28 de diciembre de 2011

Media sanción en Senado de Uruguay a la despenalización de la interrupción del embarazo

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Debate por la vida. El proyecto de despenalización dentro de las 12 semanas de gestación salió aprobado con 16 votos del FA y el nacionalista Saravia. A partir de marzo lo tratará Diputados (enlace a la nota de El País Digital )

Por 17 votos a favor y 14 en contra, el Senado aprobó ayer el proyecto de ley que despenaliza la interrupción del embarazo durante las primeras doce semanas de gestación. El proyecto pasó a Diputados donde se analizará a partir de marzo.

El respaldo para aprobar el proyecto estuvo a cargo de los 16 integrantes de la bancada del Frente Amplio, a quienes se sumó el senador nacionalista Jorge Saravia, firmante del proyecto cuando integraba la coalición de izquierda. El Partido Colorado votó en bloque en contra de la iniciativa.

Varios senadores opuestos a al proyecto de despenalización sostuvieron sus argumentos en el hecho de que creen que desde el mismo momento de la concepción hay vida y que por ello el derecho de ese ser humano a vivir debe ser respetado.

Otro elemento común en varias de las intervenciones de quienes se oponen al proyecto fue que en aquellos países donde se liberalizaron los abortos, el número de actos no disminuyó sino que creció, según estadísticas.

A su vez, los defensores de la despenalización del aborto sostuvieron que existe un derecho en la mujer a decidir libremente antes de determinado momento -fijado en la ley en doce semanas- si continúa con el proceso de gestación, al tiempo que afirmaron que la norma que penaliza el aborto ha sido recurrentemente violada y que no ha hecho sino desarrollar una industria clandestina de estas operaciones.

También se sostuvo desde el Frente Amplio que la despenalización del aborto ratifica la laicidad del Estado, y que la Iglesia y las concepciones religiosas no deben ser base de decisiones políticas.

Durante casi todo el transcurso de la sesión presenciaron desde las barras integrantes de la Mesa Coordinadora por la Vida. Mientras, en los alrededores del Palacio Legislativo algunos cientos de militantes de otras organizaciones contrarias al aborto dieron un marco de colorido a la jornada exhibiendo pancartas, disfraces y con algunas alegorías sobre la interrupción el embarazo.

La Coordinadora por el Aborto Legal, en tanto, realizó un pequeño acto en las afueras del Palacio Legislativo e instaló varias pancartas de color naranja como apoyo a la ley.

En el pasado, cuando ocupó una banca por el Frente Amplio, el senador nacionalista Saravia había dado su consentimiento para impulsar esta iniciativa. Saravia afirmó ayer que está "en contra del aborto" pero "a favor de despenalizar a las 30.000 o 40.000 mujeres condenadas a realizarse un aborto por determinadas circunstancias sociales" todos los años.

Como se había anticipado, el frenteamplista Carlos Baraibar (Asamblea Uruguay) argumentó en contra de la interrupción voluntaria del embarazo. Luego solicitó licencia y se retiró de sala dejando la banca en manos de su suplente, Milton Antognazza, quien votó a favor.

En el plenario no hubo debate, sino una sucesión de discursos sin intercambio en los que los senadores trasmitieron posiciones ya conocidas.

La consideración del tema comenzó sobre mediodía con una intervención de la frenteamplista Mónica Xavier (Partido Socialista), una de las impulsoras de la iniciativa. Xavier explicó que el proyecto constituye "un mecanismo garantista de que si la mujer no puede proseguir el embarazo, tenga las mismas garantías que una mujer que llevó el embarazo a término".

"Nosotros no somos censores morales, sino que somos legisladores, por suerte en una sociedad diversa. Necesitamos el reconocimiento de la diversidad de esa sociedad para hacer la norma más equitativa", sostuvo Xavier.

A continuación, el colorado Alfredo Solari (Vamos Uruguay) admitió que en la discusión interna que se dio en su sector se manejó que pueden perder más votos que ganar al no apoyar el proyecto. "¿Cómo se puede establecer por ley que la interrupción del embarazo solo la puede decidir la mujer? ¿Y el hombre que tuvo su participación? ¿Su opinión no cuenta? En vez de promover la paternidad responsable, lo que decimos con esta ley es que si no está el hombre, no importa", afirmó.

