15 de febrero de 2020

DÓNDE ESTÁ NUESTRA VULNERABILIDAD


EL VERDADERO SUFRIMIENTO, el más desesperante, es el que no sabés por qué te ocurre. No entender por qué se sufre, enloquece. Y nos pasa todo el tiempo.

¿Qué te pasa? te preguntan y vos la verdad empezás a sacar del fondo de la bolsa los elementos que creés -sinceramente- que explican tu dolor. Sí, claro, vos sabés qué es lo que disparó la situación, aquello que produjo tu sufrimiento. Por ejemplo que te echaron del trabajo. O que el amor de tu vida te dijo que no te ama más. O que tu hermano te estafó con dinero. Claro que conocés el detonante. Solo el detonante.

Aunque cualquiera puede entender lo que sufrís porque te echaron del trabajo, por ejemplo, la verdad es que hay sufrimientos que superan el nivel de "normalidad" aceptado socialmente y adquieren niveles incomprensibles para tu círculo amistoso y familiar. Por eso los que te rodean te empiezan a "reclamar", primero en forma de "consejos", después en forma de "reproche", más tarde en hartazgo de escucharte, por último te empiezan a tirar las "culpas".

Lo que te pasa es que algo te ha destruído y tenés que hacer el esfuerzo de entender por qué. Es algo que vino como apéndice del motivo central. Algo que destruyó el edificio de tu psiquis. Como en una novela de misterio planteate descubrir el secreto que se esconde detrás de tu desesperación, de tu parálisis, de tu tortura interna que no te deja espacio para continuar tu vida a partir del detonante que te la interrumpió.

Es fácil entender por qué esa cosa está oculta. Es porque no tenés deseo de verla, y es porque es muy dura de soportar. Pero no tenés más remedio. Está ahí y tenés que sacarla a flote y reconocerla como lo que habías enterrado para olvidar. O lo que no habías imaginado siquiera que existía subyaciendo en tu interior, tal vez porque creaís que no te había tocado.

La verdad es lo único curativo en serio. Cuando te enfrentás a la verdad, por más dura que sea, se te acabó la desesperación y viene la aceptación de la realidad, el saber adónde estás parado, aunque te lleve mucho más atrás de lo que creías haber avanzado.

Ojo, un a cosa es la verdad y otra cosa es encontrar una hipótesis que avale el odio contra el que te hizo daño que solo sirve como trampolín para tirarte a una pileta sin agua. Nadie te pudo haber hecho tanto daño si vos no le presentaste un flanco vulnerable. ¿Dónde está tu vulnerabilidad?

PD: Nuestra vulnerabilidad es una tarima precaria sobre la que nos hemos montado a fuerza de no tener mejor sustento. Un día algo o alguien colocará el peso que esa tarima no soporta. Y la estructura se caerá, contigo arriba.


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26 de enero de 2020

La lucha contra el machismo apuntada contra el varón


EL ERROR DE PROCEDIMIENTO SIEMPRE PERJUDICA LO QUE SE QUERÍA BENEFICIAR: la lucha contra el machismo apuntada exclusivamente contra el varón, consolida el poder del machismo al mismo tiempo que coloca a la mujer, vuelta género, en un licuado difuso, en un colectivo de diversidades sexuales con identidades y demandas diferentes e inconexas, de tal manera que ella desaparece del portaobjeto del microscopio donde la observó Simone de Beauvoir.

El machismo debe combatirse, pero en forma solidaria de la mujer JUNTO al varón, para que ocurra un cambio positivo en la sociedad en lugar de una catástrofe social y cultural.

Si la lucha es de la mujer CONTRA el varón, lo que va a suceder es que se van a ir vaciando hasta hacer desaparecer todas las formas de vínculo tradicional sin ser reemplazadas por otra, ni mejor ni peor.

Todo este proceso ingenuamente INCLUSIVO plagado de generosidad contra el sufrimiento, la discriminación y el riesgo de minorías, está tomando un camino errado, cuyo error no se puede poner sobre la mesa sin ser objeto de condena y linchamiento. Este es el círculo virtuoso por el cual el machismo se asegura la consagración histórica más poderosa, más omnímoda de lo que fue.

Lo único que hace falta para que este proceso no derive en la consagración del machismo, es animarse a sostener -con orgullo- la identidad de la mujer en vínculo de pareja con un varón con un proyecto de vida juntos, con maternidad y paternidad común. Y por supuesto, la superación de los roles machistas femenino y masculino con nuevos roles evolucionados basados en la equidad de la pareja.

Ya estamos viendo que mujeres pobres hoy, peor que el destino de de la prostitución -vender sexo-, peor que el destino de entregar hijos en adopción, son fábricas de hijos por encargo, con lo que se abastece a la esterilidad de las clases ricas por "subrogación de vientres".

Ni la peor pesadilla podía haber imaginado lo que se está viendo hoy, que la mujer pague con invisibilidad, después de tanta lucha y conquista feminista.

Nota:
Este muro no soporta los comentarios ad hominem. Linchadoras y linchadores, abstenerse. Con copia en mi blog "La cosa y la causa" como copy-right.


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