11 de junio de 2022

LA IDEOLOGÍA DALTÓNICA

LA IDEOLOGÍA DALTÓNICA (no ve los colores)
La Argentina, en la campaña al Desierto, como Israel, expulsó a sus habitantes originarios más o menos de la misma forma . Lo único que los pobres pueblos originarios de acá no tuvieron ninguna posibilidad de conseguir misiles para matar argentinos urbanos por control remoto. Lo que sí usaron como arma de guerra fue el "malón", con lo que incendiaban todo y se robaban a las mujeres para hacerles lo mismo que les hicieron los españoles a ellos con sus mujeres. Cuando Roca pensó en la "solución final" fueron masacrados, asesinados en masa y los que sobrevivieron pertenecen hoy al pueblo INVISIBLE, ese que no se identifica por el color de piel aceituna porque es políticamente incorrecto. Condenados a la invisibilidad, nadie acepta que acá exista el racismo brutal y asqueroso que es el mismo en todos lados. NEGRO DE MIERDA se le dice a cualquier descendiente de pueblos originarios que no te guste por cualquier cosa, en general porque es pobre. Pero negros, negros, no son, y no vaya a ser que les digan indios, como se decía antes, aceptando la existencia de estas criaturas desafortunadas con la idea de que eran un pueblo y no insectos. No les dicen indios porque acá indio es sinónimo de persona violenta que rompe todo. O también es un insulto para los niños. Así que simplemente les dicen "negros", lo que no son. Y muchas veces el "negro" está acompañado de algún calificativo como "de mierda" o "villero" o recientemente "planero" aludiendo a que cobran un plan social.
El racismo hipócrita argentino existe con una curiosidad única: el racista dice que no es racista y el discriminado, ni siquiera él mismo se reconoce como pueblo diferente al del colonizador blanco, porque le mintieron en la escuela haciéndole creer que era blanco por defecto al no identificarlo como pueblo originario. Encima ese invento de nombre "originario" que viene a suplantar el nombre exacto de cualqueira de los pueblos que vivieron aquí, con identidad propia y con nombre. Además, después de la masacre poblacional desaparecieron las identidades nacionales indígenas y nadie sabe de dónde viene nadie salvo algunos casos especiales.
Las empleadas domésticas son de esa nación INVISIBLE, los albañiles son de ese origen racial invisible, en su mayoría bolivianos, a los que acá, el país sin racismo, le dicen "bolitas" como despectivo. El caso es que nuestro curioso modo de borrar nuestro racismo hace que los pobres discriminados se AUTODISCRIMIENEN como en ningún país de América pobre. Acá no aparecen en la Universidad, ni hay políticos con cara de Evo Morales como en otros países de América. Acá no hay profesionales, médicos, abogados con rostro indígena pero sí ENFERMEROS.
Pero sí hay indignados contra la discriminación. ¡Ay qué desastre lo que dijo Alberto! NO está preparado para la hipocresía como todos los culos paspados de ideología daltónica, que no ve los colores.
Gracias a lo que dijo Alberto, estratégicamente insufrible, se está poniendo en discusión qué pasa con los caraoscuras que no se registran en el espectro racista hipócrita de los argentinos.

 
 
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ORTOGRAFÍA TAMBIÉN ES SOBERANÍA


Fundé el Comando Ortográfico Revolucionario que comenzó imponiendo en el lenguaje interno la palabra "bloguero" en lugar de "blogger". Me costó pero lo logré. Le puse nombre al Movimiento "bloguero". Y todos en esa condición me siguieron y sepulté la palaba "blogger" defendida por los "peronistas auténticos" que me echaron -me robaron- del movimiento por "progre", apoderándose de lo que matarían en pocos días por no saber qué hace con ello que fundé como una madre.
 
Hay que ser arrojado, y arrojante (no arrogante). Arrojante quiere decir el individuo que arroja semillas de lo que cree, todo el tiempo, al aire, para que el viento las distribuya. Y como el viento es un imbécil que sopla por donde le conviene, hay que confiar que por puta casualidad alguna semilla se meta en terreno fértil aunque sea entre dos piedras y germine, por obra del espíritu santo, aunque sea  en un lugar inaccesible. Porque de esa germinación va a salir otra semilla que caiga justo a la mano del campesino que la puede recoger y sembrar donde pueda cosechar el fruto. Si no tiramos semillas al aire porque es sinómino de alpedismo, estamos perdiendo la única oportunidad que tiene alguien sin capital y sin poder de mejorar la condición humana sujeta a la maldad y egoismo del acumulador de capital.

Tengo otras luchas difíciles bajo la leyenda "Ortografía también es Soberanía". En estas persigo a los errores del Por qué. Porque y Por que.  Y más que nada al dueto siniestro Si-No; Sino. Yo creo que es deber de todo patriota aprender a escribir correctamente estas palabras. El Sino-Si No se ha metido como  un virus que oxida el idioma, mostrando cómo se lo penetra sin resistencia.

Las otras boludeces ocurren por falta de cultura, de lectura más que nada. Pero todos los errores de escritura se deben a que en algún momento se dejó de enseñar a leer en voz alta por el estúpido ideario vulgopsicoanalogizante de considerar abusivo y autoritario que el alumno pase a leer en voz alta en la clase de lectura. De tal manera los chicos no aprenden la relación de lo oral con lo escrito, por eso cuando dicen "sino" no saben distinguirlo de "si no", lo pronunician igual y lo escriben igual y lo usan alternadamente sin relación lógica en la escritura, y sin sentir ninguna culpa. "Sino" no se escribe con acento en la ó. Nadie sabe por qué se acentúa oralmente en la "o" al final. Ese es el problema. Para mí crucial, tanto o más importante en cuestiones de soberanía que el problema de las Malvinas.

Léase todo esto con una sonrisa. Pretende ser una prosa loca. Véase que los emoticones -palabra correcta en castellano por obra del espíritu santo- vienen a reemplazar las carencias del idioma escrito para aportarle idioma gestual mediante jeroglíficos, porque el idioma escrito es "careciente" en relación al oral, porque al idima escrito, oralmente se le agrega el gestual. Nótese que no usé la palabreja "carenciado" sino "careciente". Me parece una palabre menos ofensiva. Cuando se habla de los "carenciados" se los ubica en su vulnerabilidad más que en la capacidad de emerger por fuerza propia. A mí me gusta decir "careciente". 

Bueno, tenía ganas de escribir. Impulsos melancólicos de tiempos épicos.

 
 
 
 
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