Más tarde, el nacionalista Carlos Moreira (Alianza Nacional) consideró que el derecho a la vida "arranca desde el momento de la concepción como lo dice el Pacto de San José de Costa Rica", y que en caso de ser aprobada esta ley Uruguay estaría violando tratados internacionales.

Con esta decisión, "no apostamos a crecer sino que vamos a menos", indicó.

Por su parte, el frenteamplista Luis Gallo (Asamblea Uruguay), sostuvo que esta ley "ratifica el carácter laico del Estado uruguayo", y que "las creencias religiosas no son fuente de derecho". "Con esta ley estamos dando respuesta a un colectivo social enmascarado y silenciado", destacó. Según Gallo, una ley "debe estar alineada a los consensos sociales actuales en el país, y los legisladores no debemos desentendernos de eso".

"La ley que penaliza el aborto es desconocida y violada permanentemente. Criminalizar el aborto lesiona múltiples derechos, el de la vida, la igualdad, la salud, la decisión de pensamiento y conciencia, a la libertad y a la integridad y seguridad", destacó.

Por su parte, Baraibar ratificó su postura contraria a la despenalización del aborto. "Desde el momento de la concepción hay vida humana. Estoy en contra de la despenalización del aborto, en forma lisa y llana. El tema se circunscribe a estar a favor o en contra del aborto. Eso es inconveniente", dijo.

Solari interrumpió a Baraibar para elogiar su actitud de no quebrar la unidad de su bancada a pesar de estar en contra del proyecto, diciéndole que "su gesto lo enaltece".

Luego, el nacionalista Sergio Abreu, contrario a la despenalización, suscribió los dichos de Moreira en cuanto a que en aquellos países donde se liberalizó el aborto las estadísticas indican que su práctica aumentó.

El colorado Tabaré Viera (Propuesta Batllista) basó su intervención en el hecho de que "la discusión" sobre el aborto "se centra en cuándo comienza la vida. Y hay vasta literatura que señala que comienza en la concepción".

Constanza Moreira (MPP), a favor de la despenalización, dijo que "solo metafóricamente podríamos decir que el embrión es una persona", e indicó que "no es sujeto de derecho". "Entre el derecho de la mujer y el del embrión debemos apoyar a la mujer", manifestó.

Luis Alberto Heber (Unidad Nacional) reclamó el derecho de las organizaciones sociales y religiosas que se oponen a la despenalización a dar su opinión ante la comisión de Salud del Senado. "Ahora no está Tabaré que puede vetar, ahora sí. Por eso el apuro, por eso se quiere votar ahora", dijo Heber.

Además, señaló otra consecuencia lateral de esta ley al decir que "el gran tema es la adopción" de los menores y que "el INAU es un tapón" para concretarlo. "No hay Estado ni persona que pueda impedir que cuando hay vida, el niño nazca", afirmó.

Alberto Couriel (Vertiente Artiguista) recordó que le había planteado al expresidente Tabaré Vázquez en 2008, cuando vetó parte de la ley de salud sexual y reproductiva, la conveniencia de que la sociedad se pronunciara en un plebiscito. "Lo reitero ahora (...) Ojalá se juntaran las firmas", dijo.
Opiniones
Gallo (FA): "Respuesta a un colectivo enmascarado"

Esta ley ratifica el carácter laico del Estado. Las creencias religiosas no son fuente de derecho. Con esta ley estamos dando respuesta a un colectivo social enmascarado y silenciado. Una ley debe estar alineada a los consensos sociales actuales, y los legisladores no debemos desentendernos de eso. Criminalizar el aborto lesiona múltiples derechos, el de la vida, la igualdad, la salud, la decisión de pensamiento y conciencia, a la libertad y a la integridad y seguridad".
Solari (PC): "¿Y el hombre? ¿Su opinión no cuenta?"

