30 de enero de 2009

LUIS D'ELÍA, EXCLUSIVO PARA "LA COSA Y LA CAUSA"

16, 15 hs:
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_Hola Luisito, querido, te habla Eva, nos conocimos en el Foro de la Boca, yo te hice un artículo que se llama “D’Elía French y Berutti, un solo corazón”, y tengo una óptica en el once, ¿Te acordás de mí?

_Sí, totalmente, ¿cómo estás Eva?

_Mirá, yo tengo un blog que pueden leer de 200 a 600 personas, y quería saber si me podés contestar una pregunta para publicar en el blog y decir que tengo tu permiso.

_Sí, por supuesto, dale.

_Mirá, yo soy judía argentina, y quiero saber si reconocés que te equivocaste al decir que los judíos argentinos tienen que criticar a “su gobierno”, porque mi gobierno no es el gobierno de Israel...

_Pero claro, ¿sabés lo que yo quise decir? Que los judíos argentinos “comunitarios” tendrían que oponerse a lo que hace el gobierno de Israel...

_Vos sabés que yo soy argentina, y que no estoy a favor del gobierno de Israel...no?

_Pero claro, ya sé, la mayoría...!!!

_Bueno Luis gracias, ahora lo publico, te mando un beso.

_Un beso para vos Eva.

BARENBOIM, JUDÍO Y ARGENTINO.

Le preguntan qué piensa de una conferencia israelí palestina que se estaba haciendo en Nápoles, con invitados de 40 países, y representando a Israel y a Palestina, dos personas que eran segundas figuras sin ningún tipo de poder en sus países. Barenboim lo señala indignado, dice que es una ofensa a la inteligencia, porque no se han preparado temas, porque cada uno va a hablar de lo suyo sin escuchar al otro. Grandes conceptos se dicen en este video, sobre todo, que Israel y Palestina tienen el destino de vivir juntos.

Dice que fue bendecido con una popularidad que trata de utilizar para influir en el conflicto israelí palestino, y eso habla de una persona comprometida como hay pocas, que en lugar de disfrutar de su éxito enorme, sin importarle nada más, se pone a pelear por la verdad, se expone al desprecio de los israelíes, y gasta su tiempo de ocio y descanso merecido a tanto trabajo de tanta envergadura artística, a la causa de la verdad y la paz.

Hay pocas personas en este mundo como Daniel Barenboim. Muy pocas.

Tengan paciencia, habla en un italiano muy claro, casi argentino, dice cosas muy interesantes, imperdibles, como que la guerra de los seis días lo cambió todo, que comenzaron allí las primeras fortunas israelíes, que entró la mano de obra palestina barata a trabajar a Israel, que todo cambió, y habla de la influencia norteamericana.

Parece mentira que haya tenido tiempo para hacer música al nivel que lo hace, para aprender tantos idiomas: alemán, francés, inglés, italiano, hebreo, y por supuesto, castellano, y para tener tanta cultura, tanto conocimiento humanístico, para tener un pensamiento tan jugado y profundo sobre todas las cosas.

Es un orgullo, es una gema del pueblo judío, que sobrevive como una flor en el fango de la chatura general, es una pequeña muestra supérstite, de la antigua dignidad, del antiguo compromiso de tantos judíos que nos hicieron creer que nuestra condición iba a ser siempre la misma, pero no.