos que trasciendan el armado coyuntural para ganar elecciones. Dicho de otro modo, concertaciones o transversalidades con verdadero acuerdo ideológico o de proyecto a largo plazo.
Tarde o temprano las Graciela Caamaño y los Felipe Solá iban a distanciarse.
- Algunos artículos que leí mencionan que hubo una muy importante participación de jóvenes en las manifestaciones. Eso es saludable.
- El gobierno no pudo ser forzado a crear mártires. Eso es un gran avance, sobre todo viendo los problemas que Evo tiene ahora por los 2 mineros muertos.
En cuanto al futuro, soy bastante optimista respecto al conflicto agropecuario. Las entidades y los autoconvocados mostraron todos sus dientes con los cortes de ruta y el desabastecimiento, pero esas maniobras no las van a poder repetir infinitas veces. Después de todo, la clase media aborrece los desabastecimientos indefinidos, y sin ella la patronal agropecuaria no puede sustentar su pelea.
Saludos,
Andrés
Hola Andrés, el asunto que la lógica a veces se nos da vuelta. Nadie podía imaginar que los perjudicados estuvieran aliados con sus victimarios. Salud hermano.
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