En la discusión interna que se dio en mi sector Vamos Uruguay se analizó que se pueden perder más votos que ganar al no apoyar esta ley. ¿Como se puede establecer por ley que la interrupción del embarazo solo la puede decidir la mujer? ¿Y el hombre que tuvo su participación? ¿Su opinión no cuenta? En vez de promover la paternidad responsable, lo que decimos con esta ley es que si no está el hombre, no importa", afirmó el exministro de Salud y senador colorado.
Lacalle (PN): "La vida sagrada no puede ser terminada"

No comparto esta ley en función de la ética judeocristiana a la que pertenezco, primero a partir de ideas religiosas y luego a partir de convicciones de derecho natural. La sacralidad de la vida es una convicción personal. Si creemos que desde antes de los tiempos cada uno de los seres humanos estaba previsto en la mente de Dios, y que su existencia como ser portador de valores eternos es una de las bases de la raza humana, esa vida sagrada no puede ser terminada".

El País Digital

24 de diciembre de 2011

Los enemigos de mi caja de Pandora

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Me encontré con este video por casualidad y me trajo muchos recuerdos. Acá se habla de un post de este blog que tomó 678, que cuando fue difundido por el programa me trajo una cantidad de insultos nunca imaginada.

Algunos habrán querido enojarme y ofenderme. Pero hasta yo misma me sorprendí de mi reacción distanciada, como si estuviera en un observatorio mirando con un telescopio seres distantes años luz, no sólo de mi persona real, sino de la racionalidad. Lo pongo acá como una especie de mirada a un Álbum de los recuerdos. Me solazo por otro lado, que dí lugar a la polémica. Siempre que me insultaron -fueron muchas las veces- me sentí muy bien, y entendí cuánta razón tenía Cervantes al escribir la frase "ladran Sancho, señal que cabalgamos" ;)




Si no ves el video cuando recibís este post por mail, acá tenés la dirección en Youtube: http://www.youtube.com/watch?v=jcUAM3W3s2Y&feature=related

9 de diciembre de 2011

El elogio de la condolencia

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En su mezquindad, los pechos fríos son incapaces de sentir el dolor ajeno. ¡Hay tanto daño absurdo que podría repararse aquí y ahora! y no se repara por falta de capacidad de dolerse con el otro, de con-dolerse.
El sentimiento de dolor ha caído en desgracia en la cultura. Y eso es muy grave. Lo estamos padeciendo y no nos damos cuenta.

La historia es un péndulo que va de un extremo al otro y ya vimos demasiado que la limosna sólo sirvió para demostrar condolencia teatral, para limpiar la consciencia de los ricos, acallar las críticas a su avaricia, y silenciar las voces que los condenan.

La sociedad desprestigió al dolor hipócrita y pasó a buscar soluciones generales a la pobreza. El resto de los dolores el Gobierno los escucha por categorías y los resuelve otorgando derechos a minorías discriminadas. Pero hay más dolores que los que puede resolver el Gobierno.

No vemos más a un individuo particular que sufre, sino a una masa que aparece en las estadísticas. Somos todos científicos, sociólogos, economistas. No estamos llamados individualmente a reaccionar más que por medio del compromiso político.

La pobreza se termina, con políticas de Gobierno. Algunos creen en la Educación. Otros en terminar con la corrupción. Otros en la distribución de la riqueza. Otros en una Revolución que destruya al sistema, fuente de todos los males. Todos hablan de terminar con la pobreza, de disminuir los índices, pero el dolor humano no aparece como ínidice. La postergación de la solución a la pobreza echándole la culpa al sistema es una forma de lavarse las manos y no comprometerse con la urgencia del dolor.

No es sólo el sistema capitalista el culpable de la pobreza, sino la indiferencia frente al dolor ajeno.

Un individuo sufre por muchas cosas que tienen origen en la indiferencia social devenida de lo cutural, en el trato entre los individuos particulares, con nombre y apellido, donde el Estado no interviene, sino la cultura. Si bien el Estado puede impulsar el cambio cultural, son las personas las que tienen que cambiar dentro de sí mismas en su actitud con el otro. Y cada uno puede empezar ahora mismo.

Los viejos no se quedan viviendo solos su vejez en todas las culturas. Un vecino chino una vez me sorprendió con algunas preguntas. Venido de la China "comunista" del campo chino a Buenos Aires, me preguntaba en época de Cavallo ¿Para qué quiere el argentino la jubilación? ¿A los viejos no los mantienen los hijos? ¿Para qué tienen hijos si no para que los mantengan cuando sean viejos? Yo le iba contestando y él abría los ojos sorprendido. Le dije que los viejos tenían que pagar expensas en los departamentos, servicios, comida. La pregunta fue ¿Cómo, los viejos no viven en casa de los hijos? A esa pregunta vino la mía ¿Todos los chinos viejos viven en casa de sus hijos? ¿La suegra viviendo con la nuera no disputan el mando? Me contestó: manda el más viejo de la casa, la nuera obedece a la suegra.

Cuento esto porque sólo por comparación y diferencias vemos la relatividad de la cultura.

Antes de Freud y la sicología popularizados, no existía otra contención del dolor emocional más que en la de los vecinos, familiares y amigos. Antes de la existencia de los sicólogos la gente se hacía cargo del otro. Antes todos "se metían". Ahora, cada sufriente que quiere hablar de sus penas sólo encuentra a un aprendiz de psicólogo que busca encontrarle las culpas propias de lo que le pasa, o como un frontón devuelve la pelota derivándolo al consultorio de algún facultativo.

En mi pervivencia por cuarenta años en un barrio con la puerta abierta por tener un negocio, fui viendo actitudes cambiantes, cada vez más ajenas a compartir el dolor de otros. Lo primero que observé fue el trato general ante un problema grave que se hace público por chismes, como un divorcio o la muerte de un ser querido. Antes, todo vecino se sentía en la obligación de venir a expresar su "pésame" por un fallecimiento y los deudos recibían una seguidilla de manos estrechadas con la frase "vengo a darle el pésame" de personas que a veces tenían que explicar su relación con el muerto porque el familiar lo desconocía.

Esas fórmulas solemnes hoy quedaron en desuso, y su ausencia dejó huérfana a la gente de modos de expresión y por ende de obligación. Los vecinos muy próximos o las amistades superficiales tomaron el dicho "si necesitás una oreja, llamáme" o "venite cuando quieras o "contá conmigo", que son otras meras fórmulas modernas que esperan que se le diga gracias y nada más, porque si no, te pondrían la oreja ya, te ofrecerían algo concreto ya, te invitarían con fecha para que vayas a su casa, en lugar de ese "cuando quieras" que es "nunca". Una vez una viuda me cuenta que la gente le escapa por la calle, que cuando la ven de lejos se cruzan enfrente, gente que se paraba para charlar antes de quedar viuda.

Una vez charlando con mi amigo Marco Denevi que se fue hace mucho, me dijo que él siempre le compraba a un chico que vendía por la calle, por más que hubiera un adulto explotándolo. Primero porque el chico podía ser castigado si no vendía, segundo porque sentiría que hay adultos capaces de un buen gesto y tercero porque la venta era una salida para ganarse la vida que en este caso era educativa y había que mostrarle que es un buen camino.

Si un "matrimonio" se pelea a los gritos, hay que meterse. No ser comedido pero delicadamente advertir al matrimonio que se los está escuchando pelear. Si alguien está en problemas económicos, vale hacer una colecta, vale hacerse cargo de algo que necesite. Desde 2001 y hasta que Cristina le otorgó la jubilación, en mi edificio le dimos por pagadas las expensas a Mercedes, una anciana que vive con su única hija esquizofrénica. Hubo que pelear contra los que querían rematarle el departamento. Por suerte les ganamos, y cuando Mercedes y la hija cobraron una asignación, ellas mismas dijeron que iban a empezar a pagar.

Cada vez más tendemos a reclamarle al Estado lo que el falta al otro, como los pichones esperan que su madre les embuche en el pico la comida deglutida.

He aquí un caso que no fue debatido en los medios, porque fue intención de los medios poner en pánico a la población por motivos políticos. El pánico termina por cortar todos los lazos solidarios y cada uno mira su propio ombligo. “Ni yo mismo entiendo por qué no lo ayudé a Matías”



4 de diciembre de 2011

Las lágrimas del sacrificio italiano


En lágrimas durante la conferencia de prensa, la Ministra de Bienestar Social Elsa Fornero. En el momento de tener que hablar de las pensiones y el aumento de las contribuciones y la edad de jubilación, no puede pronunciar la última palabra "sacrificio". Mario Monti se conmueve e interviene para completar el discurso.